SIN AUTOESTIMA NO SE PUEDE VIVIR
Un hombre no puede estar cómodo sin su propia aprobación
Mark Twain.
La autoestima no es más que aquellas cualidades, capacidades y formas o modos de pensar conforme a la imagen que tenemos de nosotros.
La autovaloración positiva que hagamos de nuestras experiencias y sensaciones logradas a través de nuestra vida, será lo que nos ha de permitir afrontar la vida con todas sus consecuencias, por el contrario, los que tienen una autoestima baja y se autovaloran constantemente de forma negativa, suelen fracasar y autolimitarse a la hora de hacer frente a los problemas que se les puedan presentar. De ahí la importancia que la autoestima adquiere para nuestro equilibrio y la adquisición de la seguridad con la que vamos por la vida para afrontar los problemas que se nos puedan presentar.
La autoestima se forma poco a poco a lo largo de la vida, es una información lenta a través de los años desde la niñez hasta la edad adulta. Y esta formación dependerá, en su mayor parte, de las experiencias y pensamientos que nos harán adquirir una valía o una incapacidad para caminar por la vida.
Cuando nos enfrentamos a la vida y sus circunstancias, la autoestima será el ariete que nos abrirá el camino con la seguridad necesaria para poder realizarnos.
Cada día más me convenzo de que las personas que tienen problemas psicológicos: ansiedad, depresión, etcétera, la base de estos se debe siempre a una forma inapropiada de pensar, a una distorsión del pensamiento que nos hace sentirnos sin la fuerza ni la confianza necesaria para solucionarlos
Naturalmente tienen unos pensamientos con los cuales dialogan desde una base de máxima exigencia, de un perfeccionismo tan exagerado que no pueden hacer frente a los estresores que se les puedan presentar.
Os voy a señalar qué tipo de pensamientos son los más comunes en las personas que carecen de una autoestima fuerte y bien desarrollada:
Pensamiento potencial: nunca ven el presente, siempre están en un futuro que no tiene realidad alguna en la que apoyarse: “qué será de mí mañana, nunca llegaré a alcanzar lo que quiero”.
Pensamiento polarizado: todo o nada, no hay término medio, todo se lleva a los extremos: o es blanco o negro, bueno o malo, no hay nada que sea intermedio, o es perfecto o no vale.
Autoacusación: la persona con baja autoestima se siente en todo momento culpable de todo, siempre es culpable de todo lo que le suceda a él y a los demás, una culpabilidad que no le libera y además le restringe sus posibilidades.
Lectura de pensamiento: piensas que a los demás no les gustas, que piensan mal de ti sin, por supuesto, tener evidencias de ello. No comprueban nada, adivinan lo que los demás piensan de ellos y siempre están pensando mal de ellos.
Auto descripción negativa: jamás utilizan expresiones positivas hacia su persona, “siempre todo lo hago mal, soy un fracasado”; no se paran a comprobar otros momentos en los que sí han sido asertivos, siempre valoraciones absolutas: “no valgo nada”.
Razonamiento emocional: se sienten solos, sin amigos, sin pareja y piensan que este sentimiento se aleja de la realidad y, por supuesto, no se detienen a comprobarlo con otras experiencias: “si es que no valgo para nada” y como se siente así no cambiará ni intentará comprobar si en otros momentos pudo ser de otra forma. Es decir, toman los pensamientos como realidad sin comprobar con otros datos o con otras experiencias si es cierto o no, por ejemplo “me siento un inútil, por lo tanto soy un inútil, no valgo para nada”.
Sobregeneralización: tomando un hecho aislado crean una regla universal. “he fracasado otra vez, siempre fracasaré”; “no respondí a lo que esperaban de mí, nunca podré responder”.
Hasta aquí he intentado señalar los diferentes tipos de pensamientos que son característicos de las personas con una autoestima baja, ahora os indicaré qué hacer para recuperar la autoestima y comenzar una nueva carrera, sin obstáculos, hacia la felicidad y el equilibrio.
¿CÓMO SUPERAR LA AUTOESTIMA?
1. Intentar convertir lo negativo en positivo: si piensas “no puedo hacer nada” puedes decirte “tengo éxito cuando me lo propongo”. “No espero demasiado” cámbialo por “un día haré realidad mis sueños”.
2. Aceptarnos a nosotros mismos y lo debemos hacer porque con nuestros valores y defectos, tenemos que conseguir lo que queremos porque nos consideramos personas valiosas e importantes.
3. No compararse con los demás. Todos tenemos virtudes y defectos, por tanto, si sólo nos comparamos nuestros defectos con las cualidades buenas de los demás el resultado será siempre catastrófico: esto suele llevarnos a la fobia social, cada día hay más personas que la sufren: supervaloran a los demás y ellos se infravaloran, por tanto no se puede soportar una relación, el resultado será que nos sintamos inferiores con los que no comparamos.
4. No generalizar. No es muy racional compararse sólo con las experiencias negativas que hayamos tenido. Es posible que nos hayamos equivocado, pero seguro que hemos acertado muchas veces y estos aciertos hay que potenciarlos, apoyarnos en ellos para que nos sirvan como catapultas que nos impulsan con fuerza a a hacer frente a nuestra vida; los fracasos son tachuelas que hay que quitar para poder llegar a la meta, no son incapacitantes.
5. Centrarnos siempre en lo positivo: a la hora de evaluarnos siempre es mejor observar nuestras características positivas; siempre tenemos más bueno que malo y si sólo nos centramos en lo negativo, el resultado, lógicamente, será el hundimiento de nuestra autoestima, de nuestra capacidad para afrontar nuestra existencia.
Si no tienes una autoestima equilibrada y más bien vas con ella peor de lo que pensabas te doy unas pequeñas instrucciones para que intentes realizar tú trabajo desde otro punto de vista,
1º. Plantéate una meta clara y concreta. Esta meta ha de tener unos requisitos para que funcione: debe ser: sincera, personal, realista, divisible y medible.
2º. Hemos de establecer qué tareas se deben realizar para lograrlo.
3º.Organizaremos las tareas en el orden en que las queramos realizar, no intentar realizarlas todas a la vez, sino en un orden buscando la efectividad.
4º. Ponerlo en marcha y evaluar los logros que vayamos consiguiendo para reforzarnos y eliminar todos los fallos que se hayan producido.
Ya tienes una pequeñas ideas para que tu autoestima, si es baja y te crea problemas, la puedas aumentar y con ello conseguirás unas nuevas sensaciones positivas que te harán sentirte más segura, más positiva y que con, esta nueva autoestima, podrás alcanzar las metas que te hayas propuesto.
Si, por el contrario, tienes una buena autoestima te ayudarán a conseguir más confianza, más fuerza y seguridad en tu duro caminar por la existencia.
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