EN BUSCA DE PACIENCIA Y TOLERANCIA
“Algo tan fácil de perder y tan difícil de encontrar”
Este es un escrito con el afán de abrir en ti ustedes un pequeño espacio útil de reflexión.
El libro de Job relata en la Biblia un episodio que ha quedado paradigma de la paciencia. Dice este antiguo relato que el acaudalado campesino Job empezó un día a perder a sus hijos, su mujer, sus sobrinos, sus campos sin una razón aparente. Al tiempo de sufrir estas calamidades Job se atrevió a inquirir a Dios el porqué el permitía que le sucedieran estas cosas, había en Job una sensación de frustración, una decepción y todos los sentimientos – muy humanos – que se provocan en estas situaciones. El tono del reclamo de Job era fuerte y clamoroso pero Dios no le contestaba. Job, sin embargo terminaba su alegato, conformándose con las decisiones divinas. Así pasaron como cien años y el buen Job esperaba pacientemente una respuesta. Cuando las inquisiciones de Job cesaron un buen día Dios contestó y dijo:
… y yo mismo te rendiré homenaje por la victoria que te da tu diestra.
A partir de ese momento los rebaños de Job se multiplicaron hasta hacerse inmensos, sus campos volvieron a producir. Tuvo otra mujer y hermosos hijos. Job gozó aun de esta bonanza hasta el final de sus 438 años, legándonos un bonito ejemplo de paciencia. Se imaginan con que estoicismo debió soportar Job esta terrible experiencia?
Paciencia nos dice el diccionario que “es la virtud consistente en sufrir resignadamente los males y adversidades”. Como segunda acepción, nuestro buen amigo, nos dice que es “una virtud opuesta a la ira”. Sin embargo, la tercera acepción es la que nos interesa: “tranquilidad y sosiego en la espera de las cosas”. Aprender a ser pacientes consiste en tener ciertas habilidades que nos permitan observar las situaciones, evitando perder el control de la situación y las emociones. La paciencia es una actitud de atención y de aguante a una cosa que nos interesa mucho y que nuestro descontrol puede dañarla. Paciencia es el arte de concentrarse en soportar ciertas situaciones. Para lograr paciencia aquí algunos consejos:
1. Hacer una pausa: ir a otro ambiente, respirar profundo, darse un tiempo y decidir qué hacer. Después de la pausa se retoma la situación, con la mente despejada y una solución razonada.
2. Modere sus expectativas. Si la situación a la que le está mostrando paciencia, está dada en expectativas altas (que su hijo resuelva el problema aritmético, que su pareja cumpla ya su promesa, que o que está haciendo le salga perfecto). Trate de reducir sus expectativas, porque no logrará en ese momento lo que se propone y solo le ocasionaran más frustraciones y pérdida del control.
3. Comunique el motivo de su impaciencia a la persona que está provocándola y pídale que le ayude a controlarla. Hacer esto le hace compartir parte de la carga frustrante y ayuda a controlar la pérdida de su auto control.
4. Adáptese al ritmo de las personas que la vuelven impaciente. Es más fácil adaptarse a los demás, que los demás se adapten a uno.
Paciencia, en cierto modo, es autocontrol. y este autocontrol extendido vendría a ser la tolerancia. Como ven, un concepto nos va llevando a otro pero ahora creo que al analizar la tolerancia encontraremos lo que estamos buscando para usted Tolerar significa respetar, considerar, supeditar las opiniones, comportamientos de los demás a los nuestros vale decir que nuestra reacción ante cualquier acto u opinión debe ser diferida, demorada pues está siendo analizada fría y racionalmente, porque la reacción inmediata siempre es emotiva, pasional nubla a razón y nos hace cometer innumerables yerros. El tener una actitud tolerante, entonces, nos pone por encima del ocasional interlocutor porque nos caemos en el juego del “dime y el direte” y nuestra respuesta diferida, siempre es objetiva, racional y orientada a nuestros objetivos. Si no nos planteamos ningún objetivo en nuestras relaciones con los demás, estos no tienen mayor futuro para desarrollarse.
Está claro, que si una persona no nos interesa para nada podemos decir o hacer lo que nos plazca porque no hay el interés de crear o mantener vínculos permanentes. Ahora, tomar esta actitud de distancia diferida, de análisis racional y autocontrol, etc., es más fácil para algunas personas y más difícil para otras.
ALGUNOS CONSEJOS PARA APRENDER A SER TOLERANTE:
1. Sus reacciones emotivas inmediatas deben estar bajo control. Necesariamente debes visualizar el objetivo de tu relación con la persona para diferir o morigerar tu reacción. En el caso de tus familiares, pareja etc. Creo, que la respuesta debe ser altamente diferida, analizada, racionalizada y después emitida porque lo que quieres de ellos es:
• Mantener, de por vida, una excelente relación
• Ayudarlos a construir una personalidad madura.
• Evitar que se instale en él un sentimiento de desconfianza.
2. La vida cotidiana con el tráfago de idas y venidas del sin fin de actividades, nos hacen perder de vista lo importante, por lo urgente, y lo necesario. Muchas veces nos es urgente, salir de los problemas como sea, sentirnos bien y así nuestra intolerancia nos llevará a lograr resultados adversos. En resumen no dejes de pasar s de lo importante por pensar en lo urgente, lo necesario o lo inmediato.
3. Finalmente ser paciente, nos lleva a ser tolerante pero tolerancia también nos lleva a actuar sin contradicciones entre los pensamientos, las palabras y las acciones.
Proponerse hacer lo mejor posible, hace ganar la confianza e inspira fe en los demás.
No traicionar la confianza ajena y a uno mismo nos conduce a una vida de integridad porque nuestro interior y exterior son como la imagen de un espejo.
Luis Echegaray
Psicólogo
