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 LAS 20 COSAS QUE DEBES PARARTE A ESCUCHAR DE UN NIÑO



Marzo 16, 2016, 08:48:06 am
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LAS 20 COSAS QUE DEBES PARARTE A ESCUCHAR DE UN NIÑO
« en: Marzo 16, 2016, 08:48:06 am »
LAS 20 COSAS QUE DEBES PARARTE A ESCUCHAR DE UN NIÑO
 
Tanto si el niño tiene 2 como 17 años, el peor error de crianza que un padre puede llevar a cabo con su hijo es no escuchar de forma activa lo que nos está queriendo decir. Aunque a simple vista pueda parecer algo obvio o incluso fácil de realizar, os sorprendería saber cuántos adultos no lo hacen verdaderamente.


1.   Escucha las palabras que utiliza. Si estáis hablando de un tema y ves que el niño se desvía, asegúrate de volver de nuevo al tema, sino el pequeño aprenderá que puede distraer a sus padres diciendo cosas al azar. Las palabras o frases repetidas son señales de que un niño está luchando en un área de su pensamiento porque algo no tiene claro. Espera a que ponga en orden sus ideas y vuelve a encaminar la conversación donde había quedado.
2.   Escucha toda la historia. No interrumpas las explicaciones del niño. Del mismo modo que a un adulto no le gusta ser cortado o interrumpido por un niño, no debemos hacer lo mismo con ellos. Los niños aprenden más por lo que un padre hace en lugar de lo un padre dice. Las acciones hablan más que las palabras.
3.   Escucha a su lenguaje corporal. Uno de los mejores indicadores de lo que está pasando a un niño es su lenguaje corporal. En muchos sentidos, un niño no ha dominado el control de su cuerpo, por lo que con frecuencia envían mensajes sutiles (y no tan sutiles) por la forma en que se mueven. Esto puede revelar inseguridades, incertidumbres o tensiones. No le pidas a cambiar su expresión corporal, ayúdale a resolver el problema subyacente.
4.   Escucha a sus emociones. Para un niño, la ira es una emoción de ponerse en acción de forma violenta. Es más fácil para ellos reaccionan con ira para expresar cosas como la soledad, la ansiedad, la culpa, la vergüenza, la tristeza, la frustración, la decepción, los celos, el dolor, la preocupación, el miedo y la vergüenza. Mira detrás de la ira para ver qué cosa podría estar sucediendo en el interior del niño. A menudo, no son capaces de expresar la emoción correcta para lo que están sintiendo, ya que todavía están aprendiendo cómo hacerlo. El modelado adecuado de los padres es esencial.
5.   Escucha su punto de vista. Los niños formulan su punto de vista sobre la base de sus experiencias. Ellos no tienen la experiencia de los adultos y no se debe esperar que entiendan las cosas como un adulto. Este es un momento de enseñanza, donde los padres pueden compartir cómo su experiencia ha dado forma a su opinión. A los niños les gustan las historias, especialmente las que se tratan sobre sus padres.
6.   Escucha cuáles son sus límites. Cuando el niño te diga que no quiere hablar más, atiende y aprende a darle un descanso. Los pequeños pueden necesitar un tiempo para procesar lo que ya se ha dicho antes de que puedan responder más. Esto le da al niño tiempo para ponerse al día y reconsiderar su lógica.
7.   Escucha a su lógica. Muchas veces nos parece que la lógica de un niño carece de sentido, pero debemos ponernos en su lugar, intentar situarnos en su perspectiva a través de su edad y conocimientos. Una corrección adecuada requiere la comprensión de los padres del punto de vista del niño sin precipitar conclusiones o hacer suposiciones. Puede llevar mucho tiempo escuchar plenamente y contrarrestar su lógica de una manera amorosa, pero vale la pena. El resultado final será un adulto que será capaz de articular un punto de vista de una manera clara y concisa.
8.   Escucha su recuerdo de los acontecimientos. Discutir con un niño acerca de lo que se pasó o no pasó hace tiempo es una pérdida de tiempo y energía. Sí, un niño puede malinterpretar una situación, pero no va a cambiar su punto de vista, aunque se lo digamos por activa o por pasiva. Debemos escuchar y hacer preguntas acerca de su recuerdo del evento antes de ofrecer otra perspectiva. Estarán mucho más dispuestos a ver las cosas de manera diferente si el enfoque se hace con cuidado y con respeto.
9.   Escucha sus factores de estrés. Lo que estresa el niño la mayoría de veces nos parece irrelevante o simplemente “tonterías”. Pero el estrés de un niño no debe ser minimizado o convertido en una broma. Su estrés puede revelar la sensación de inseguridad, inadecuación, temor, culpa o vergüenza. Reconocer la ansiedad del niño les ayuda a conquistarla.
10.   Escucha sus peticiones. La mayoría de veces lo que piden nuestros hijos es un poco de nuestro tiempo. Desean un poco de atención individual y para pasar más tiempo con los padres. No descartes la petición de un niño; es un tesoro y, a menudo un modelo sobre la mejor manera de llegar a ellos.
11.   Escucha su desafío. Un desafío puede ser la forma de poner a prueba un límite o una norma, para ver si el padre será consistente con el niño. El desafío repetido sobre la misma cosa podría ser una “ruta de exploración” de un tema mucho más amplio. El abuso y el trauma son dos razones principales los niños tienden a actuar de manera inapropiada. El abuso de un niño puede ser físico, emocional, mental o verbal. Esto debe ser explorado con un profesional.
12.   Escucha su silencio. A veces un niño deja de hablar porque no se siente escuchado. Con frecuencia, ha intentado dar una explicación sólo para ser cortado o minimizado por su padre o su madre. Después de un período de tiempo, el niño va a dejar de hablar de cosas con ellos. Esto es peligroso porque su lógica no está madura por lo que las conclusiones que saca pueden ser muy destructivas. Si un niño no quiere hablar con uno (o ambos) de los padres, es que hay algún problema.
13.   Escucha a su mal humor. No todos los cambios de humor son hormonales; a veces es una indicación de la depresión, la ira suprimida, o ansiedad. Buscar patrones en los cambios de humor como la frecuencia, la hora del día, nivel de actividad, la dieta, los amigos o en la escuela. Un patrón regular podría significar un problema subyacente. No ignores esto o seas indiferente, las cosas podrían empeorar si no se maneja de inmediato.
14.   Escucha a sus hormonas. Dependiendo de la edad del niño, las hormonas pueden ser un factor muy importante en las variaciones del estado de ánimo radicales y arrebatos de ira. Es difícil recordar cómo de loca se puede sentir una persona cuando las hormonas están fuera de control. Para algunos adolescentes esto podría ser un problema cotidiano. No reacciones a su estallido emocional, intenta antes ponerte en su lugar.
15.   Escucha su disculpa. Una vez que un niño se ha disculpado por una mala acción, la cuestión debe ser puesta a un lado y no recordarla constantemente. Debemos creerles cuando se disculpan. Las mejores personas para tener fe en un niño son sus padres. Después de que el problema se ha resuelto, sigue adelante y no lo traigas de nuevo.
16.   Escucha a su arte / música. El arte y la música son un reflejo de cómo una persona ve el mundo. No siempre se trata de las letras, aunque a veces es así. Más bien, prestar atención al ritmo, el ritmo general, y la sensación que le inspira una. Lo mismo ocurre con el arte, se centran en los colores, el estilo de la composición y la impresión general. Estos son ventanas en el alma de un niño.
17.   Escucha a sus fallos. La infancia es el momento perfecto para cometer errores. Las consecuencias son mucho menos graves que cometer el mismo error en la edad adulta. La falta de un niño no es una indicación de que van a tener una lucha de por vida. Si se maneja adecuadamente el incidente, puede ser una experiencia de aprendizaje en lugar de una fuente de insuficiencia.
18.   Escucha sus inseguridades. Inseguridades pueden proceder de un trauma, un sentimiento de poco valor, el acoso o la intimidación. Cuando hable de alguna inseguridad, debemos pedir al niño dónde sacó esa idea. Entonces contrarrestar su pensamiento negativo con la verdad. Ten el valor de enfrentarte a alguien que podría estar alimentando la inseguridad del niño, incluso si no es intencional.
19.   Escucha a sus miedos. Tener miedo es normal y saludable, pero tener miedo podría ser un indicio de ansiedad o estrés. No reconocidos, estos temores podrían manifestarse en comportamientos obsesivos que podrían ser muy difíciles de superar en la edad adulta. No descartes o subestimes el miedo. Ve junto a ellos con una historia de alguien que se sobrepuso a un problema similar.
20.   Escucha sus sueños. Los niños poseen sueños locos y poco realistas, como desee convertirse en un superhéroe, etc. Pero estos sueños son una visión de su deseo de ayudar a los demás, para ser competitivos o incluso ser reconocidos. No aplastes sus sueños. Ayúdales a darse cuenta de ello de una manera más comprensiva y práctica.

Marta Guerri
www.psicoactiva.com

 

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