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 71 – LOS MANDATOS (ANÁLISIS TRANSACCIONAL)



Julio 23, 2020, 05:54:23 am
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Desconectado Francisco de Sales

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71 – LOS MANDATOS (ANÁLISIS TRANSACCIONAL)
« en: Julio 23, 2020, 05:54:23 am »
CAPÍTULO  71 – LOS MANDATOS (ANÁLISIS TRANSACCIONAL)

Este es el capítulo 71 de un total de 82 -que se irán publicando- en los que se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL Y ESPIRITUAL.


La aparición del Análisis Transaccional en mi vida marcó un antes y un después en mi Proceso de Desarrollo Personal, sin duda.
Hasta entonces había estudiado muchas cosas y muy distintas, pero sólo el descubrimiento de Antonio Blay –de quien recomiendo como imprescindible el CURSO DE PSICOLOGÍA DE LA AUTORREALIZACIÓN
(http://buscandome.es/index.php/topic,16027.msg18606.html#msg18606)
 me había impactado tanto como lo hizo el AT (Análisis Transaccional).
Me hizo comprender con total claridad el porqué de muchas de mis actuaciones inconscientes a lo largo de la vida, cómo me ha marcado y afectado la educación, por qué me auto-limito en ciertos aspectos, etc.

El AT es una herramienta realmente útil, fácil de comprender, y de efectos casi inmediatos si uno colabora comprendiendo y luego haciendo lo necesario para cambiar.
Es absolutamente recomendable.
Pero todo no cabe en un capítulo, así que aquí sólo encontrarán un breve esbozo y es conveniente que los interesados busquen más información.


LOS MANDATOS

Los mandatos son estímulos perjudiciales que se nos quedaron grabados como creencias negativas e incuestionables, restrictivas; operan desde nuestro inconsciente, y los obedecemos ciegamente y sin cuestionarlos.
Afectan al comportamiento natural porque son condicionantes, y están grabados por nuestros educadores, que nos inculcaron sus ideas, sus deseos, sus opiniones, y también sus traumas y errores.
Son mensajes dictatoriales que nos inculcaron durante la infancia, y que sin posibilidad de rebatirlos –porque no estábamos preparados para hacerlo- los incluimos –sin saberlo- en nuestros modos de ser y de comportarnos.

Los mandatos son órdenes –innegociables- por parte de nuestros padres y educadores que nos introdujeron y que obedecemos. Prácticamente todas tienen algo en común: son prohibiciones, son negaciones y negativas, y van en contra de nuestra naturalidad y modo de ser reales.
No todo lo que nos decían empezando por un NO era un mandato ni era algo negativo. NO te auto-lesiones, NO metas los dedos en el enchufe, NO hagas cosas que son peligrosas para tu edad, NO te metas el dedo en la nariz cuando estés con otras personas… no son mandatos negativos, son normas esenciales de supervivencia o convivencia.

Algunas nos los manifestaron de un modo verbal, pero con otros lo hicieron de un modo emocional. Con sus palabras o actitudes aprobaron y reforzaron las cosas que hacíamos de acuerdo con los criterios familiares en cuanto a conductas, pensamientos y emociones que uno debería tener y sentir, y desaprobaron o castigaron lo que no coincidía con sus imposiciones.
Uno tenía que sobrevivir, y aceptó –sin saberlo- todas las normas.
Incluso las que no gustaban, pero eran mandatos parentales que había que cumplir. Había que amoldarse a ellos porque nos dejaban muy claro lo que se esperaba de nosotros y lo que tendríamos que obedecer.

(Hay más información sobre esto en el capítulo LOS ESTADOS DEL YO)  (http://buscandome.es/index.php/topic,16747.0.html)


ALGUNOS EJEMPLOS DE MANDATOS

No pienses
No disfrutes
No existas
No seas tú mismo
No crezcas
No confíes
No triunfes
No seas importante
No ames
No estés bien
No decidas
No sientas
Etc.


¿CÓMO FUNCIONAN?

Tomaremos uno como ejemplo para comprenderlo: NO PIENSES.
Es muy posible que nunca lo digan con palabras, pero cuando un niño tenga una equivocación durante su infancia, cosa muy probable, le dirán –con estas palabras u otras similares, o sin ellas- “tú haz lo que yo te diga” o “te equivocas siempre” o “no tienes ni una idea buena”.
Todas estas palabras, o alguna mirada reprobatoria, o algún castigo, harán que uno se cuestione si realmente está capacitado para pensar y es muy probable que acabe aceptando la sugerencia-imposición de sus padres que, por otra parte, se supone que son personas en las que puede confiar y que saben más que él mismo. Sobre todo, a esa edad.
El mandato que trasmiten es algo similar a “no confíes en ti” o “tus pensamientos son erróneos”, por lo tanto “es mejor que NO PIENSES tú, y ya pienso yo por ti”.
Con esto lo que consiguen es desastroso: el niño dejará de confiar en sí mismo y en sus capacidades porque “está demostrando” que es un inútil –así lo entiende él-, que no sabe pensar bien, y eso se estará convirtiendo por una parte en una sobreprotección por parte de los padres –que tendrá nefastas consecuencias en el niño- y en una disminución o pérdida de la autoestima del niño.
A partir de entonces dejará de pensar, aplazará continuamente las decisiones que tenga que tomar, desconfiará de cualquier decisión que tome, tendrá un complejo de ser incapaz en ese terreno, y hará lo que le digan los otros –y será por tanto manipulable- porque creerá que los otros están más capacitados que él.


¿CÓMO SALIR DE LOS MANDATOS?

Serán necesarios los permisores -de los que se informa un poco más adelante-. Es conveniente partir de la comprensión previa de los mandatos y de su origen. Después hay que afrontar el asunto de los pensamientos y la forma de pensar. Esto siempre es más efectivo si se hace con un profesional experto en AT, pero si no lo puedes hacer, de un modo provisional puedes avanzar algo con estas ideas. A cada persona le va una mejor que otra, así que… prueba.

Son útiles en muchos casos, como refuerzo del trabajo, las afirmaciones positivas. Es recomendable hacerlas a media voz y en un estado de meditación/relajación muy cercano al inconsciente, ya que es allí donde están los mandatos y es allí donde hay que resolverlos.
Frases, dichas con convencimiento, como las siguientes u otra similares pueden servir:

Tengo derecho a pensar por mí mismo.
Tengo permiso para pensar.
Soy capaz de pensar yo solo.
Mis pensamientos son válidos.

Para pensar bien, quien no haya sido instruido en cómo hacerlo, conviene que aprenda ahora a hacerlo bien. La actitud abierta y sin prejuicios ante el motivo sobre el que se vaya a pensar es imprescindible. Hay que poner toda la mente y toda la atención concentradas en lo que se va a pensar. Es bueno tener el máximo de información posible. Son irrenunciables la objetividad y la capacidad de ver las cosas desapasionadamente, como realmente son, sin condicionamientos. Eso se consigue viendo dese fuera el asunto a tratar y no estando implicado en él porque eso hará perder la imparcialidad.

Algunas personas se valen de pequeños trucos para hacerlo mejor. Una buena idea es la de anotar en un folio toda la información, ya que al escribirlo se cosifica y es más fácil leerlo que seguir los propios pensamientos en la mente.
Otras personas dividen en folio en dos partes con una raya y ponen a un lado las ventajas y en el otro las desventajas. Con esa información a la vista es más fácil salirse del asunto y de su influencia.


LOS MANDATOS SON CREENCIAS

Creencias que nos limitan, que condicionan nuestro modo de ver el mundo, toda nuestra vida, pero –y este es el problema- sin darnos cuenta de ello. Nos parece que es “normal” o que “somos así”, porque nos han obligado a obedecer lo que cada mandato dice, y con eso hemos aceptado, inconscientemente, auto-boicotearnos para siempre… salvo que, tras darnos cuenta de ello, decidamos voluntariamente deshacernos de ellos mediante PERMISORES, que son unos facilitadores que tienen que desbancar a los mandatos para poner en su lugar lo que son nuestras decisiones personales y libres actuales.


ALGUNOS EJEMPLO DE PERMISORES

Tengo derecho a ser yo mismo.
Merezco amar y ser amado.
Amo la vida.
Soy flexible y puedo adaptarme.
Puedo disfrutar y divertirme.
Puedo aprender en quién confiar.
Puedo aprender de mis errores.
Tengo la capacidad de terminar lo que empiezo.
Puedo decidir libremente.
Tengo mi permiso para pensar y sentir.
Etc.


RESUMIENDO

Es muy conveniente hacer una revisión personal completa –y hacerla metódica  y regularmente- que abarque todos los sectores de nuestra vida y nuestra mente. Un control exhaustivo para comprobar si todo lo que uno hace o no hace es por libre decisión o es respondiendo a una educación mala, a unas normas que no son aceptables o están caducadas pero seguimos respetando inconsciente y escrupulosamente. Nos llevaremos una sorpresa, sin duda, y nos veremos obligados a hacer modificaciones por nuestro propio bien. Y para no contaminar a los que tengamos que educar.

“Más vale malo conocido que bueno por conocer” no es un adagio apropiado en este caso. Apuesto a que no puede aparecer nada peor que lo conocido actualmente en una búsqueda de Autoconocimiento Personal cuando la intención que hay en ello es la de mejorar.

Ya sé que cualquier cambio implica enfrentarse a estructuras muy rígidas y asentadas a las que les hemos dado un poder enorme. Lo sé. Pero eso no es un motivo suficiente para no afrontar un cambio cuando es necesario.
“Yo soy”, “Yo elijo”, “Yo quiero”, “Yo decido”… son buenos comienzos para tu deseo de deshacerte de los mandatos.
Ánimo… ¡y adelante!



MÁS INFORMACIÓN SOBRE MANDATOS

MANDATOS PARENTALES:
http://buscandome.es/index.php/topic,7249.msg9108.html#msg9108

DESOBEDECER LOS MANDATOS:
http://buscandome.es/index.php/topic,12593.msg14886.html#msg14886


Francisco de Sales




Julio 14, 2023, 05:23:01 am
Respuesta #1

Desconectado Tadeo Rivas

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Re:71 – LOS MANDATOS (ANÁLISIS TRANSACCIONAL)
« Respuesta #1 en: Julio 14, 2023, 05:23:01 am »
De imprescindible lectura y comprensión.

 

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