ESCUCHAR Y ESCUCHARSE
El error está en no parar
a menudo
para escuchar
y escucharse.
Escuchar
lo que se produce en el interior
es necesario
para saber quién es uno.
Siento
miedo a entrar dentro de mí
y conocerme
al mismo tiempo que me molesta
este vivir,
conmigo y sin conocerme,
la ausencia de mí que hay en mí,
y me duele
que mis quejas
se queden solamente en quejas.
Esta verdad que grito
es un lamento sin futuro
ajeno a la paradoja:
Dentro están la luz
y la vida
muriéndose por mi silencio.