¿QUÉ LEGADO VAS A DEJAR EN EL MUNDO?
(Un legado es aquello que se deja o se transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial).
En mi opinión, el desarrollo de la Humanidad sólo se puede conseguir con la suma de los desarrollos individuales. Es evidente que si todas las personas que estamos en el mundo fuésemos mejores el resultado global sería el de una Humanidad mejorada.
Estoy convencido –absolutamente convencido- de que todos tenemos la obligación, moral y espiritual, de hacer algo por el desarrollo del conjunto de la Humanidad.
No es mucho lo que se nos pide.
Si uno está en un Proceso de Desarrollo Personal cada vez es más consciente de su pertenencia a ese gran colectivo que habita el mundo, y es consciente de la indisolubilidad de esa unidad intangible que formamos, y cada vez se siente uno más participativo en esa empresa común que es vivir en armonía y sacar todo esto adelante, y cada vez comprende con más claridad que la aportación al progreso y perfeccionamiento es algo más que una obligación y más que un deseo: también es una necesidad.
Si estás de acuerdo con este preámbulo, entonces es el tiempo de que revises tu actitud con respecto a este asunto tan primordial.
¿Qué legado vas a dejar en el mundo?
Todos estamos capacitados para dejar algo.
No es necesario inventar un medicamento milagroso –aunque sería muy interesante- ni hacer el descubrimiento del siglo –cosa que también sería de agradecer-, sino aportar en la medida de las posibilidades personales algo que contribuya a tan noble tarea.
Lo que hacemos y aparenta ser simple o poca cosa a veces se convierte en grandioso y en algo que será recordado para siempre, o en algo que decimos a otro en un momento concreto le puede transmitir tranquilidad y bienestar o felicidad o confianza en la vida y fe en lo porvenir.
Pienso en algunas sonrisas que, a veces, nos cambian el estado y nos reconfortan el ánimo, y pienso en algunos abrazos que nos han sacado del pozo del dolor o la desesperación, o pienso en esa palabra amorosa que alguien pronunció en aquel momento en que uno estaba sumido en la desesperanza, o pienso en el acto generoso o caritativo que en alguna ocasión tuvimos para con otros, o pienso en un gesto de amabilidad en el trato cotidiano, en una mano tendida, o en una muestra de cariño de cualquier tipo que damos o recibimos.
¿Qué legado vas a dejar al mundo?
¿Qué puedes hacer?
¿Qué quieres hacer?
Creo que todos le debemos algo al mundo, por tantas cosas que nos ha mostrado y permitido disfrutar, y todos le debemos algo a la vida, por tantas cosas y momentos que nos ha dado.
“Quien no es agradecido no es bien nacido”. Así se dice. Y es cierto.
Tenemos que escuchar a ese Ser bondadoso que nos habita, a ese Ser que sabe que tiene que colaborar con el desarrollo de la Humanidad y el bienestar –o por lo menos el mejor estar- de los otros.
Que quien lo desee aporte algo, lo que pueda, porque estamos necesitados de todo: caridad, sonrisas, abrazos, esperanza, ayuda, acogimiento, acompañamiento, comprensión, empatía, cariño, amor…
Sería grandioso, y un triunfo en esta vida, que fuésemos capaces de plantar semillitas de esto mismo en la conciencia de los otros.
Y entonces pasaremos a formar parte como colaboradores en el plan divino para este mundo, y el mundo –que nada olvida- nos tendrá en su memoria.
Te dejo con tus reflexiones…
