AL DIOS DESCONOCIDO
No sé cómo son tus sueños,
ni cuál ha sido tu último pensamiento,
ni cómo respiras, ni cómo es tu voz.
Simplemente Te he visto pasar,
se ha rozado tu aura con la mía,
y me has despertado el amor,
el instinto, el deseo, lo proscrito.
Sé que no soy yo aunque sea el mismo.
Sé que el irrazonable ha despertado
de su letargo de mil siglos
y ha querido buscarte,
tomar tu camino,
rastrear tus huellas,
fundirse con tu sombras,
descansar en tu nido.
Ya no me valdrán las mentiras de antes,
no me consolarán los consuelos,
no habrá paz en mi alma diminuta,
ni me servirán mis antiguas muletas.
Si quiero SER y seguir vivo,
sólo me vale tu Presencia,
sólo tu abrazo, sólo tu esencia,
sólo que no sigamos siendo dos.
Que Tú y yo seamos lo mismo;
sólo eso Te pido, Dios.