¿SOMOS ETERNOS INSATISFECHOS?

[Francisco de Sales]

Observo una cosa curiosa: nos resulta del todo imposible ser felices.
Más imposible todavía ser felices del todo.

Siempre hay algo que falta, una cosa que podría mejorarse, una sombra de insatisfacción, la sensación de estar incompletos, un inconformismo latente…

Podemos llegar a pensar que estamos bien, que atravesamos una época buena o nos hemos instalado en un buen momento, que las cosas laborales o personales nos van bien… decimos con la boca pequeña que no le podemos pedir más a la vida, pero… algo sigue fallando o faltando.

Tocamos la felicidad con la punta de los dedos, vivimos instantes grandiosos, sonreímos a menudo, pero… falta algo que nos impide ser del todo felices.

Repasamos nuestra situación. Secretamente nos comparamos con otros, y vemos que estamos bien. Llegamos a la conclusión de que el hecho de tener algunos contratiempos es el peaje mínimo de andar por la vida, y que no es demasiado teniendo cuenta cuanto nos ofrece. Nos conformamos, pero… no somos del todo felices.

Tenemos argumentos para ser felices, por lo menos en la teoría, pero… ¿Acaso es que somos eternos insatisfechos?

Dicho de otro modo, ¿Exigimos demasiado a la vida?

Aunque tuviéramos todo… ¿nos seguiría pareciendo que nos falta algo para ser felices?

¿Qué necesito para ser feliz?
Esa es la gran pregunta.

Algunas de las respuestas, aunque no están en lo cierto, serían de este estilo:
Tener un buen trabajo.
Tener pareja.
Que me toque la lotería.
Cambiar de casa.
Vivir en otro país.
Encontrar a Dios.
Que me quiera todo el mundo.

¿Seguro que con eso serías feliz?
Yo creo que no…

Aunque consiguieras lo primero, y eso te consolase temporalmente, enseguida descubrirías otra grieta, otra carencia, otra necesidad, y nuevamente la insatisfacción se instalaría en ti.
La “felicidad temporal”, que no es la felicidad real, tiende a desaparecer cuando se da cuenta de su propia mentira.
Los auto-engaños duran poco, porque uno se da cuenta enseguida de que “eso” tampoco le ha proporcionado la felicidad que, equivocadamente, esperaba.

La felicidad absoluta es más fácil si uno es consciente de su situación personal, sus limitaciones, y sus posibilidades, y las acepta y se conforma.
Está bien motivarse para alcanzar un grado más de felicidad del que se posea, pero –ahí es donde está el riesgo- la no consecución puede desmerecer la que sí tenemos, o que no sepamos apreciarla, y llega a crearnos insatisfacción.

El interés por conseguir más crea una tensión en que la felicidad actual se ve desplazada, menospreciada, y es la avaricia de querer más la que toma posesión del espíritu de la persona. Desde ese estado de tensión es imposible contactar con la felicidad porque ésta sólo se manifiesta en la paz. Si hay tensión o inconformismo, le resulta imposible hacerse notar.

La falta de ambición de felicidad –pero manteniendo el interés latente- hace que a la felicidad le resulte más sencillo presentarse en nuestra vida.

Y el hecho de tener claro que la felicidad no viene siempre de la mano de las posesiones o riquezas, ni de los apegos, ni del reconocimiento ajeno, debiera conseguir que nos centremos en sacar la felicidad de nuestro interior en lugar de empeñarnos en meter, aunque sea a presión, una felicidad que viene de fuera que siempre será ajena. De fuera viene las alegrías, las risas, los placeres… pero eso no es la felicidad.
No hay que confundirla con la alegría o el goce, que son manifestaciones externas. La felicidad se manifiesta desde dentro hacia fuera y no desde afuera hacia adentro.
La felicidad no se puede “trasplantar” desde fuera en nuestro interior: la felicidad está dentro, y sólo necesita ser activada.

¿Soy capaz de ser y sentirme feliz por el hecho de estar vivo?
¿Soy feliz aún cuando estoy serio?
¿Soy continuamente feliz aunque no me dé cuenta de ello?

No vale decir: “estoy feliz”, porque ese “estoy” implica relación con un espacio de tiempo concreto. Lo que tiene validez y sentido es poder decir, sin mentir, sintiéndolo en el corazón: “soy una persona feliz”.

¿Eres una persona feliz?

Y si no lo eres…
¿Crees que a partir de ahora puedes serlo?
¿Qué vas a hacer para conseguirlo?

[Gaizka84]

¿Realmete hay que hacer algo para ser feliz?

¿¿Quien es el "hacedor"??

A veces pienso que el "hacer" es una epidemia, es como si la mayoría de la gente pensase que para llegar a la satisfacción hubiera que hacer hasta llegar a un nivel en el que por la experiencia de la edad y las acciones hechas, los sentimientos se relajaran y la satisfacción llegara casi por si sola, pero que hasta ello hubiera que hacer lo máximo posible y el mayor hacedor o más efectivo sería entonces el más afortunado...

Hacedores del mundo, unios!!

Sobre todo ahora en verano oigo mucho el: "voy a ir, pues yo a tal sitio, voy a hacer tal, o cual, que vas a hacer tu??"

¿Acaso no es posible (lo planteo así para que os lo pregunteis vosotr@s) que el hacedor sea la suma de una programación genética (aquella programación con la que nacimos que nos hace más proclives que a otros a tomar determidadas actitudes, al margen de la programación personal) una programación social, condicionamientos, reacciones biológicas etc?, osea que el hacedor es la persona.

Nosotros no somos nuestra persona y quizá dicha persona sea la responsable de nuestra ilusoria separación con el resto de lo que nos rodea.

 En latín persona significa máscara, cito palabras de Jung:

«La persona...es aquel sistema de adaptación o aquel modo con el cual entramos en relación con el mundo. Así, casi toda profesión tiene una persona característica. El peligro está solo en que se identifique uno con la persona, como por ejemplo el profesor con su manual o el tenor con su voz... Se podrá decir con cierta exageración: la persona es aquello que no es propiamente de uno, sino lo que uno y la demás gente creen que es»

Así que a la pregunta de "¿Que vas a hacer para ser feliz?" contestaré claramente y rotundamente:

Nada!

Alguien dijo, vencimos por no resistir...

Mucho amor para tod@s.

[luz]

Hola, Gaizka.

Me parece muy razonado lo que escribes, pero me deja con más ganas de que aclares el final:

"Así que a la pregunta de "¿Que vas a hacer para ser feliz?" contestaré claramente y rotundamente:

Nada!"

¿Quieres decir que si no eres feliz te conformas con ello y te quedas como estás?

Me gustará que me respondas...


Abrazos,

[luzelena]

 
Bueno, contestando la pregunta la verdad es que es así.
Estamos casi siempre insatisfechos.
Creo que la felicidad puede ser cuestión de sensatez...
Siempre estamos deseando lo que no tenemos y eso no
nos deja apreciar que tenemos todo para ser felices.

No hay mayor insensatez, a mi modo de ver, que no apreciar:
En primer lugar nuestro valor como personas.
La salud, (que no apreciamos hasta que la perdemos) y hasta
el mismo "fastidioso cotidiano" al que deseamos volver cuando
se nos desquicia.

Hablar de la gran dignidad de la persona, es decir que es única
e irrepetible; con facultades como: memoria, entendimiento y
voluntad; las cuales le dan la capacidad de amar y de elegir.
(Perdón Gaizka: creo que Jung lo que está describiendo no es a
la persona sino al personaje que es el que usa máscaras).

En uso de esas capacidades; elijo ser feliz.
Simplificándolo de esta manera:

                      "Solo por hoy seré feliz"

!.- Sólo por hoy seré feliz; consciente de que la felicidad es algo
     interior; no viene de fuera.

2.- Sólo por hoy me ajustaré a lo que es, no trataré de ajustar
     las cosas a mis propios deseos.

3.- Sólo por hoy cuidaré de mi organismo. Lo ejercitaré; lo
     atenderé; lo alimentaré,  para que así sea un instrumento
     perfecto, capaz de realizar todos mis propósitos.

4.- Sólo por hoy no encontraré defectos en nada, y no intentaré
     dirigir ni enmendar los planes de los demás.

5.- Sólo por hoy buscaré un poco de soledad y descanso; en ese
     rato, procuraré meditar y desconectarme de los problemas,
     sobre todo haré a un lado las preocupaciones triviales.

6.- Sólo por hoy no tendré miedo; y especialmente no tendré
     miedo a ser feliz, de disfrutar de lo bello, de amar y de creer
     en los demás.

7.- Sólo por hoy trataré de vivir únicamente este día, sin abordar
     a la vez todo el problema de la vida.

     ¡¡Feliz día!!
    

[Gaizka84]

Buenas Luz,

Tienes razón se queda la cosa un poco ambigua.

Lo que me refería más concretamente es que no voy a hacer nada de lo comunmente mundano o poner mis espectativas de alcanzar la felicidad o estado de satisfacción permanente e incondicional, en nada mundano o espiritual.

¿Entonces quiza me refería a que hubiera "algo espiritual" que se pudiera hacer?

Esto puede resultar paradógico porque alguna rama de la meditación consiste en "no hacer", pero técnicamente no puedes afirmar que no estás haciendo porque por el hecho de meditar, ya estás haciendo algo.

No quiero entrar en paradojas, que a ninguna parte llevan, la felicidad no se alcanza por medios materiales o por cosas que se puedan obtener por medios materiales.

No voy a alcanzar la felicidad encontrando a la mujer de mi vida.
Tampoco yendo a meditar a machu pichu o al Tibet.
Tampoco la alcanzaré acaudalando fortunas.
Ni siquiera alcanzando una fama en la que se es muy querido y respetado.

¿Porque?

Sencillo, porque esa no es felicidad auténtica en cuanto a que depende de factores que se escapan a la propia persona.
En el estado de verdadera felicidad incluso en las circunstantias externas desfaborables uno se encuentra feliz.

En cuanto a las espectativas, es solo el ego el que las tiene. Todos estamos destinados a la felicidad, es cuestión de evolución. Quizá nos cueste varias existencias, pero, ¿que son miles de años dentro de la eternidad que conforma la existencia?
Fijaos en la evolución de la raza humana; Ahora tenemos una capacidad de ser conscientes mucho más evolucionada en general que el resto de las especies, la consciencia nos ha permitido prestar atención a todo lo que nos rodea de una forma mucho más profunda para poder ir adaptandonos al medio, utilizando la inteligencia.
 En un estado primitivo nuestra esencia no se identificaba con la  "persona máscara" sino que en cada individuo fluia la alegría característica de la vida.
Este estado curiosamente vino paralelamente con la creación de la Palabra hablada, y con la palabra empezaron a crearse los mecanismos de pensamiento tal y como hoy los conocemos. La palabra nos ha creado una capacidad de evolución muy grande, pero a su vez ha hecho que nos identifiquemos con nuestro pensamiento y dejemos de lado nuestra esencia divina.
Este pensamiento nos ha creado muchas resistencias, miedos, rencores, limites y condicionamientos que anteriormente no se tenían que son el fruto de nuestras desgracias.

El ser humano es la única especie que se sepa, capaz de trascender sus estados biológicos.
Todos somos capaces de trascender de muchos aspectos biólogicos, podemos abstenernos o sobreestimularnos en base a nuestros intereses personales, ignorando en cierto grado el hambre o el cansancio para realizar metas que nuestra biología en ningún caso entendería (como ganar una competición).

No me voy a detener en analizar si lo que considero evolución (que ha creado tantas guerras, bombas, hambre etc.) ha servido de algo. Habrá que ver el final de la película para llegar a alguna conclusión.

El paso clave para finalizar una etapa crítica en la evolución es trascender de nuestro proceso de pensamiento al que tanto apego le tenemos (nuestro ego)

Hay muchas maneras de trascender ese proceso, tantas quizá como personas existan, pero todas ellas implican un "hacer interior" si acaso, y no lo que me refería antes de un "hacer exterior".

¿Se puede alcanzar la verdadera felicidad si no se trasciende del ego?

Me temo que no, el ego vive en el pasado y en el futuro, nunca está satisfecho y siempre busca cosas nuevas.

De la misma forma que venimos de un estado anterior de consciencia no podemos ser tan necios de creer que ya hemos llegado al límite de evolución. Muchos maestros lo corroboran, y aunque no es algo que se pueda verificar a través de nadie, es solo cuestión de observar la vida. (Y tener fe)
Lo malo es que no es materia común el estudio de la evolución de la consciencia, a la ciencia no le interesa porque es algo que se escapa del paradigma lineal.

Resulta gracioso que nuestra herramienta de comunicación más preciada tenga mucho que ver en nuestra desconexión con el resto del universo.

Besos luz

Respuesta para Luzelena:

Se entiende que me refiero a lo mismo que Jung cuando hablo de persona, y el texto que he puesto como suyo lo he copiado literalmente.
Lo que Jung describe es el caracter y lo llama "persona" porque en latín persona significa máscara, el caracter es como el actor al que representamos externamente, mientras que internamente todos provenimos de la misma esencia divina.

Tu explicación sobre la felicidad es igualmente válida y hermosa.

Besos Luzelena

Besos Foro.

[mluhrig]

Amigos, confieso que no he leído todo lo que han escrito acá, sólo las primeras líneas de Francisco, pero debo decir lo siguiente: tenemos demasiadas cosas, por eso no logramos ser felices. Demasiados apegos, demasiadas supuestas necesidades. Demasiado ruido, mucho, mucho ruido como dice Sabina.

Vengo de vivir una experiencia límite este finde que me ha hecho comprender esto mismo. No es que no lo supiera de antes, sólo que el Universo me dio un ejemplo más, bien palpable. La vida puede cambiar en un segundo, puede irse en medio segundo, y nosotros debatiendo sobre qué necesitamos para ser felices. Cuando lo consigamos, necesitaremos algo más, y algo más y algo más. Y no nos damos cuenta, muchas veces, de que todo lo que necesitamos para ser felices, lo tenemos a mano.

Discúlpenme, pero me está costando reponerme y por eso hoy estoy dura. Estoy bien, no me ha pasado nada a mí ni a mis hijos.

Abrazos a todos, sobre todo a vos Gaizka!

[Francisco de Sales]

Hola a todos.

Luzelena:

Me parece muy sensato, y muy escrito desde tu experiencia, lo que dices.
Gracias.


Gaizka:

Gracias. Siempre nos aportas un punto de vista distinto, cierto e  e interesante.


María Laura:

Estoy de acuerdo con lo de que casan mal felicidad y preocupación por tener: un bebé o un niño pequeño son felices y lo único que "tienen" es la vida.

Vivir la vida es más importante que "tener", e incluso que la muerte. Vivir la vida de un modo adecuado y consciente nos llevaría a la felicidad, porque la felicidad está por todos los lados. Muchas veces es sólo cuestión de dejarse poseer sin miedo por ella.
La vida la podemos "controlar" de algún modo; la muerte no admite negociaciones.
Nuestra responsabilidad es la vida, no la muerte.

Y me parece muy digno buscar la felicidad mientras tengamos que estar aquí.

Abrazos,

[Tuareg]

María Laura, me alegro de que estéis bien tú y los chicos. Intuyo a qué experiencia límite te refieres, pero bueno, no es necesario conocerla al detalle como para adherirme a todo lo que dices a partir de ella. Ánimo y dále sólo unos días, las aguas volverán a su cauce.¡Ah!, y recuerdos para el carpintero

Para Gaizka, completamente de acuerdo contigo. También soy de los que están convencido de que no hay que "hacer" nada.

Francisco, dices que es digno buscar la felicidad mientras que tengamos que estar aquí.

Tienes todo el derecho a verlo así y a vivir según piensas. Y si te va bien, estupendo.

No obstante, una cosa es la felicidad sujeta a las cosas de los sentidos, de la mente y del mundo, y otra la felicidad profunda, la inherente al ser, la dicha. Mientras busquemos, intentemos alcanzar, debamos hacer,....... no saldremos de la felicidad terrenal, que nada tiene que ver con la otra.

Puedes llegar a creer que por no desear cosas materiales (coches, casas o dinero) ya te has librado de algo. Y, en cambio, pasas a desear cosas espirituales. La diferencia no radica en el objeto del deseo, el objeto de la búsqueda. sino en la actitud, que puede continuar siendo la misma, movida por un ego que siempre se está proyectando en el futuro, presentándote un bien, un éxito al alcance. Igual que el burro que anda toda la vida tras la zanahoria, que tiene colgada delante de su boca, pero que nunca consigue alcanzar. Y en el fondo no persigue más que seguir engrandeciéndose, sólo que en lugar del status terrenal, podría llegar a ser por haber alcanzado un elevado status espiritual. Fíjate, sin ir más lejos, que en el post que has abierto como "Agradecimiento", lo finalizas con una frase en la que lanzas al aire un nuevo "reto". ¿Acaso no es de lo que estamos hablando?.

La verdadera felicidad es probable que esté completamente desconectada del deseo. Sólo cuando dejemos la mente a un lado, no le prestemos atención, es posible que tenga muchas más probabilidades de manifestarse. Y cuando lo experimentas, percibes que ésa sí es la felicidad que te llena.

La otra, siempre llevará aparejada la cara y la cruz en cada objeto, en cada situación, como todo lo terrenal: habrá una cara y una cruz, habrá luz pero le seguirá la oscuridad, encontrarás la alegría pero ese mismo tipo de felicidad lleva adosada la tristeza, ya que van intrínsecamente unidas. Y, en el fondo, sabes que cuando estás feliz, también estás temeroso, ya que sabes que tarde o temprano volverá a invadirte la tristeza. Estás condenado a la ley del péndulo, inexorablemente. Luego no puede ser la felicidad de la que estaríamos hablando.

Abrazos y besos para tod@s.

[Tuareg]

Perdón, quisiera añadir dos aspectos sobre lo expuesto:

1º. Que sobra decir que hablo desde un punto de vista individual y subjetivo, y que por tanto lo que comento me es válido para mí y puede no serlo para otros. Ésto es obvio.

2º. Que a pesar de que las circunstancias me vayan en ocasiones realmente mal (salud, trabajo, sentimientos, frustraciones, adversidades,....), prácticamente siempre puedo decir que, a pesar de ello, me siento feliz. Es raro, sin duda. Pero es así. Por lo que, en cierta medida, puedo discernir, aunque sea levemente, entre las satisfacciones ligadas a la vida y la felicidad ligada a otra cosa, que no me atrevo a definir ni enmarcar, pero que sobre todo percibo que no depende de mi. O de mi "hacer".

[antonio pina]

Luzelena:

Encontré algo más para añadir a tu aportación:

8º Solo por hoy, tendré un programa. Consignaré por escrito todo aquello que siempre dejo para otro día. Cabe que no siga todo el programa, pero lo tendré y lo intentaré serenamente. Eliminaré dos plagas, la prisa y la indecisión.

9º Solo por hoy, tendré media hora tranquila de soledad y descanso. En esta media hora pensaré a veces en Dios. a fin de conseguir una mayor perspectiva para mi vida.

10º Solo por hoy, no tendré miedo y especialmente no tendré miedo de ser feliz, de disfrutar de lo bello, de amar y de creer que los que amo, me aman.

[luzelena]

 Hola Antonio:

Mil gracias!! Creo que precisamente los tres puntos que
estás aportando; es de los que adolezco, y lo resumo así.

Orden en mi vida: (demasiadas cosas pendientes, nunca hago
programas escritos y muy seguido estoy en la prisa y en la
indecisión).

Cuidado a mi persona: en lo físico y sobre todo en lo espiritual.

Autoestima "alta"... lo bello está hecho para mí, para que lo
disfrute... estoy en ésta vida para "amar y ser amada".

Buena tarea para afrontarla sin miedo.

No quiero sólo estar bien; ¡¡Quiero ser feliz!!

Saludos.