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 5 – EL AUTOCONOCIMIENTO



Mayo 18, 2020, 05:39:44 am
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Desconectado Francisco de Sales

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5 – EL AUTOCONOCIMIENTO
« en: Mayo 18, 2020, 05:39:44 am »
CAPÍTULO  5 – EL AUTOCONOCIMIENTO

Este es el capítulo 5 de un total de 82 -que se irán publicando- en los cuales se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL.



“La mayor sabiduría que existe es conocerse uno mismo”. (Galileo Galilei)

   “Todo momento cotidiano es óptimo”.
(Gurdjieff)

“Conócete a ti mismo”.
(Atrio del Templo de Delfos)

"Ser capaz de prestarse atención a uno mismo es requisito previo
 para tener la capacidad de prestar atención a los demás;
 del mismo modo que sentirse a gusto con uno mismo
 es la condición necesaria para relacionarse con los demás."
 (Erich Fromm).

 “Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar
sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse
a sí mismos y corregir su propia vida.”
(San Agustín)

“A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.”
(Heráclito de Éfeso)

“Conócete, acéptate, supérate”.
(San Agustín)

“De todos los conocimientos posibles, el más sabio
 y útil es conocerse a sí mismo” .
 (William Shakespeare)

“Conocer a bien a los otros es inteligente,
 conocerse bien a sí mismo, es sabiduría”.
(Einstein)


Siempre se ha dicho que los demás son el espejo donde nos vemos reflejados.
La mayoría de las personas tienen tendencia a verse a través de los ojos de otras personas con la esperanza de que le revelen facetas -nuevas y buenas- de sí mismos que son incapaces de ver.
Para empezar a conocerse no hay mejor método que observar. Observarse. Pero –de momento- sólo eso: observar y darse cuenta. No emitir juicios, no saltar a la defensiva y justificarse continuamente, no analizar, ni comparar, ni aún menos buscar motivos para castigarse. Solamente observar.
El proceso de auto-conocimiento es un proceso de absoluta sinceridad. Sin este requisito no tiene sentido comenzar.
Lo trágico es que la mayoría de las personas se buscan en todas partes menos dentro de sí mismos, y por ello fracasan en la búsqueda.
Se trata de Descubrirse –en profundidad, por encima del concepto superficial que uno tiene de sí mismo-, para conocer lo que uno es realmente.
En este momento del proceso no se trata de cambiar nada, ni siquiera de corregir ni de añadir nada que venga de fuera. Sólo tener paciencia y observar.
No hace falta aplazarlo hasta tener más conocimientos externos, que no son más que la acumulación de información que se coge de los libros o se escucha en las charlas. Eso es algo que está al alcance de cualquiera, pero no aporta nada en este momento, porque ahora sólo interesa conocer lo que ya hay dentro. Más adelante, veremos cómo se puede resolver y qué hay que incorporar.
Lo auténticamente importante en este momento es conocer lo que soy y cómo estoy, y hay que poner toda la energía y atención en ello.
¿Qué se necesita? Atención y tiempo. Dedicar horas a observarse, a hacerse preguntas, a sentirse. Poner total atención a todas las cosas que nos pasan, incluso las mínimas, y a las sensaciones posteriores que nos dejan.
Observar si uno es Uno Mismo en todos los instantes, pero hacerlo en serio, no como si fuera una curiosidad sin más o una distracción. Esta función, sin una fe y voluntad firme que la magnifiquen, no tiene posibilidad de convertirse en algo profundo.
Eso sí, a medida que se insiste en la observación se nota una especie de ensanchamiento de la conciencia, y a medida que se sigue en ello con aplicación se ven más de continuo los resultados de esa atención; uno parece desarrollar con gran velocidad una capacidad innata que hasta ahora no utilizaba. (Ver los capítulos Descubrir y Yo-Yoes)
Sin hacer nada más que lo anteriormente escrito, se empiezan a sentir transformaciones.
Si hay un deseo profundo, llevará hasta lo profundo; si hay una atención total, habrá un descubrimiento total.
Decía Gurdjieff: “Todo momento es propicio para el auto-conocimiento, pero es más eficaz cuando se realiza en condiciones cotidianas. Las experiencias espirituales sin conciencia del cuerpo son alucinaciones. Quien es consciente del propio cuerpo no enloquece.”
Y hay que recordar que, aunque pueda gustar más lo místico, por eso de aparentar ser más profundo y menos cotidiano, la verdad es que el cuerpo físico ayuda o condiciona, y no se debe renegar de su existencia, que es nuestro actual habitáculo. El cuerpo es lo que te lleva a los sitios donde tienes las experiencias.



VISTO DE OTRO MODO

Todo lo que sea honrado vale en el proceso de auto-conocimiento.
Todo da pistas si estás atento.
En cada tropiezo, en cada frase, en cada libro, en cada música, en cada escalofrío, hay una lección.
De ti, solamente de ti, depende aprehenderla.
Estar atento a todo: eso es lo que necesitas.
Y, de cada experiencia vivida, sentir las emociones y escuchar primero las emociones y después los sentimientos.
Si no lo haces así, te queda por delante un largo camino de insatisfacción personal, y una vida desaprovechada.
La otra opción es la negación o la huída, y lo malo que tienen las huídas es que, vayas donde vayas, siempre te encontrarás contigo allí para recordarte lo que no estás haciendo.


POR SI NO LO SABES

¿Nos conocemos realmente?
(Basado en ideas de Daniel Goleman)

El auto-conocimiento es un pilar básico a la hora de hablar de las emociones y la inteligencia emocional. La atención continuada a los propios estados internos se podría denominar conciencia de uno mismo.
De forma auto-reflexiva, la mente debe observar nuestras experiencias, incluyendo las emociones, como si fuera un vigía de lo que hacemos y sentimos.                                       
La conciencia no es un tipo de atención que suela verse influida por las emociones. Incluso en situaciones anormales, y centrando su atención en el interior de cada uno, de forma general, la auto-observación nos permite una toma de contacto en relación a los sentimientos unidos con la pasión o las turbulencias, aunque en determinados casos, lo que hace es producir un distanciamiento con la experiencia, obviando lo acontecido.
Por lo tanto, si tomamos conciencia de nuestras emociones, poseemos una habilidad emocional clave sobre la que se pueden apoyar otras habilidades como el autocontrol emocional.                                 
Según los psicólogos, existen diversos estilos de personas en cuanto a la forma de tratar sus emociones:

Personas conscientes de sí mismas:

Se trata de individuos que son conscientes de su estado de ánimo, al mismo tiempo de que lo están experimentando, lo que les da la oportunidad de tener una vida emocional muy desarrollada. Viven el presente y son conscientes de ello, lo que les ayuda a ser más autónomos, seguros y en general más positivos que los demás. Frente a situaciones negativas, tienen más facilidad y recursos para salir airosos de ellas. Ante problemas, ven oportunidades.

Personas atrapadas en sus emociones:

De forma general, sus emociones les desbordan y dominan, son presos de su estado de ánimo. Suelen ser muy variables, poco conscientes de sus sentimientos y perdidos en relación con las emociones, con una sensación continua de que no pueden controlar su vida emocional.

Personas que aceptan resignadamente sus emociones:

Son conscientes claramente de lo que sienten y, ante eso, optan por una posición de aceptación y pasividad, evitando cualquier modificación.

El primer tipo parece ser el correcto. En el segundo, uno es inestable y está a merced de algo que no controla, como son sus emociones. Uno es víctima de sí mismo. El tercer tipo tampoco es adecuado, porque no es obligatoria la resignación ni la subordinación ante algo que se puede modificar. No es necesario sufrir innecesariamente por la propia rendición.

Lo habitual es que te sientas identificado con alguno de estos tipos. Te conviene observar cómo eres, y ver después si quieres seguir en el tipo que lo haces habitualmente, o si crees que es algo que depende de ti y que tú le puedes poner remedio.
Te sugiero que lo hagas ahora.

RESUMIENDO

Autoconocimiento…Descubrirse…La Búsqueda… El Camino… todo es lo mismo pero con otros nombres. Es lo mismo pero están explicados de otro modo y alguno de ellos te puede llegar mejor y ser más comprensible para ti. Escoge lo que más te anime a empezar o a seguir. Tienes en los siguientes capítulos toda la información para que te conozcas más y mejor.


Francisco de Sales





   


 

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