Después de una consulta que atendí hace unos días, me quedé pensando en un tema que veo con demasiada frecuencia: el papel de víctima.
No me voy a poner en el lugar de superada ni mucho menos, pero hay algo que sí asimilé, y es el hecho de que soy responsable de cada cosa que sucede en mi vida.
No puedo ni debo delegar la responsabilidad de mi felicidad, ni mi bienestar en otro. Y mucho menos, ponerme en el lugar de víctima. Nadie obliga a nadie. Tal vez suene muy simplista, pero si me quedo en una situación en la que no estoy a gusto, es porque mis miedos e inseguridades me impiden salir. Y a veces hasta la costumbre me lleva a aceptar cosas que no debería. Pueden ser situaciones tan simples como ir a algún lugar que no quiero, hasta infidelidades, mentiras, etc. Y observé algo que me llamó poderosamente la atención, y es la necesidad de contar esas penurias para despertar en los demás la pena.
El personaje de la víctima es una de las más grandes representaciones del ego, y esconde una soberbia descomunal bajo la máscara de la indefensión.
Ya es hora de que asumamos que somos los únicos que creamos nuestra realidad, y que cada ser llega a nuestras vidas atraídos por nosotros mismos, para sanar viejas situaciones.
Es nuestra tarea aceptar esta responsabilidad, para poder sanar y seguir avanzando en este camino.
L@s quierooo !
Yo La Morocha Ale