Buscandome

Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión

 


Traductor Google

 CASI TODO SOBRE LA AUTOESTIMA (UNO)



Septiembre 18, 2011, 08:15:07 pm
Leído 5617 veces

Desconectado Francisco de Sales

  • Administrator
  • *****

  • 7386
    Mensajes

  • Karma: 8

CASI TODO SOBRE LA AUTOESTIMA (UNO)
« en: Septiembre 18, 2011, 08:15:07 pm »
“PROMETO NO ABANDONARME NUNCA MÁS.”

“Las personas con Alta Autoestima no se sienten superiores a los demás;
 no buscan probar su valor comparándose con los demás.
Disfrutan siendo quienes son, no siendo mejor que los demás.”
(Nathaniel Branden)

"La peor desgracia que le puede suceder a un hombre
 es pensar mal de sí mismo."
(Goethe)

La Autoestima es justa y correcta.
Si nos valoramos en más o en menos, ya se llama Autoestima,
sino juicio injusto.

La mayor injusticia que podemos cometer para con nosotros mismos, es no desarrollar la Autoestima. Sólo sentir compasión, e instalarse en ella, es una razón que nos condena irremediablemente a una vida miserable.

La lucha por la Autoestima sí vale lo que exige. Sea lo que sea.

“Las personas que piensan que no son capaces de hacer algo,
no lo harán nunca, aunque tengan las aptitudes”.
(Indira Gandhi)






Nota.- Este capítulo está escrito desde diferentes puntos de vista y es muy amplio. La Autoestima es un asunto tan importante, que lo merece. La intención es que lo comprendas bien de uno u otro modo. Disfrutar una buena Autoestima es imprescindible, pues todos nosotros estamos construidos sobre ella.


Un día, una querida amiga me dijo que tenía la Autoestima Baja porque creía que era nadie; le contesté que yo, que tengo la Autoestima en su sitio, sé claramente que soy nadie.
La diferencia entre nosotros está en cómo sentimos la misma cosa.
Ella, que sigue enganchada al Yo Ideal, se daba cuenta de que se había propuesto ser alguien, y no lo estaba consiguiendo, lo que le creaba un malestar tan profundo que afectaba a su Autoestima.
Yo, en cambio, sé claramente que soy nadie, y que no necesito ser alguien. Soy Yo Mismo, y soy consciente de que, para Uno Mismo, no es necesario ser alguien y que nadie es alguien, y que no se necesita ser alguien, sino saber y estar convencido de que nada cambia por ser alguien.

No vale quejarse de que la Autoestima “me venía defectuosa de nacimiento”, que “no me arranca el motor de la responsabilidad”, o que “el manual de instrucciones de la vida me venía escrito en chino mandarín”. Nuestra responsabilidad es preservarla para que se mantenga intacta y en el nivel correcto.
Debemos plantearnos como objetivos básicos aliviar el sufrimiento que su incorrección nos provoca, e incrementar la felicidad, que queda mermada por el mismo motivo.

Elevar la Autoestima es algo más que eliminar los aspectos negativos: es conseguir los aspectos positivos.
Un ser humano merece respeto. Y uno es un ser humano.

Todos tenemos yoes que nos ayudan y otros yoes que tratan de destruirnos, o, cuanto menos, no colaboran. Todos los yoes somos nosotros, o sea, forman parte del Yo.
Mejor dicho, estamos siendo todos los yoes en este instante. De momento, y mientras no se establezca una Autoestima correcta, no podemos rechazar a ninguno de los yoes: no al indolente que nos habita, pero tampoco al esforzado que llevamos dentro y pretende ayudar. No debemos boicotearnos.

A lo largo de la vida escucharemos muchas opiniones acerca de nuestra valía, pero ninguna es tan importante como la nuestra.
La Autoestima se funda en el respeto: uno se ha de respetar a sí mismo si quiere que los demás le respeten.
Todos los humanos merecemos amor y respeto, y, por encima de  todos, el propio amor y respeto.

Es una absoluta injusticia ser generoso y comprensivo con los demás y no serlo con uno mismo.

En nuestro nivel de Autoestima influye mucho cómo nos sentimos aceptados por las personas que son importantes para nosotros.


BAJA AUTOESTIMA:
Ir por la vida con la Autoestima Baja es ir cargado de un lastre innecesario, acompañado de un enemigo traicionero y cruel, y con el freno de mano puesto.
De la Autoestima Baja, o de la fAlta de ella, es de donde nace una grandísima parte de la infelicidad.
Si fuéramos capaces de comprender que somos un milagro, que somos afortunados por poder estar en el mundo y disponer de una vida; si valorásemos la vista, el tacto, los sentimientos, las emociones, el sol, la gente que nos quiere, los abrazos que recibimos, aquel tiempo que pasamos en brazos de nuestra madre… no podríamos hacer otra cosa en todo el día más que dar gracias a Dios.

Está demostrado que tanto la Autoestima como la asertividad influyen en el sistema inmunológico.
Si nuestra Autoestima es positiva, nos otorga resistencia, fuerza y capacidad de regeneración.
Cuando es Baja, es menor la capacidad de enfrentarse a las adversidades de la vida. Caemos ante ellas y eso contribuye aún más a consolidar nuestra Baja Autoestima. Y ya ni siquiera es el círculo vicioso, sino que es una espiral que cae llevándonos cada vez más hacia el centro de la total desdicha.

El sufrimiento nos impide experimentar la alegría.

Otorgamos más poder a lo negativo que a lo positivo.




AUTO ESTIMA CORRECTA

La Autoestima no ha de ser Alta ni Baja, sino correcta.
Tener una buena Autoestima está al alcance de cualquiera, porque no es necesario ser alguien importante o rico o inteligente o triunfador para conseguirlo.
Cada uno es lo que es y tiene lo que tiene: circunstancias, vivencias, apoyos, dificultades, y cosas a favor y en contra.
La Autoestima correcta es que sepamos apreciarnos con imparcialidad, y no crear un héroe donde no lo hay, pero tampoco desdeñarnos, ni menospreciarnos, ni despreciarnos. Tasarnos en la justa medida, en el valor exacto. No regatear, ni tampoco robarnos.

POSITIVISMO
Ni disculpas, ni arrepentimientos. Ni lástima, ni compasión, ni victimismo. Ni detenerse, ni rendirse. Ni amargura, ni agachar la cabeza, ni echar nada en cara.
El diálogo con uno mismo ha de ser positivo y constructivo.
Vamos a concentrarnos en conseguir éxitos y vamos a desengancharnos de los fracasos.

JUSTICIA
Vamos a utilizar para con nosotros la misma vara de medir que aplicamos con los demás. Vamos a encontrar la equidad y la justicia en nuestra valoración.
Habremos de reconocernos y saber valorar cada uno de los pequeños adelantos. Enhorabuena, lo he hecho bien.  Felicitaciones. Y, además, he sido capaz de reconocerlo. Otra vez enhorabuena y felicitaciones.
Es imperdonable no valorarse en la justa medida y no respetarse.

RESPONSABILIDAD
Yo soy responsable de mí.
Nadie más.
En manos de nadie debo dejar tan importante asunto.

PRIMEROS PASOS
No es conveniente buscar resultados espectaculares desde el primer momento. Este es un proceso lento, pero ha de ser constante.
Que los primeros pasos sean cortos pero seguros. No pretender comenzar con cosas imposibles.
Marcarnos una disciplina en que el deseo de mejorar es continuo, en cada oportunidad, en cada situación, en cada pensamiento. Es nuestro objetivo primordial. Deseamos dedicarnos a ello con vocación e intensidad.
 
EVITAR
Pesimismo.
Críticas desproporcionadas y destructivas.
Aburrimiento.
Desesperación.
Pereza.
Impaciencia.
Compañías o amistades negativas.
Actitudes destructivas.
Comportamientos improductivos.

FOMENTAR
Curiosidad.
Creatividad.
Confianza.
Alegría.
Amor.
Sistema de premios y recompensas.
Balances de justicia.
Buscar apoyos y gente que nos anime.
Tener una lista con todas nuestras cualidades, valores y talentos, y actualizarla continuamente añadiendo los logros que se van consiguiendo.
Pedir ayuda.
Entusiasmo.
Preguntarnos sin miedo.
Escucharnos sin miedo.
Crear proyectos y realizarlos.



MIS PENSAMIENTOS

Uno de los pilares básicos de la Autoestima se asienta en el amor hacia uno mismo, lo que se denomina amor propio.
El amor propio lo malinterpretamos como una especie de orgullo personal o de voluntad extra, cuando en realidad es otra cosa: amor hacia uno mismo. Cosa que no tiene nada que ver con el egoísmo. Y si tuviera algo que ver, sería un buen y sano egoísmo.
El amor propio se puede fomentar de muchas maneras:


Teniendo paciencia conmigo mismo:

Aún no soy un ser perfecto -aunque me queda poco para serlo-, aún me equivoco, me olvido, me desatiendo, me engaño, no me hago caso o no me respeto, me tengo un poco de miedo… Me propongo cosas que luego no cumplo. Digo una cosa y hago otra. Pienso seriamente que a partir de ahora voy a cambiar algo y aplazo continuamente ese “ahora”. Pero no me queda más remedio que comenzar de nuevo, que sacar amor de la reserva y dármelo, porque “yo” soy lo único que realmente tengo, y si “yo” quiero estar bien no tengo más remedio que curar o educar a “yo”.


Aceptándome como soy:

En este momento estoy siendo así, aunque quiero ser de otro modo. Estoy en ello. Pero no puedo comenzar un proceso de crecimiento personal, o el descubrimiento de mi realidad, si antes no quito las capas que ocultan al verdadero. Esto es lo que tengo en este momento, esta es mi materia prima: lo que estoy siendo. Aunque, claro, la aceptación de como estoy siendo es provisional. A quien sí querré de un modo definitivo es al que va a aparecer al final de este proceso en el que me he embarcado.


Estando en paz:

Llevo muchos años de guerra personal. Sé que de nada me sirve esta relación conmigo, que no me ayuda, sino que me pone trabas, porque a veces se me quitan las ganas de luchar por mí mismo ya que no estoy seguro de que merezca la pena. Pero, en el fondo, sé que no merezco el trato o el abandono que me doy. Estoy harto de luchar. Y no quiero seguir al encuentro que he de realizar conmigo portando una espada en la mano. Aspiro a la paz porque sé que es el estado óptimo y natural. El amor reside en la paz y no en la guerra, y necesito amor propio para poder seguir adelante.


Dándome caricias:

No me acuerdo de cuándo es la última vez que me di una caricia sincera, que me miré a los ojos sin reproches, que me di un abrazo simbólico, o que no me he regañado por algo que he hecho mal. Parezco mi más encarnizado enemigo. Y sé, sin la mínima duda, que me necesito. Me necesito entero y a mi favor. Me necesito relajado y colaborando. Me necesito con el alma en paz y sonriente. Voy a darme caricias de enamorado, cuidados de madre, mimos de abuela… voy a quererme. Quiero a este ser que soy yo y que me he acompañado desde el principio, incluso en los peores momentos. Que no me falten nunca caricias internas.


Siendo madre mía:

El mejor de los amores viene de la madre. Me propongo ser madre mía. Amarme todo y sin condiciones, como hace ella. Cuidarme. Preocuparme por mí. Atenderme aún en las horas intempestivas y en los momentos oscuros. Darme una atención ilimitada, completa, y con la mejor y más sincera de las sonrisas.


Siendo más generoso:

Pero no me refiero a darme regalos materiales, cosa que no está mal y siempre merezco; además, la generosidad repercute de un modo mágico: mientras más doy, más recibo. Pero me refiero explícitamente a la generosidad hacia mí mismo: generosidad de tiempo y atención, de cuidado y caricias, de paciencia y comprensión. Voy a tratarme de un modo impecable, irreprochable. Lo mejor que me puedo dar es gratis y tengo el corazón lleno de ello. Voy a ser generoso de amor propio. Me voy a dar todo el amor que me debo y el que no he recibido.


Disfrutando:

Si tengo la capacidad de disfrutar, y todo lo que yo soy es un regalo de Dios, es evidente que es un don que he de utilizar. Disfrutar no es malo, pero solamente disfrutar puede ser un error. Voy a compaginar los momentos de recogimiento que requiere un proceso de crecimiento personal con los momentos de disfrute que llenarán el depósito siempre necesitado de la Autoestima, porque si me descubro que soy capaz de disfrutar y eso no me crea una mala sensación, estaré potenciando una de mis mejores y más agradables facetas. La espiritualidad no está reñida con el disfrute y jamás hay que entender que el descubrimiento de Uno Mismo es un sendero adusto o fúnebre. Y, además, ya llevo encima mucha preocupación, mucha tristeza, y he pasado por momentos dolorosos. Me merezco disfrutar.



Mimándome:

Sin más, sin necesidad de motivo, sólo… ¡porque me amo!



Dándole importancia sólo a lo que me importa:

Me doy cuenta de que vivo con la escala de valores de los demás, la que socialmente se admite, pero no tengo en cuenta lo que realmente me importa a mí. “Importa lo que importa”, se dice, y la frase contiene mucho más de lo que aparece a primera vista: requiere una reflexión profunda. Voy a averiguar qué es lo importante para mí, y voy a dedicarle el esfuerzo y la atención que necesite.




SOLUCIONES O SUGERENCIAS:


MOTIVACIÓN  - tener claro el concepto del merecimiento. Tener un propósito firme. Encontrar razones y fortalecerlas:

Porque lo merezco…
Porque no quiero seguir sufriendo…
Porque lo deseo…
Porque…
Porque…
Porque…

AMOR PROPIO – atento cuidado y caricias constantes.   El amor tiene que estar ya en ti. No tienes que buscarlo fuera. El desamor y la falta de respeto son los peores pecados que uno puede cometer contra sí mismo.

VOLUNTAD – fortaleza y confianza.

NO FALLAR – bajo ninguna excusa ni concepto. Ganarás en credibilidad, con lo que fortalecerás la Autoestima.

RESPETO – personal en cualquier circunstancia.

COMPRENSIÓN – has de reconocer que eres víctima de tu nivel de Autoestima, pero también tienes que comprender que eres responsable de llevarla al sitio adecuado, ya que mientras no esté equilibrada, tú serás el sufridor de ello. Reconocer que uno se ha equivocado es demostrar que hoy se es más sabio que ayer.

COMPASIÓN - La Autoestima no es merecedora de lástima, sino de valoración justa y precisa. En vez de sentir compasión, mejor sentir con pasión. Si quieres, puedes.

VOLUNTAD DE PERDÓN – si la comprensión ha sido correcta, verás que ya no es necesario el perdón. Pero si crees que necesitas perdón, que sea del todo sincero, generoso, cariñoso, abierto, muy humano…

MENTE EN BLANCO SIN ANOTACIONES DEL AYER – es lo mejor: empezar de cero, sin victimismo ni culpabilidad.

DIGNIDAD PERSONAL – Uno ha de considerarse merecedor de lo bueno: una buena vida, una buena personalidad, un buen respeto.


EL PRÓJIMO ES COMO TÚ - El prójimo es como tú. Este proceso de reconocimiento del propio valor, conlleva darse cuenta de que el prójimo también es merecedor de similar trato. Los demás son seres vivos; atraviesan circunstancias similares a las tuyas; tienen el mismo derecho a ser bien tratados.


ATENCIÓN
El asunto de la falta de una Autoestima adecuada es un asunto que me importa mucho.
Durante una época de mi vida que practiqué la quirología, puede comprobar que los principales conflictos personales (en un 95% de los casos aproximadamente) derivan de una Autoestima incorrecta.

 

TinyPortal 1.6.5 © 2005-2020