¿CREES EN LA “CAUSALIDAD”?
Mar Cantero Sánchez
Escritora y coach personal y creativa. Articulista también en COSMOPOLITAN, Psicología Práctica,www.piensaesgratis.com, y On Boutique. Creadora y directora de talleres literarios y de crecimiento personal a través de la escritura. Mar Cantero Sánchez.www.marcanterosanchez.com
¿Eres de los que piensan que todo lo que te ocurre, tiene una razón de ser? ¿Vas caminando por el mundo atento a las señales? Si no sabes lo que es una causalidad, te animo a descubrirlo.
La causalidad es una relación entre un evento (la causa) y un segundo evento (el efecto), en la cual, el segundo evento se entiende como una consecuencia del primero. Para aclararnos, la vida a veces nos lleva por caminos que nunca habríamos imaginado, como si de repente se empezase a tejer una red en la que todos los hechos están relacionados y en la que, un hecho, te lleva a otro de manera tal, que parece que alguien lo hubiese preparado. ¿Quién? Eso depende de lo que tú creas que rige los destinos del mundo.
Esta semana ha sido para mí, una de esas semanas en las que la causalidad ha estado presente en todo momento. Y es que, parece que cuanto mejor nos sentimos, más felices estamos y más abierta está nuestra mente, más fácil es ver esas señales que te llevan al efecto deseado, por causas que nada tienen que ver con las casualidades normales. En esos momentos la expresión: ¡Qué casualidad!, siempre nos brota en los labios. Y sin embargo, si te paras a pensar en ello, de casual no tiene nada, lo que te está ocurriendo.
La vida a veces te indica que vayas a un lugar, a ver a una persona, en la que ya reparaste hace unas cuantas semanas pero que, por algún otro motivo, esa conversación no surgió y de repente, surge ahora. Después, esa persona te lleva a otra, de la misma manera, como por casualidad, y encuentras a ese ser que andabas buscando desde hace mucho tiempo. Es como un efecto dominó. Repentinamente, las personas que necesitabas tener en tu vida están ahí y al mirar hacia atrás, casi no te puedes creer lo fácil que ha sido todo, lo sencillo, lo natural, como si siempre hubiesen estado en tu vida. Se parece al hecho de enamorarse, porque suele ocurrir furtivamente y, sobre todo, porque te ves envuelto en unos hechos de los que no puedes ni quieres salir. Es como si todo aquello formase parte de tu vida, mucho antes de que ocurriera. Y es que, seguramente, lo habías imaginado tantas veces, consciente o inconscientemente, que ya estaba integrado en tu destino y ahora, simplemente, lo has traído a tu realidad. A mí me ha pasado esto esta semana y por eso siento la necesidad de escribir sobre ello.
Pero si eres de esas personas que creen que la vida ocurre sin más, sin ninguna razón para ello, y que las cosas que te suceden no traen ningún mensaje que aprender, es difícil que hayas visto las señales de tu vida hasta ahora. Sin embargo, puedes empezar a verlas haciendo un sencillo gesto, observar. No es necesario que te vuelvas creyente con respecto a lo causal, sólo que abras tus ojos y mires. Una palabra dicha en labios de otro; un libro que se abre por una página específica; un encuentro inesperado; etc. Las señales se encuentran en todas partes para las personas que observan. El hecho de convertirte en un observador de lo que ocurre en tu vida y alrededor de ella, es lo único que necesitas para encontrar esos signos que te orientan, te guían, y te muestran el camino que has de recorrer a cada paso.
El escritor Paulo Coelho dice que en el mundo existe un lenguaje que va más allá de las palabras. Es posible que este lenguaje sea el del corazón. Todos los grandes pensadores, artistas y escritores, han dicho que escuchar al corazón es la mejor forma de encontrar lo que estamos buscando. Y tú, ¿escuchas a tu corazón alguna vez? ¿Miras con sus ojos en lugar de con los ojos de la razón? Cuéntanos si crees en la “causalidad” o piensas que tu presencia en el mundo es puramente casual. Como siempre te decimos, nos interesa.
“El corazón tiene razones que la razón no conoce”, Pascal.
