Buscandome

Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión

 


Traductor Google

 ABRAZA A TU NIÑ@ INTERIOR



Mayo 24, 2016, 08:30:56 am
Leído 1114 veces

Desconectado Paz

  • Hero Member
  • *****

  • 1157
    Mensajes

  • Karma: 0

ABRAZA A TU NIÑ@ INTERIOR
« en: Mayo 24, 2016, 08:30:56 am »
ABRAZA A TU NIÑ@ INTERIOR


En el ámbito psicoterapéutico se usa a menudo el concepto “niñ@ interior” en referencia a las experiencias emocionales que vivimos en nuestra infancia y que nos acompañan desde entonces.

Podríamos decir que hay dos tipos de niñ@ intern@: por un lado, el niño sano o vital, que hace referencia a las maravillosas capacidades que tod@s tenemos en la infancia y que van oscureciéndose a medida que nos hacemos adult@s: espontaneidad, curiosidad, creatividad, imaginación, capacidad de asombro y de experimentación, el contacto con las propias emociones y su expresión, ausencia de juicio, vitalidad, experimentación pura del presente… En este sentido salir a su encuentro nos pone en contacto con nuestra parte más vital y espontánea.

En el otro lado encontramos al niño herido, que es la parte que busca amor y reconocimiento a través de conductas poco sanas y por lo general muy inconscientes. Cuando somos niñ@s necesitamos ser vistos y reconocidos por nuestros padres. Necesitamos ser valorados, aceptados y aprobados para sentirnos queridos sólo por ser quienes somos… pero eso nunca llega a suceder porque en algún momento y de forma más o menos consciente, sentimos que nos falta amor.

Nuestros padres nos educan según sus criterios, creencias y experiencias vitales. Estas directrices en realidad pueden tener poco que ver con nuestra personalidad y con nuestros deseos y necesidades reales.

Algunos ejemplos sencillos:

   unos padres excesivamente exigentes pueden crear personas inseguras y muy perfeccionistas
   
   unos padres muy sobreprotectores pueden crear personas dependientes y con dificultades para pasar a la acción

      unos padres invasivos o, por lo contrario, poco presentes, pueden crear adultos retraídos y emocionalmente distantes
   
   unos padres excesivamente complacientes pueden crear personas egocéntricas y narcisistas
   
   unos padres que no ponen límites pueden crear adult@s insegur@s y emocionalmente inestables… etc.


No solamente construimos corazas a partir de la educación que recibimos: en algún momento interpretamos que para que nos quieran debemos tener una determinada actitud y con esa idea empezamos la construcción de las máscaras y los personajes que creemos que nos ayudarán a sobrevivir, a ser aceptados y queridos.

Con el paso del tiempo, estas máscaras se van fortaleciendo y quedan tan fijadas que las confundimos con nuestro verdadero yo.

Más ejemplos: un/a niñ@ que recibe atención cuando está enfermo puede acabar usándolo para obtener cariño, desarrollándose en un adulto victimista. Otr@ puede quedarse “enganchado” a la necesidad de ser brillante y perfecto en todo si es elogiado por algo que hace bien (en el intento de mantener ese estatus). Otr@ puede tener el mismo problema que el anterior pero por todo lo contrario: por no recibir ningún reconocimiento por mucho que se esfuerce en todo lo que hace…(los ejemplos de este artículo son orientativos y simplificados, la psicología no es una ciencia exacta)

Cuidado! no se trata de culpar a los padres de todas nuestras problemáticas, ellos nos han educado desde el amor, lo mejor que han podido!

NO DEBEMOS CAER EN LA TENTACIÓN DE JUSTIFICAR NUESTROS PROBLEMAS A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN QUE NOS HAN DADO, COMO SI NO HUBIERA NADA QUE HACER.

Vengan de donde vengan nuestras dificultades, lo más sano será responsabilizarnos de ellas y pasar a la acción para construir actitudes más sanas y conscientes que vayan a favor de nuestro bienestar.

En ese sentido, el enfoque Gestalt proporciona varias técnicas para ir al encuentro de esos niños interiores. Al herido, para confortarle y permitir así que esas heridas, también presentes en nuestra personalidad adulta, se vayan cerrando. Al sano, para recuperar parte de su autenticidad y de su capacidad de vivir en el presente con entrega y espontaneidad.

Este poema de la psicóloga y escritora Clarissa Pinkola expresa muy bien la actitud que nos ayudará a sanar y a cuidar a nuestr@ niñ@ interior:

Abraza a tu niño interior

Abraza la soberbia que hay en ti, porque detrás de ella hay un niño no querido.
Abraza la exigencia que hay en ti, porque detrás de ella hay un niño que no ha sentido el Amor.
Abraza al “agradador eterno” que hay en ti porque detrás de él hay un niño rechazado.
Abraza la ira y el enojo que hay en ti, porque detrás de ella hay un niño abandonado.
Abraza al solitario que hay en ti, porque detrás de él hay un niño excluido y discriminado.
Abraza la desgana, la apatía, la falta de sentido, porque detrás de todo esto, está tu niño padeciendo ser quién no es…
Abraza el dolor que hay en ti, porque detrás de él hay un niño lastimado.
Los niños que habitan dentro de nosotros, están empezando a manifestarse
y no pararán hasta ser escuchados.
Por favor, desde lo más profundo de mi corazón te pido, no los silencies más.
Aprender a integrarlo, a comprenderlo, a abrazarlo, a liberarlo, devolverlo a la vida…

ésta es la tarea de hoy.    

Clarissa Pinkola

 

TinyPortal 1.6.5 © 2005-2020