6 TIPS PARA SUPERAR CUALQUIER OBSTÁCULO EN TU VIDA
La resistencia es una insidiosa voz o sensación que se manifiesta con bastante más frecuencia de la que nos gustaría en nuestras vidas para decirnos qué es lo quedebemos o no debemos hacer.
Hasta aquí suena bien ¿verdad? El único pero es que normalmente lo que la resistencia consigue es que no hagamos lo que queremos hacer o que hagamos lo que no queremos hacer. Es ese Pepito Grillo que interfiere cuando nosotros hemos hecho planes y nos parece que nuestros planes no pueden ser mejores ni más beneficiosos.
Una señal de resistencia clara es saber qué es lo que tenemos que hacer, cómo lo tenemos que hacer y cuándo lo tenemos que hacer y sin embargo no lo hacemos. Puede ser buscar pareja o dejar a la pareja que tenemos, cambiar de trabajo o hacernos empresarios, llamar a un amigo o aguantar a alguien que no nos cae bien y además nos da el día, dale el nombre que quieras.
Cuando la resistencia aparece sentimos una urgencia repentina por hacer justo lo opuesto de lo que queremos hacer. O nos parece que es mejor hacer lo opuesto porque “ahora no es el mejor momento”.
Sentimos entonces que hay justificación, y si no, la encontramos, para no perseguir y cumplir nuestros objetivos, sino para sabotearlos. Para mantenernos alejados del éxito y de la sensación de complacencia y satisfacción que nos proporcionaría.
Lo cierto es que si conseguir objetivos fuera fácil todo el mundo conseguiría los suyos, y es verdad que todo empieza por el planteamiento de los objetivos.
En un porcentaje bastante alto, veo todos los días personas que tienen objetivos definidos y claros, que dicen desear fervientemente, y que un análisis un poco más profundo desvela no ser el objetivo que realmente la persona quiere, sino el objetivo de su jefe, o de su familia, o el objetivo que tenía hace veinte años pero que no es el que quieren ahora.
A veces aparecen sorpresas. La principal motivación para conseguir un objetivo es quererlo, si no nuestro cerebro estará buscando todo el tiempo cosas que son más agradables que perseguir un objetivo que no queremos. Y no sólo no conseguiremos nuestro objetivo, además nos sentiremos insatisfechos y frustrados y perderemos la motivación para hacer otras cosas que queremos hacer.
1. ¿Realmente es importante para ti? Contesta con sinceridad esta pregunta y si la respuesta es sí ¿de 1 a 10 cuánto quieres tu objetivo?
2. Adelántate a los obstáculos. En un estudio que se hizo con personas que tenían ansiedad el tener un plan sobre lo que harían cuando sintieran ansiedad y pensar en qué es lo que podía pasar y qué iban a hacer si pasaba redujo de manera considerable sus niveles de ansiedad. Piensa que lo desconocido nos da más miedo que lo que conocemos por malo que sea, así que adelántate.
3. Sé honesto contigo mismo. Puede que creas que el principal problema para conseguir lo que quieres es la falta de tiempo. Sin embargo, a lo mejor, es otra la razón, por ejemplo que tu orden de prioridades no está establecido de manera eficiente, y ese objetivo está entre los últimos entre tu orden de prioridades. Ten en cuenta que puede ser muy frustrante no conseguir un objetivo y que puede influir en otros objetivos que tengas en el futuro, así que haz un esfuerzo por ver quién o qué puede estar causando o ha causado que no lo hayas conseguido hasta ahora. Por ejemplo, cuando tengo que ver a alguien que no quiero ver, puede ser un familiar, un conocido, algún amigo de mi marido, suelo encontrar toda clase de excusas para no hacerlo, y a veces echo la culpa a mi falta de tiempo, cuando es mi desgana la que hace que encuentre excusas, darme cuenta me ha permitido resolverlo directamente, e intento ver a esa persona lo antes posible, porque mientras no lo hago pierdo más tiempo pensando en que no puedo hacerlo.
4. Motívate. Se trata de que dividas el objetivo en pequeños objetivos, que te permitan comprobar que estás haciendo progresos porque estás avanzando hacia tu objetivo paso a paso, aunque no lo hayas conseguido del todo para mantenerte en el camino. Por ejemplo, hay veces que no voy a tener tiempo para escribir un artículo, de hecho me lleva bastante tiempo hacerlo. Lo que sí hago es que si tengo una hora busco temas sobre los que me apetezca escribir, busco cuáles han sido los temas que más han salido en las sesiones individuales, veo cuáles de los temas me apetece tratar en ese momento, y tomo notas, escribo unas líneas generales, y durante ese proceso recuerdo algún estudio, o un vídeo o alguna situación específica que me permite centrar el tema, y busco a ver si hay más documentación que lo complete. No he escrito el artículo, pero tengo un 30% del trabajo hecho, porque he encontrado el tema.
5. Controla tú a los Ladrones de Tiempo. Es importante que cuando te pongas a ello con tu objetivo te liberes de distracciones (correo, teléfono, internet,…) con el compromiso de no parar hasta que veas algún tipo de progreso.
6. Creatividad. Eres más creativo de lo que crees. Si de verdad te concentras en ver qué es lo que puedes hacer encontrarás más y mejores ideas de las que crees. No se trata de rumiar las dificultades, recuerda que el objetivo es encontrar soluciones, no más problemas.
7. Comprométete contigo mismo. No hace falta involucrar a nadie, si te comprometes de verdad con toda tu intención incrementarás al menos un 50% tus posibilidades de éxito.
