CÓMO CONECTAR CON EL NIÑO INTERIOR
Este es uno de esos temas que quizá no tenemos tan en cuenta como deberíamos. Porque conectar con el niñ@ interior es algo que debería hacer parte del día a día.
Y te preguntarás, ¿Por qué del día a día? ¿A qué te refieres?
Muy sencillo.
Me refiero a que tienes que estar en contacto con tu niñ@ más de lo que haces. Esta conexión te permite ver la vida con más inocencia, sin tomarte las cosas tan a pecho. Disfrutando más del instante presente, pero siempre con la mirada y la guía del adulto íntegro.
Nuestro niñ@ interior está directamente relacionad@ con nuestra infancia, con el niñ@ que fuimos cuando éramos pequeños. Y cuando conectamos con esta energía, con esta esencia que vive en nostr@s ¡Es genial!, conectamos con un sentimiento muy íntimo que nos hace sentirnos llen@s.
Muchas veces no nos sentimos llen@s solo porque no hemos integrado todas las partes de nosotr@s mism@s.
Cuando no aceptamos alguna etapa de nuestra vida no estamos integrando lo que realmente somos y por eso nos sentimos sol@s, incomplet@s o, incluso abandonad@s. Sentimientos mucho más comunes de lo que nos podemos imaginar.
El trabajo de conectar con el niñ@ interior es sencillo pero para que resulte efectivo debes ponerlo en práctica de forma regular.
Al principio es bueno que lo hagas cada día y una vez que lo has integrado, luego lo puedes hacer cuando sientas que tu niñ@ te está pidiendo atención. Y esto es tan fácil cómo prestar atención y saber cuando estás conectado y cuando no en cada instante de tu vida.
Este Reto de 21 días para conectar con tu niñ@ interior, es un paso hacia esta consciencia de saber cuando tu niñ@ interior te habla y cuando te necesita.
La primera vez que conocí esta técnica fue muy bonito porque pude sentir mi Marta pequeñita asustada y escondida con miedo a expresarse. Fue revelador. Jamás me había pasado por la cabeza que mi niña estaría pidiendo atención. En ese momento pude entender el porqué estaba buscando atención en las esquinas de mi vida, porqué pedía que me escucharan. El porqué me excusaba cuando daba una explicación… y un sinfín de respuestas que aparecieron con tan solo saber conectar con mi niña interior, con mis propias carencias y mis dificultades para vivir una vida plena.
Por ello quiero compartir contigo cómo lo hago yo misma y cómo puedes hacerlo tú, pero como siempre digo, es posible que encuentres muchas otras formas y seguro que también están bien, debes sentir cual es la que va contigo. Esta es mi fórmula y la comparto contigo para que puedas probar si también te funciona a ti.
• Busca un lugar tranquilo donde puedas sentirte segur@ y fuerte.
• Respira hondo y abrázate, date un abrazo suave y amable que te de confort y seguridad.
• Mientras estás sintiendo tu abrazo cierra los ojos y obsérvate de pequeñ@. ¿Qué ves? ¿Qué sientes? ¿Estás cómod@? Hazte estas tres preguntas y déjate ir.
• Trata a tu niñ@ interior como si de un/a niñ@ sol@ en medio de un parque se tratara. ¿Qué le dirías?
• Ahora que ya has iniciado la relación con tu niñ@ interior no la dejes perder, tómate cada día un rato para conectar con esa fuerza interior innata que hay en ti.
Hacer este trabajo cada día puede ayudarte en muchos sentidos. Tanto a conectar con tus anhelos más profundos cómo a sanar tus miedos más escondidos.
Desde mi experiencia personal ha sido una herramienta impresionante, una herramienta que me permite hacer y ser esa persona que tanto había anhelado. Por ello sigo practicando el abrazo de mi niña cada vez que me siento alejada de mi centro, cada vez que siento cosas que no me gustan. Me abrazo, me siento y me consuelo a mí misma.
A través de las caricias, del amor y de la comprensión he conseguido transformar muchas emociones que me dañaban. Abrazarme por las noches o cuando siento que estoy sola me ayuda a sentirme acompañada. Me ayuda a sentir la fuerza del Ser Supremo, llamémoslo Dios, Buddha, Alá o Cristo. En todo caso me permite sentirme cerca de esta gran fuerza creadora. Y me consuela. No me siento tan sola.
Deseo que a ti también te ayude y te permita ordenar y sanar las heridas de tu infancia. Porque much@s de nosotr@s tenemos heridas que si somos capaces de comprender a través del abrazo, podremos cambiar muchísimo nuestras realidades.
¡Adelante! Disfrútalo
Y, recuerda compartir tu experiencia para que otros puedan sentirse animados a practicarlo.