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 EL PLACER DE AMARTE A TI MISMO



Agosto 08, 2017, 07:31:33 am
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EL PLACER DE AMARTE A TI MISMO
« en: Agosto 08, 2017, 07:31:33 am »
EL PLACER DE AMARTE A TI MISMO


Desde algún tiempo, vengo observando en mi entorno y en algunas de las personas a las que he ofrecido mi acompañamiento lo harto complicado que nos resulta el aceptarnos y el reconocer nuestros logros y nuestras propias cualidades. Parece como si el verbo “merecer” haya sido creado únicamente para ser utilizado en tercera persona.
No, my friend. En este artículo que te traigo hoy tú eres el protagonista porque, como mínimo, es a ti a quien corresponde honrar al papel principal de esa gran aventura que es tu vida y a ti a quien te corresponde conocerte para poder caminar con paso más firme y siendo mucho más consciente en este gran paseo que recibimos como regalo nada más nacer.

Hoy quiero compartir contigo mis reflexiones y aprendizajes acerca del placer de amarte a ti mismo más que a ninguna otra persona en este mundo, por si resuenan a ti en algún momento. ¿Resonamos?

UN POQUITO DE CONTEXTO

Por una de esas causalidades de la vida (o pura coincidencia, quien sabe), recientemente he descubierto que, al igual que Marina Díaz, yo también disfruto de algunas láminas muy especiales de Gaëlle Boissonnard en mi habitación.

Una de ellas es justamente la imagen que has visto en cabecera nada más empezar a leer este post, una ilustración que, aunque tal vez no lo sepas y hace algunos años no te lo hubiera contado, tiene que ver mucho mucho conmigo.
Hasta hace unos tres años aproximadamente, yo iba dando bandazos por el mundo escondiéndome, guardando para mis adentros mi lado más sensible por temor al rechazo y porque me daba un miedo atroz que alguien descubriera mi lado más vulnerable.
Un buen día, cansada de no darme permiso para ser yo, decidí comenzar a disfrutar más de esa parte de mí. Para ello, realicé un duro pero no careciente de sentido trabajo de auto-aceptación, en el que, de forma totalmente decidida y consciente, fui conociendo tranquilamente todas mis luces y mis sombras. Hasta que descubrí que las sombras también pueden llegar a ser una fuente inagotable de luz.

Sólo cuando conoces y reconoces todo el amor que reside en ti estás totalmente preparado para compartirlo con los demás, haciéndolo de un modo mucho más esencial, altruista y auténtico. Cuando un día te miras al espejo y aceptas a la persona que ves reflejada en él te vuelves irremediablemente imparable.

Porque entonces empieza a importarte bastante menos el qué dirán, el si eres objeto de comentarios o si pareces un bicho raro incomprendido y solitario. Es en ese momento cuando tu yo se convierte en un YO en mayúsculas, un YO empoderado y fortalecido que ha aprendido a dar cada paso siendo muy consciente del valor de sí mismo, abrazando tanto lo que es como lo que no es.

RECONOCERTE ES EL MAYOR REGALO QUE PUEDES HACERTE A TI MISMO

Por lo que he podido observar a lo largo de toda mi vida, vamos creciendo siempre esperando el cariño y la aceptación de nuestro entorno a todos los niveles. Nos gusta sentirnos considerados por nuestros amigos, valorados como profesionales y queridos por nuestros familiares más cercanos.

Nos relacionamos con los demás cayendo a menudo en el error de esperar que sean los demás quienes nos acepten, valoren y nos quieran, escurriendo nuestra parte de la responsabilidad.

¿Te parece coherente esperar que nos quieran cuando es posible que no nos queramos ni nosotros mismos? Ya sé que es una pregunta muy cruda, pero… ¿Te lo has planteado alguna vez?

Rosa Morel, emprendedora y copywriter freelance, sabe muy bien de qué hablo y este me parece un momento fantástico para compartir contigo la experiencia que nos cuenta en este vídeo, una historia que he conocido esta semana y me ha tocado mucho la patatita:

https://youtu.be/yazPLJqnKGo


Sé que al inicio de mi post te dije que tú ibas a ser el (o la) protagonista de mi artículo de hoy. Y lo eres.

Pero he pensado que tal vez tú en algún momento te hayas sentido como Rosa, o tal vez estés sintiéndote ahora como se sintió ella hace algunos meses. La historia de la compañera que te he presentado hoy me parece de lo más inspirador que he descubierto en tiempo y, por eso, me apetecía compartirla contigo.

¿Sabes? Todos nacemos siendo valientes, sólo que algunos necesitamos más tiempo para descubrirlo.

Todos tenemos agallas y alas para volar tan lejos como nos propongamos, sólo que a veces una venda invisible nos impide verlo con claridad y darnos cuenta de ello. En cualquier caso, quiero recordarte que esa venda no tiene por qué cegarnos eternamente y tú tienes la fuerza necesaria para deshacer el nudo que la sostiene cuando te sientas preparado para ello.

Vas a convivir mucho tiempo contigo y eres la persona con la que más vas a compartir. Más que con cualquier otra persona que exista en este mundo. Y no deberías conformarte con menos de lo que puedes alcanzar, y eso sólo es posible cuando tienes claro quién eres y hacia dónde vas.

PORQUE EL VERBO “MERECER” TAMBIÉN PUEDE SER CONJUGADO EN PRIMERA PERSONA

En los libros de texto no nos enseñan cómo querernos, ni tan sólo cómo conocernos.

Los periódicos están plagados de noticias escritas en tercera persona en las que se hacen referencia a los logros de los demás, como si comentar o publicar los propios estuviera censurado y no fueran merecedores de una primera, segunda o tercera página.

Te invito a hacer una reflexión: ¿cuántas veces en el último año has utilizado la expresión “¡Cuánto me alegro! ¡Se lo merece!”?

¿Cuántas veces has formulado esas mismas frases en primera persona?

Por si tú no lo has hecho, déjame que te recuerde (porque puede que ya lo sepas, aunque te avergüence reconocerlo) que sí, que tú también te mereces disfrutar de cosas maravillosas. Porque, aunque ahora tal vez creas que me estoy poniendo algo filosófica, tu vida es un regalo alucinante y tu presencia seguramente colma de alegría a muchísimas personas.

Pero recuerda: también debería hacerte estallar de alegría A TI.

Cada día, cada semana, cada mes… Mereces honrarte y quererte. No hagas como hacía yo en el pasado.

No escondas tu amor en la trastienda por miedo a que te hagan daño o por miedo a ser un poco diferente.

En realidad, como nos recuerda la película Belleza Oculta, todos estamos conectados por los mismos principios y todos deseamos recibir amor. Eso significa que, en el fondo (y no tan en el fondo), todos nos parecemos más de lo que creemos o de lo que estamos dispuestos a asumir.

Pero el camino comienza en ti, en conocerte y aceptarte. En abrazar todos y cada uno de tus defectos, todos y cada uno de tus errores, y recordar que cada día puede ser el inicio de algo maravilloso. Y no importa tanto cuánto te equivocaste en el pasado, sino que lo que cuenta es la persona en la que puedes convertirte en un futuro y en todo lo que puedes hacer por ti (si tú quieres).

Amarte es un asunto urgente. Y un placer que te acercará a sabores nuevos. Serán sabores con nombre de Felicidad, Bienestar, Plenitud, Serenidad, Alegría, Tristeza, Conciencia… y te aseguro que quieren conocerte.

¿Les tiendes la mano? Deja la otra libre, que te tiendo la mía.

https://creciendoentremochilas.com/2017/07/09/el-placer-de-amarte-a-ti-mismo/



 

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