La verdad es que me ha llevado un rato darme cuenta de porque esa frase me sonaba desacertada... Se me ocurrían ideas, pero no las que me convencían realmente de que fueran esas las causantes de que me sonara rara la frase.
Lo primero que habría que preguntarse es el por qué tiene que correspondernos un máximo establecido de intensidad.
La intensidad puede ser positiva o negativa, depende si vives hacia la vibración del amor o la del temor.
No se puede vivir la vida más intensamente que lo que a uno le corresponde puesto que los límites de la experiencia los marca el experimentador con sus acciones.
Si había un límite era ilusorio, sino no se hubiera sobrepasado.
Al margen de que se pueda o no superar el límite de intensidad como ha dicho Maria Laura vivir intensamente no implica sufrir.
A parte de todo me gusta pensar en la perspectiva en la que están escritas las frases, así que expondré la moraleja que intenta dar la frase visto el holograma desde otra posición:
"¡ Que moderes tus excesos!"
Porque la frase está pensada desde el punto de vista en el que se vive "de manera ordinaria", es decir desde una perspectiva newtoniana de la realidad, entonces desde esa perspectiva se puede asociar la intensidad con la cantidad de estímulo proporcionada a nuestros sentidos, dicho de otra forma, intensidad con exceso, lo que en un punto u otro del camino crearía sufrimiento tarde o temprano.