TIENDA LA MANO CON AMOR Y COMPASIÓN PARA AYUDAR A LOS DEMÁS SIN PREOCUPARSE DE QUÉ PUEDE SACAR USTED A CAMBIO. NO IMPORTA SI AYUDA A MUCHOS O A POCOS. LOS NÚMEROS NO CUENTAN, LO QUE CUENTA ES EL ACTO DE TENDER LA MANO CON AFECTO. A VECES, CUANDO UN MÉDICO TOCA A UN PACIENTE CON COMPASIÓN Y PODER CURATIVO SE BENEFICIA MÁS QUE EL ENFERMO. TODOS SOMOS MÉDICOS DEL ALMA.