CAPÍTULO 22 – LA AUTOESTIMA
Este es el capítulo 22 de un total de 82 -que se irán publicando- en los cuales se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL.
(Te sugiero que, aunque creas que tienes una buena autoestima, leas lo que sigue. Hay algo más que consejos para quien tiene mala autoestima)
“Prometo no abandonarme nunca más.”
(Franco Batiatto).
“Las personas con alta autoestima no se sienten superiores a los demás;
no buscan probar su valor comparándose con los demás.
Disfrutan siendo quienes son, no siendo mejor que los demás.”
(Nathaniel Branden)
"La peor desgracia que le puede suceder a un hombre
es pensar mal de sí mismo."
(Goethe)
“Autoestima es igual a auto-respeto, y eso no es egoísmo”.
“La mayor injusticia que podemos cometer para con nosotros mismos
es no desarrollar bien la autoestima. Sólo sentir compasión propia,
e instalarse en ella,
es una razón que nos condena irremediablemente a una vida miserable”.
“La lucha por la autoestima sí vale lo que exige. Sea lo que sea”.
(Te sugiero que, aunque creas que tienes una buena autoestima, leas lo que sigue. Son algo más que consejos para quien tiene mala autoestima)
Nota.- Este capítulo es amplio porque está escrito desde diferentes puntos de vista. La autoestima es un asunto tan importante, que lo merece. La intención es que lo comprendas bien de uno u otro modo. Disfrutar una buena autoestima es imprescindible, pues estamos construidos sobre ella y es la base de nuestra personalidad.
Un día, una querida amiga me dijo que tenía la autoestima baja porque creía que “era nadie”; le contesté que yo, que tengo la autoestima en su sitio, sé claramente que soy nadie.
La diferencia entre nosotros está en cómo sentimos la misma cosa.
Ella, que sigue enganchada a su Yo Ideal, se da cuenta de que se había propuesto ser alguien, y no lo está consiguiendo, lo que le crea un malestar tan profundo que le afecta a su autoestima.
Yo, en cambio, sé claramente que soy nadie, y no necesito ser alguien. Soy Yo Mismo, y soy consciente de que no es necesario ser alguien para ser Uno Mismo, y que ninguna persona es alguien, y que no se necesita ser alguien, sino saber y estar convencido de que no cambia nada por ser o no ser alguien.
No vale con decir que la autoestima me venía defectuosa de nacimiento, que no me funciona el motor de la responsabilidad, o que el manual de instrucciones de mi vida me venía escrito en chino mandarín y no lo entiendo. Nuestra responsabilidad es preservarla para que se mantenga intacta y en el nivel correcto.
Debemos plantearnos como objetivos básicos aliviar el sufrimiento que su incorrección nos provoca, e incrementar la felicidad, que queda mermada por el mismo motivo.
Elevar la autoestima es algo más que eliminar los aspectos negativos: es conseguir los aspectos positivos.
Un ser humano merece respeto.
Y cada uno es un ser humano.
Todos tenemos ciertos yoes que nos ayudan y otros yoes que tratan de destruirnos o, cuanto menos, no colaboran. Todos esos yoes somos nosotros, o sea, forman parte del Yo que los agrupa.
Mejor dicho, estamos siendo todos los yoes en este instante. De momento, y mientras no se establezca una autoestima correcta, por lo menos no debemos boicotearnos.
A LO LARGO DE LA VIDA ESCUCHAREMOS MUCHAS OPINIONES ACERCA DE NUESTRA VALÍA, PERO NINGUNA ES TAN IMPORTANTE COMO LAS QUE NOS HAGAMOS NOSOTROS.
La autoestima se funda en el respeto: uno se ha de respetar a sí mismo si quiere que los demás le respeten. Todos los humanos merecemos amor y respeto pero, por encima de todos, el propio amor y el propio respeto.
Es una absoluta injusticia ser generoso y comprensivo con los demás y no serlo con uno mismo.
En nuestro nivel de autoestima influye mucho cómo nos sentimos aceptados por las personas que son importantes para nosotros.
BAJA AUTOESTIMA:
Ir por la vida con la autoestima baja es ir cargado con un lastre innecesario, acompañado de un enemigo traicionero y cruel, y con el freno de mano puesto.
De la baja autoestima, o de la falta de ella, es de donde nace una grandísima parte de la infelicidad.
Si fuésemos capaces de comprender que somos un milagro, que somos afortunados por poder estar en el mundo y disponer de una vida; si valorásemos la vista, el tacto, los sentimientos, las emociones, el sol, la gente que nos quiere, los abrazos que recibimos, aquel tiempo que pasamos en brazos de nuestra madre… no podríamos hacer otra cosa en todo el día más que dar gracias a Dios.
Está demostrado que tanto la autoestima como la asertividad influyen en el sistema inmunológico.
Si nuestra autoestima es positiva, nos otorga resistencia, fuerza y capacidad de regeneración.
Cuando es baja, es menor la capacidad de enfrentarse a las adversidades de la vida. Caemos ante ellas y eso contribuye aún más a consolidar nuestra baja autoestima. Y ya ni siquiera es el círculo vicioso, sino que es una espiral que cae llevándonos cada vez más hacia el centro de la total desdicha.
EL SUFRIMIENTO NOS IMPIDE EXPERIMENTAR LA ALEGRÍA.
OTORGAMOS MÁS PODER A LO NEGATIVO QUE A LO POSITIVO.
AUTO ESTIMA CORRECTA:
La autoestima no ha de ser alta ni baja, sino correcta. La autoestima excesivamente alta puede derivar en orgullo, prepotencia, vanidad, soberbia…
Tener una buena autoestima está al alcance de cualquiera, porque no es necesario ser alguien importante o rico o inteligente o triunfador para conseguirlo.
Cada uno es lo que es y tiene lo que tiene: circunstancias, vivencias, apoyos, dificultades, y cosas a favor y en contra.
La autoestima correcta es saber apreciarnos con imparcialidad, y no crear un héroe donde no lo hay, pero tampoco desdeñarnos, ni menospreciarnos, ni despreciarnos. Tasarnos en la justa medida, en el valor exacto. No engrandecernos si es incierto ni tampoco valorarnos incorrectamente.
POSITIVISMO
Ni disculpas, ni arrepentimientos. Ni lástima, ni compasión, ni victimismo. Ni detenerse, ni rendirse. Ni amargura, ni agachar la cabeza, ni echar nada en cara.
El diálogo con uno mismo ha de ser positivo y constructivo.
Vamos a concentrarnos en conseguir éxitos y vamos a desengancharnos de los fracasos.
JUSTICIA
Vamos a utilizar para con nosotros la misma vara de medir que aplicamos con los demás. Vamos a encontrar la equidad y la justicia en nuestra valoración.
Habremos de reconocernos y saber valorar cada uno de los pequeños adelantos. Enhorabuena, lo he hecho bien. Felicitaciones. Y, además, he sido capaz de reconocerlo. Otra vez enhorabuena y felicitaciones.
Es imperdonable no valorarse en la justa medida y no respetarse.
RESPONSABILIDAD
Yo soy responsable de mí.
Nadie más.
En manos de nadie debo dejar tan importante asunto.
PRIMEROS PASOS
No es conveniente buscar ni esperar resultados espectaculares desde el primer momento. Este es un proceso lento que ha de ser constante.
Que los primeros pasos sean cortos pero seguros.
No pretender comenzar con cosas imposibles.
Marcarnos una disciplina en que el deseo de mejorar es continuo, en cada oportunidad, en cada situación, en cada pensamiento. Es nuestro objetivo primordial. Deseamos dedicarnos a ello con vocación e intensidad.
EVITAR
Pesimismo.
Críticas desproporcionadas y destructivas.
Aburrimiento.
Desesperación.
Pereza.
Impaciencia.
Compañías o amistades negativas.
Actitudes destructivas.
Comportamientos improductivos.
FOMENTAR
Curiosidad.
Creatividad.
Confianza.
Alegría.
Amor.
Sistema de premios y recompensas.
Balances personales justos.
Buscar apoyos y gente que nos anime.
Tener una lista con todas nuestras cualidades, valores y talentos, y actualizarla continuamente añadiendo los logros que se van consiguiendo.
Pedir ayuda si es necesario.
Entusiasmo.
Preguntarnos sin miedo.
Escucharnos sin miedo.
Crear proyectos y realizarlos.
SOLUCIONES Y SUGERENCIAS
MOTIVACIÓN - Conviene tener claro el concepto del merecimiento. Tener un propósito firme. Encontrar razones y fortalecerlas:
Porque lo merezco…
Porque no quiero seguir sufriendo…
Porque lo deseo…
Porque…
Porque…
Porque…
AMOR PROPIO – dedicarte un atento cuidado y caricias constantes. El amor tiene que estar en ti. No tienes que buscarlo fuera. El desamor y la falta de respeto son los peores pecados que uno puede cometer contra sí mismo.
VOLUNTAD – y fortaleza y confianza.
NO FALLAR – bajo ninguna excusa ni concepto. Ganarás en credibilidad si no fallas, con lo que fortalecerás la autoestima.
RESPETO – personal en cualquier circunstancia.
COMPRENSIÓN – has de reconocer que en este momento eres víctima de tu nivel de autoestima, pero también tienes que comprender que eres responsable de llevarla al sitio adecuado, ya que mientras no esté equilibrada tú serás el sufridor de ello. Reconocer que uno se ha equivocado es demostrar que hoy se es más sabio que ayer.
COMPASIÓN - La autoestima no es merecedora de lástima, sino de valoración justa y precisa. En vez de sentir compasión, mejor sentir con pasión. Si quieres, puedes.
VOLUNTAD DE PERDÓN – si la comprensión ha sido correcta, verás que ya no es necesario el perdón. Pero si crees que necesitas perdón, que sea del todo sincero, generoso, cariñoso, abierto, muy humano…
MENTE EN BLANCO SIN ANOTACIONES DEL AYER – es lo mejor: empezar de cero, sin victimismo ni culpabilidad.
DIGNIDAD PERSONAL – Uno ha de considerarse merecedor de lo bueno: una buena vida, una buena personalidad, un respeto inmejorable.
IDEAS
Muchos personas opinan que la repetición de frases con orientación positiva refuerzan o modifican las ideas interiores personales y que son útiles para terminar de convencer a lo dubitativo que habite en nuestro interior.
Por si te son de utilidad, te relaciono algunas.
Además, puedes crear más y usarlas, personalizadas, exclusivas para ti.
AFIRMACIONES SOBRE UNO MISMO QUE APOYAN LA AUTOESTIMA:
- Yo tengo derecho a existir.
- Yo tengo un gran valor para mí mismo.
- Yo tengo el derecho a satisfacer mis necesidades y deseos, y el derecho a considerarlos importantes.
- No estoy en la tierra para cumplir las expectativas de nadie; mi vida me pertenece. Y esto vale igualmente para cualquier otro ser humano. Cada persona es el propietario de su vida y no está en la tierra para cumplir mis expectativas.
- Yo no me considero propiedad de nadie y no considero a nadie propiedad mía.
- Yo soy una persona encantadora.
- Yo soy una persona admirable.
- Las personas a las que admiro y respeto me apreciarán y respetarán.
- Debo tratar con los demás de manera justa y equitativa y los demás deben tratarme justa y equitativamente.
- Merezco ser tratado cortésmente y con respeto por todos.
- Si la gente me trata de manera descortés o irrespetuosa, eso es un reflejo de ellos, no de mí. Sólo será un reflejo de mí si acepto como correcto el trato que me dispensan.
- Si alguien a quien aprecio no me corresponde, puede resultar desalentador o incluso doloroso, pero no es un reflejo de mi valía personal.
- Ninguna otra persona o grupo tiene la potestad de determinar cómo tengo que pensar y sentir respecto a mí mismo.
- Yo confío en mi mente.
- Yo veo lo que veo y sé lo que sé.
- Me conviene más conocer la verdad que “darme la razón” a expensas de los hechos.
- Si yo persevero, puedo comprender las cosas que tengo que comprender.
- Si yo persevero, y si mis metas son realistas, yo soy competente para conseguirlas.
- Yo soy competente para hacer frente a los retos básicos de la vida.
- Yo merezco la felicidad.
- Yo soy “suficiente” (esto no quiere decir que no tenga que aprender nada más ni crecer más; significa que tengo el derecho a aceptarme a mí mismo).
- Yo soy capaz de recuperarme de una derrota.
- Yo tengo el derecho a cometer errores; ésta es una de las maneras de aprender. Los errores no son la razón para condenarse a uno mismo.
- Yo no sacrifico mi criterio, ni pretendo que mis convicciones son diferentes de lo que son para conseguir popularidad o aprobación.
- No es lo que “ellos” piensan, es lo que yo sé. Lo que yo sé es más importante para mí que una errónea creencia en la mente de otra persona.
- Nadie tiene el derecho a imponerme ideas y valores que no acepto, igual que yo no tengo derecho a imponer a los demás mis ideas y valores.
- Si mis metas son racionales, merezco conseguir lo que intento.
- La felicidad y el éxito son condiciones naturales para mí, y no son algo que me tiene que venir del exterior o de los demás.
- El desarrollo de uno mismo y la satisfacción de uno mismo son metas morales adecuadas.
- Mi felicidad y mi autorrealización son propósitos nobles.
REFLEXIONES
El prójimo es como tú. Este proceso de reconocimiento del propio valor conlleva darse cuenta de que el prójimo también es merecedor de similar trato. Los demás son seres vivos; atraviesan circunstancias similares a las tuyas y tienen el mismo derecho a ser bien tratados.
ATENCIÓN
El asunto de la falta de una autoestima adecuada es un asunto que importa mucho.
Durante una época de mi vida que practiqué la quirología, puede comprobar que los principales conflictos personales (en un 95% de casos aproximadamente) eran causantes de una autoestima incorrecta.
COSAS A EVITAR
- No ser demasiado crítico; más bien, dar ánimos.
- No acentuar los fallos ni los defectos, sino centrarse en los aspectos positivos.
- Evitar el temor de experimentar y el miedo a fracasar.
- Pretender cosas que se saben imposibles, es decir, acometer cosas en las que hay posibilidades de logro y triunfo de un modo realista.
- Admitir errores en aspectos puntuales, pero no globalizarlo y achacarlos a la persona entera. Se busca mejorar la autoestima y no culpables.
(Continuará)
Francisco de Sales