¿PORQUÉ?, ¿PARA QUÉ? NO PARES DE PREGUNTARTE
En mi opinión, el mejor resultado de un Proceso de Desarrollo Personal está condicionado a la atención que se le ponga, a la dedicación que se emplee, a la voluntad para aceptar todas las realidades y todos los descubrimientos –aunque no gusten-, y a ser incansable en formular y formularse preguntas directas, interesantes, valientes, que no se queden en la simple curiosidad y que no se conformen con una respuesta que no sea la verdadera.
¿PORQUÉ?, lo he escrito en varias ocasiones, a veces se queda en una pregunta inocente que busca solamente satisfacer una curiosidad. No siempre llega hasta el fondo profundo de la inquietud. Parece que no hay una implicación total cuando uno la hace. No siempre es así, por supuesto, pero es muy conveniente estar muy atento a lo que ponemos después de ese porqué y muy atento para evitar conformarse con una respuesta que no pase del simple silenciar un fisgoneo.
¿PARA QUÉ?, en cambio, es mucho más profundo. Demuestra un interés más real. Hay sentimientos, o dolor, o una duda inquietante, que necesitan ser respondidos. Se sabe que tras ese para qué hay una insatisfacción de algún modo dolorosa, más penetrante, y esa respuesta a esa inquietud es casi vital.
Quien se pregunta para qué demuestra un interés real. Quien cree que todo tiene un sentido, que las cosas no pasan porque sí, y que algunas experiencias traen implícito un aprendizaje que es imprescindible recoger y aplicarse, necesitan responderse a ese para qué, y lo tienen que hacer para calmar esa inquietud espiritual que brota del Ser y no se consuela con nada que no sea su respuesta verdadera.
Preguntar, y sobre todo si con ello se encuentran las respuestas correspondientes, siempre es interesante.
Sin duda una de las actividades obligatorias de la vida es conocerse. Y mientras mayor y más completo sea ese conocimiento, es mejor.
Uno ha convivido consigo mismo desde su nacimiento y lo hará hasta su fallecimiento. Es un poco incongruente pasarse toda la vida con un desconocido, con facetas propias desconocidas, así que conviene preguntarse para saber.
Y es mejor hacerlo a menudo, porque uno va evolucionando y eso implica cambios. Es mejor no dar por supuesto que las contestaciones de hace unos años siguen teniendo vigencia, así que conviene actualizarlas y actualizarse.
También es el modo de darse cuenta de cómo va cambiando uno, y cómo cambia su precepción de las cosas, su escala de valores e importancias, el modo de mirar y ver, y verificar su transformación global.
Preguntándose y respondiéndose uno incrementa su autoconocimiento, se acerca más a sí mismo, se descubre, se modela, se ama…
Es interesante que no pares de preguntar y preguntarte.
Es la mejor, o la única, forma de conocerte.
Te dejo con tus reflexiones…