LOS EFECTOS DE LA FALTA DE SUEÑO
Por Ana Muñoz
La falta de sueño, tanto si es debida a problemas para dormir como si se debe a otros motivos, como quedarse hasta tarde estudiando, trabajando, viendo la tele o realizando cualquier otra actividad, puede tener efectos negativos en la salud física y psicológica.
En general, la mayoría de la gente no está durmiendo lo suficiente.
El estrés, el trabajo o la tecnología que mantiene a mucha gente pegada a la pantalla del ordenador hasta muy tarde son algunos de los motivos principales. Estudios realizados en Estados Unidos indican que la cuarta parte de los adolescentes solo duermen una media de 6,5 horas al día, cuando la mayoría necesitaría, a esta edad, unas 9 horas o más. Entre los adultos, son muchos los que no llegan a dormir ni siquiera seis horas al día, cuando deberían dormir entre 7 y 9 horas diarias.
La falta de sueño crónica puede tener numerosos efectos negativos sobre nuestra salud, afectando a la regulación hormonal, el metabolismo de la glucosa, la resistencia a la insulina la percepción del dolor, los procesos inflamatorios, el funcionamiento del sistema inmunitario o el funcionamiento mental, entre otros.
El sueño es tan importante como la alimentación o el ejercicio en lo que respecta a la salud física pero no se le está dando la importancia que merece. Algunas personas no pueden evitar dormir mal debido a sus trastornos de sueño y pueden necesitar ayuda para superarlo, pero muchas personas optan voluntariamente por dormir menos de lo que necesitan, debido a la gran variedad y cantidad de formas de entretenimiento que disponemos en la actualidad en nuestras propias casas: televisión toda la noche, vídeos de todo tipo, videojuegos, internet, redes sociales, etc. La tentación puede ser grande y las largas horas de trabajo o estudios pueden impedir a una persona hacer ciertas cosas que desea, como ver un par de capítulos de su serie favorita, de manera que al final acabamos privándonos de horas de sueño.
Veamos cuales son los efectos principales de la falta de sueño:
OBESIDAD Y DIABETES
La falta de sueño aumenta el riesgo de sobrepeso, obesidad y diabetes. Las personas que duermen menos de seis horas tienen más obesidad o un mayor índice de masa corporal.
Un estudio publicado en The Lancet en 1999 mostró que la leptina, una hormona que le dice a tu cuerpo que ya has comido bastante, cae un 19% durante un periodo de privación parcial de sueño, aumentado así la cantidad de comida ingerida.
Las personas que no duermen lo necesario ingieren más calorías, sobre todo procedentes de grasas y tienden a picar más entre comidas.
La falta de sueño hace que el cuerpo libere una mayor cantidad de insulina después de comer; esto promueve la acumulación de grasa y aumenta la probabilidad de padecer diabetes tipo 2.
Las células grasas de las personas que no duermen lo suficiente tienen una capacidad un 30% menor de responder a la insulina. Por suerte, este efecto se normaliza una vez que se normaliza el patrón de sueño. En 2012, una investigación realizada por la psicóloga Karen Matthews mostró que si los adolescentes que duermen habitualmente seis horas al día comienzan a dormir tan solo una hora más, su resistencia a la insulina mejora un 9%.
SISTEMA CARDIOVASCULAR
El sueño juega un papel fundamental a la hora de reparar el daño causado en los vasos sanguíneos y el corazón. La falta de sueño crónica puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades del corazón, hipertensión, latido irregular y ataque cardiaco. En una persona con hipertensión, una noche sin dormir lo suficiente puede hacer que su presión sanguínea se mantenga elevada durante todo el día siguiente.
AUMENTO DEL DOLOR
La falta de sueño da lugar también a una percepción exagerada del dolor. Según un estudio de la Universidad de Harvard publicado en la revista Pain en 2005, aquellos que durmieron solo 4 horas al día durante 12 días seguidos experimentaron un aumento del malestar corporal o dolor que apareció desde la segunda noche de falta de sueño y duró hasta que volvieron a dormir las horas necesarias. También informaron de menores niveles de optimismo y sociabilidad incluso aunque dijesen no estar cansados. Estos efectos fueron aumentando conforme pasaban los días.
En una réplica de este estudio realizada por los mismos autores en 2007 encontraron también un aumento en los niveles en sangre de interleuquina-6, una molécula que contribuye a la sensibilidad ante el dolor.
EFECTOS COGNITIVOS
La falta de sueño afecta al funcionamiento del cerebro. El efecto más inmediato de la falta de sueño es la somnolencia, que puede experimentarse como una sensación de fatiga o falta de motivación. La persona privada de sueño está menos alerta, con menos capacidad para prestar atención y disminuyen sus habilidades de concentración, razonamiento y solución de problemas, así como la memoria y la creatividad. Esto hace que sea más difícil aprender. Por otra parte, durante el sueño se produce la consolidación de las cosas que se han aprendido durante el día. Si no duermes lo suficiente, tendrás más problemas para recordar lo aprendido.
Las personas con falta de sueño tienen también un juicio más pobre. No evalúan las situaciones con precisión ni actúan sobre ellas del modo más inteligente. De hecho, se les da bastante mal juzgar el efecto que tiene en ellos la falta de sueño. Pueden pensar que funcionan bien y que se han adaptado por completo a dormir poco pero cuando realizan un test para evaluar su funcionamiento cognitivo, vemos que no lo hacen tan bien como creen.
ESTADO DE ÁNIMO
Aunque la depresión puede causar problemas de sueño, la falta de sueño puede también alterar el estado de ánimo. La falta de sueño se ha asociado a mayores niveles dedepresión, ansiedad, uso de alcohol, intentos de suicidio y baja autoestima. También puede producir irritabilidad y cambios de humor.
SISTEMA INMUNITARIO
El sistema inmunitario de las personas con falta de sueño también parece debilitarse, según un estudio de la Universidad de California publicado en SLEEP en 2012. Los investigadores administraron inyecciones de vacunas para la hepatitis B y controlaron el sueño de los participantes durante una semana antes y después de la inyección. Las personas que durmieron menos durante el estudio tuvieron una respuesta inmunitaria menos intensa ante la vacuna, lo que aumentaría su susceptibilidad a la infección.
Durante el sueño, el sistema inmunitario produce células que ayudan a combatir las infecciones. La falta de sueño impide que el sistema inmunitario realice su trabajo correctamente y el cuerpo es menos capaz de combatir a los agentes invasores.
ENVEJECIMIENTO DE LA PIEL
Todos hemos experimentado alguna vez los efectos de una noche sin dormir en nuestras caras, con los ojos hinchados y la piel cetrina. Por tanto, no es de extrañar que la falta de sueño crónica dé lugar a la aparición de círculos alrededor de los ojos, arrugas y una piel de aspecto apagado. Cuando no duermes lo suficiente, el cuerpo libera más cantidad de la hormona del estrés, cortisol, cuyo exceso puede altear el colágeno de la piel, la proteína que la mantiene suave y elástica.
Por otra parte, la falta de sueño hace que produzcamos menos hormona del crecimiento, pues es una hormona que se libera durante el sueño. En los niños, esta hormona favorece el crecimiento y en los adultos ayuda a aumentar la masa muscular y fortalece la piel y los huesos. También ayuda a reparar los tejidos dañados durante el día.
QUÉ FACTORES NOS HACEN DORMIR POCO
Los problemas para dormir son un indicativo de que algo marcha mal. Puede tratarse de un estrés excesivo o algún problema psicológico como ansiedad o depresión. La falta de sueño voluntaria puede deberse a una mala gestión del tiempo, que impide a una persona hacer ciertas cosas que desea o debe hacer, de manera que resta horas de sueño para poder hacerlas. A veces, se trata tan solo de una falta de información: si no eres consciente de la importancia que el sueño tiene para la salud y de las consecuencias negativas de la fatal de sueño, cuidarás menos ese aspecto de tu vida.
Pero son ya muchos los estudios que nos muestran que si quieres sentirte lo mejor posible, rendir al máximo, tener un sistema inmunitario más fuerte, tener un peso normal y una mejor salud física, así como experimentar un mejor estado de ánimo y estar más optimista y sociable, es preferible que duermas todas las horas que necesitas todas las noches.