5 RECOMENDACIONES PARA ENCONTRAR SU ZONA DE QUIETUD
Encuentren su sentido interno natural de quietud en los próximos días con estos recordatorios y recomendaciones específicas. Al encontrar su propia zona de quietud, serán capaces de acceder a una experiencia incrementada de alegría y productividad.
Es natural sentirse como si estuviesen en una montaña rusa en esta estación. ¿Por qué? El ritmo de la vida se acelera en esta época del año y así las distorsiones se amplifican. Hay cosas divertidas que hacer, personas que ustedes quieren ver y quizás obligaciones que les causan estrés.
Esta es la zona de quietud dentro de ustedes a la que acceden naturalmente con cuidado, una atención persistente en su estado de ánimo y la elección de decisiones sabias en cuanto a cómo utilizar su energía. Aquí unas cuantas recomendaciones para lograr esto.
5 Recomendaciones para Encontrar su Quietud
Primero, estén tan presentes como puedan. Esto evita que se apresuren, se obsesionen respecto a sus experiencias pasadas y se preocupen sin necesidad respecto a resultados futuros. Solamente estando presentes, anclados y en su corazón, se pueden conectar con su poder divino para crear. La quietud viene de estar sintonizados y en tiempo con sus propios ritmos naturales y con lo qué es verdaderamente importante en el momento. Liberen todo lo demás.
Segundo, chequeen frecuentemente a lo largo del día para calibrar lo que sienten. ¿Descubren que están molestos o desanimados? Miren esos sentimientos directamente de forma neutral. Todos nos sentimos molestos en ocasiones; no lo empeoren volviéndose contra ustedes mismos por sentirse así. Cambien el canal de la ira, no obstante, antes de dar los próximos pasos. Inviten al espíritu a conectarse con ustedes en un estado más feliz e intenten notar las cosas que disfrutan en la vida. Simplemente haciendo eso se aquietarán y elevarán su frecuencia.
Tercero, si son empáticos o simplemente sensitivos, tomen nota de esto. Encontrar su quietud requiere de una auto evaluación constante de su conversación consigo mismos y de sus sentimientos. A veces los pensamientos y emociones que experimentan no son de ustedes. Tengan el hábito del auto cuestionamiento para determinar cuánto de su estado de ánimo o pensamiento negativo está bajo la influencia de otros. Asuman responsabilidad solamente por su propia mente y emociones. Su tarea no es la de arreglar a los demás o ser un vehículo para el enojo de otros. Establezcan límites saludables.
Cuarto, establezcan un ritmo. Esto incluye establecer un ritmo de procesamiento de sus experiencias. La vida en estos días se vuelve exponencialmente más rápida y más compleja. En el mismo momento que están haciendo algo, están a la vez procesando alguna información o un evento que pudo haber estado bajo su radar momentos antes. Hasta las más pequeñas partes de estas entradas de información pueden disparar una avalancha de procesamiento profundamente dentro de ustedes – con o sin su percepción. Encuentren la quietud reconociendo la necesidad de establecer un ritmo y entendiendo que se está desplegando mucho más de lo que puedan imaginar fuera de su percepción inmediata. Permitan que esto sea. Tomen momentos aquí y allá para simplemente estar en calma cerrando los enfoques en su antena de percepción del exterior. Inviten sus sueños para que les ayuden a procesar las experiencias de vida y a prepararse para lo que viene. Utilizando estas herramientas podrán encontrar su quietud la mayoría de las veces.
Quinto, accedan a su zona de quietud negándose a estar en combate y decidiendo momento a momento cómo responderán a lo que se les presenta. Estar en guerra con las metas u obligaciones familiares disparará una alerta en su sistema nervioso. Las respuestas de luchar o escapar los sacan de su quietud. Enfrenten cada situación directamente, auténticamente y con bondad. Pregúntese a cada momento “¿es ésta acción que voy a tomar para mi bien mayor?” Si no es su mejor opción, vayan más profundamente con sus cuestionamientos para determinar las alternativas óptimas. A veces todo lo que necesitan hacer es decir ‘sí’ o ‘no’ a algo, aun si eso les fuese difícil de hacer anteriormente. En otros casos, lo que se necesita es simplemente retirarse.
Recuerden, ustedes son un divino hacedor de cambios – en el núcleo de su ser de hecho están en calma y su estado natural es la alegría!
por Selacia
www.Selacia.com