ACEPTA O RECHAZA, ABRAZA O DISCUTE
Apenas duele,
y también duele de muerte,
la misma cosa.
Ante un corazón receptivo
o frente a un corazón negado,
deja heridas o margaritas,
cristales rotos o cosquillas,
porque es uno quien se abre o se cierra,
acepta o rechaza,
abraza o discute,
y es uno mismo
quien se planta una estoica sonrisa
o un revolucionario refunfuñador,
y es uno quien cura su herida con besos y mimos,
o quien termina de hundir la espada
en lo más cruento de la llaga;
es uno quien ama sus contradicciones
o quien las espanta,
inútilmente,
porque enseguida vuelven a la carga.
Es uno mismo quien decide
si morir o vivir con el corazón abierto
o vivir de espaldas
o morir.
Francisco de Sales
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www.franciscodesales.es)
