date cuenta
Acuérdate,
cada día,
cuando el espejo te mire fijamente,
sin piedad,
hasta más adentro de los ojos,
que detrás de la fachada,
donde no te ves,
estás tú.
Eres más que el pensamiento
que te piensa.
Más que el que ves.
Más que el que se da cuenta.