QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA LA LIBIDO
¿Qué es la libido?
Libido es un término que proviene del latín y significa deseo o pulsión. Es muy usado en el psicoanálisis y se define como una carga de energía vital ligada al sexo e influenciada por las hormonas sexuales, estas generan respuestas en el sistema nervioso simpático y parasimpático. Freud la definió como la pulsión o energía psíquica que orienta el comportamiento hacia un fin y se descarga al conseguirlo. Aunque en un principio se ligó a la energía sexual, posteriormente se fue definiendo como una energía psíquica indiferenciada (Carl Gustav Jung) que se puede relacionar con funciones y ámbitos que nada tienen que ver con la sexualidad.
HAY DISTINTOS TIPOS DE LIBIDO
Muchas personas asocian la libido con un alto deseo sexual, aquel deseo que invita a tener relaciones sexuales salvajes y espontaneas. Todos hemos visto la típica escena de dos amantes apasionados en el cine o la televisión. Pero es una creencia errónea ya que el deseo puede tener otras formas. Es lo que ocurre en las parejas estables; quizás en un primer momento no apetezca sexo pero si surge un momento de intimidad con besos y caricias pueden aparecer las ganas que no estaban a priori. Lo que ha pasado simplemente es que ha cambiado la forma del deseo y hay una necesidad más de calidad que de cantidad en el sexo. En estas circunstancias, hasta que el cuerpo no se excita el deseo no aparece.
QUÉ DIFERENCIA LA LIBIDO MASCULINA DE LA FEMENINA
Se sabe que hay diferencias sutiles entre las personas de ambos sexos si hablamos de libido.
La libido femenina está íntimamente ligada al ciclo menstrual, dependiendo de la fase del ciclo, las hormonas provocarán aumento o disminución de esta. Hay dos hormonas implicadas en el deseo y que en las mujeres están especialmente activas, estas son el estrógeno y la testosterona, son hormonas producidas por los ovarios y son las responsables de las fluctuaciones hormonales y de la intensidad del deseo femenino a lo largo del ciclo menstrual, provocando un aumento o disminución del mismo.
Por ejemplo, durante los días precedentes de la ovulación, el cuerpo de la mujer registra un pico de estrógenos, por lo que la libido femenina estará en su apogeo. En el varón también hay una influencia de las hormonas, pero es más estable en el tiempo.
FACTORES QUE DETERMINAN LA PÉRDIDA DE LA LIBIDO
Lo primero que debemos hacer es descartar problemas físicos u orgánicos a la hora de determinar porque se produce la pérdida de la libido.
CAUSAS ORGÁNICAS DE PÉRDIDA DE LIBIDO
A veces esta pérdida puede tener el origen en una enfermedad o en el consumo de ciertos fármacos. Por ejemplo, se sabe que la enfermedad renal crónica puede bajar los niveles de deseo o que los fármacos utilizados para la depresión, la ansiedad o el cáncer de próstata también pueden reducirla. Aunque la mayor parte de las veces el origen es psicológico.
CAUSAS PSICOLÓGICAS DE PÉRDIDA DE LIBIDO
Entre las causas psicológicas encontramos el miedo a no “dar la talla” como amantes, el temor a un embarazo o a contagiarnos por una enfermedad de transmisión sexual, las creencias o tabúes en torno al sexo, la educación recibida.
También es frecuente que las tensiones del día a día, el estrés y la ansiedad acaben afectando nuestra vida sexual. Los problemas de comunicación con nuestra pareja también son otro factor para que se vea afectada nuestra libido. Otro factor importante es la edad, ya que a más edad menos libido.
Una experiencia sexual traumática en la infancia o el haber aprendido a reprimir los pensamientos sexuales también puede generar una libido reducida.
Si la causa tiene raíz psicológica, y queremos volver a tener una buena libido, se recomienda la terapia psicológica entre la que se suele incluir la orientación cognitivo-conductual. El asesoramiento psicológico ayuda a poder reconducir la situación de la pareja si los problemas están en la relación. Si es debido al estrés, la persona ha de tomar conciencia de cómo está afectando este estrés a su cuerpo y aprender técnicas para poder controlarlo.
¿CÓMO AUMENTAR LA LIBIDO?
La libido, como hemos dicho, depende de muchos factores. Realizando unos pequeños cambios en la rutina se puede incrementar y así vivir la sexualidad de una forma más intensa.
• Pasa tiempo de calidad con la pareja, Este tiempo no necesariamente ha de implicar tener sexo, puede ser comer juntos, ir a pasear. La idea es disfrutar de la compañía de otra persona. Esto hará que sea más fácil que se despierten las ganas.
• Hablar con la pareja de tus deseos sexuales, como te gustaría que se desarrollaran los encuentros íntimos, proponer hacer cosas nuevas en la cama.
• Programar encuentros íntimos. Solo de pensar que nos encontraremos tal día y en tal lugar con nuestra pareja nos hará despertar nuestra libido.
• No preocuparse por el orgasmo. El sexo también son masajes, caricias, abrazos e intimidad. No buscar la finalidad del orgasmo hará que nos relajemos y disfrutemos más del encuentro con nuestra pareja.
Estos son solo algunos consejos. Lo importante es que si se nota que el deseo ha decaído se intente encontrar una solución. Tener una buena vida sexual es indicativo de tener buena salud.
Autor desconocido