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 54 – LOS MIEDOS



Julio 06, 2020, 08:03:59 am
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54 – LOS MIEDOS
« en: Julio 06, 2020, 08:03:59 am »
CAPÍTULO  54 – LOS MIEDOS

Este es el capítulo 54 de un total de 82 -que se irán publicando- en los cuales se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL Y ESPIRITUAL.



“El miedo no es algo innato, sino algo aprendido”.

“No hay nada peor en la vida que perderla por miedo a vivirla”.

“Vivir con miedo es vivir a medias”.

“Todo miedo siempre es una amenaza a lo que uno cree ser
o a lo que uno quiere llegar a ser”.
(Antonio Blay)

“Los miedos, en algunas ocasiones, son mecanismos de autodefensa”.

“Los miedos son cárceles imaginarias. Escápate”.

“Cualquier cosa que el hombre gane debe pagarla cara,
 aunque no sea más que con el miedo de perderla”.
(Friedrich Hebbel)

“El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal”.
 (Aristóteles)

“El miedo es el más ignorante, el más injurioso
 y el más cruel de los consejeros”.
(Edmund Burke)

“El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”.
 (Tito Livio)

“Hay una manera de vencer el miedo y es cultivando la paz interior”.
 (Lama Gangchen)

“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo... del miedo al cambio.”
 (Octavio Paz)

“Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo”.
(Publio Siro)

“Quien vive temeroso, nunca será libre”.
(Quinto Horacio Flaco)

“El miedo se tiene, la cobardía se elige”.



Miedo, en el Diccionario: recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea. Angustia por un riesgo o daño real o imaginario.

Aunque haya una serie de miedos ya definidos y contabilizados, yo creo que hay tantos tipos de miedos como de situaciones y de personas.

El miedo es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Pero es solamente una emoción, no algo real y con entidad.

Su función es paralizarte con la intención de protegerte, aunque no siempre lo utilizamos correctamente y le permitimos asumir funciones que no le corresponden.

Tu función es enfrentarte a él y derrotarle.

Eso sí, es un enemigo irrazonable, o sea que no le podrás convencer con un diálogo racional.

También es un enemigo muy duro.

De algunos combates saldrás tocado; de otros, invicto y más fuerte, claramente satisfecho y con un premio.

Lo que debes tener claro es que has de conocerlos, aunque no te gusten; que no puedes negarlos, porque así no es como desaparecen; que tienes que saber dónde están alojados, que son irreales, cómo tratarlos, cómo deshacerte de ellos…

Sabes que “viven” en la mente.
Es por tanto una irrealidad que permites que te asuste como si fuera real; no es más que una emoción que, como tal, puede ser conocida y controlada.

No es cierto ese miedo tan habitual llamado el “miedo a lo desconocido”: el miedo que se produce en ese caso es a dejar o perder lo conocido. Parece que es lo mismo, pero el modo de sentirlo, y de llegar o no a sufrirlo, es distinto.

No te confundas con lo que se llama el “miedo a lo desconocido”. Por el mismo hecho de ser desconocido no debiera darte miedo. Entiendo que te pueda dar miedo abrir una puerta si sabes que al otro lado hay un perro loco rabioso suelto, pero si no sabes lo que hay detrás… ¿cómo puede darte miedo?

¿Y si confundes el miedo a perder algo con el deseo de no desapegarte de ese algo?
Esto tienes que saber distinguirlo para saber cómo afrontarlo. Si averiguas que, por ejemplo, crees que tienes miedo a enamorarte de otra persona, tendrás que averiguar primero si tras esa idea se esconde un miedo a perder los derechos, privilegios, o incluso la soledad y los llantos, que te aportan el hecho de estar solo.


MIEDO A SER UNO MISMO

Sientes “miedo” ante los cambios, pero aún más ante el Gran Cambio. Ante lo que te has propuesto cambiar, que se refleja en volver a Ser Uno Mismo.
El Sí Mismo, y las fuerzas del superconsciente, son energías tan fuertes que movilizan miedos en las personas.
El personaje que cada uno es se siente cómodo en lo conocido y cuando siente que algo le puede desplazar de esa situación de confort, aunque sea para su propio bien, crea bloqueos.
Uno intuye que el Sí Mismo le va a aportar una videncias y unas vivencias que le van a obligar a cambiar todo aquello sobre lo que se sustenta, y ante ese temor a lo desconocido, desconocido por inexplorado, prefiere quedarse como está, aunque no esté bien.
El proceso de Ser Uno Mismo se puede aplazar, pero es inevitable y mientras más se aplace más tardará uno en disfrutar de sus ventajas mientras que se mantiene en los inconvenientes.

En un proceso de auto-descubrimiento van a aparecer todos los miedos: los ya conocidos y muchos otros que no podías ni sospechar. Que no sean un obstáculo o freno para seguir adelante. Porque tienes que seguir adelante.


MIEDOS ANTIGUOS

Otros miedos pueden ser explicables, como los miedos por haber sufrido anteriormente una experiencia similar.
Por ejemplo, si alguien tiene un accidente con un coche es lógica una cierta aprensión a volver a montar de nuevo; puede presuponer que se podría volver a repetir toda la desagradable experiencia. Se podría razonar y hablar de estadísticas de accidentes y del tanto por ciento de posibilidades de que vuelva a suceder, pero la sensación que se asocia a las heridas, a la sangre derramada, a la convalecencia, superará, durante bastante tiempo, al poder de las palabras. Este es un miedo racional, pero hay muchos otros que son irracionales.

La mayoría de los miedos infantiles provienen del período en que se debería haber producido la buena educación, de aquel momento en nuestra infancia en que nos hablaron “del coco” o “del hombre del saco”; en el caso de la niñas, del peligro que tenían los hombres, que podían violarlas o dejarlas embarazadas y estropearles el resto de la vida.

Podríamos hablar del miedo al porvenir, del miedo a quedarse sin trabajo, sin casa, sin alguien… aunque el día de hoy sepamos que no tienen sentido, lo muy cierto es que se nos quedó en el inconsciente el miedo y actúa sin que nos enteremos, rigiendo  y perjudicando algunos de nuestros actos.

Esto no quiere decir que los tengas que seguir sufriendo el resto de tu vida, sino que, conociendo el origen, puedes y debes resolverlos.


TIPOS DE MIEDOS:

Este es un resumen básico de tipos que admiten varias subdivisiones.

A LA MUERTE, que proviene del instinto de conservación.
A LA SOLEDAD, tiene que ver con la sensación de ser seres incompletos; de no sentirse a gusto consigo mismo y tener la necesidad de estar acompañado;
A SENTIRSE UN INDIVIDUO SEPARADO DEL RESTO, y esto lleva a buscar apoyo y seguridad en la compañía de los demás.
A NO SER RECONOCIDOS Y VALORADOS por lo que creemos que valemos: es la expresión de la necesidad de autoafirmación.
A LO DESCONOCIDO Y MISTERIOSO.


VISTO DE OTRO MODO

En este proceso de búsqueda que hemos iniciado nos van a aparecer todos los miedos y vamos a tener que enfrentarnos a ellos, porque su función es frenarnos y eso no lo debemos permitir.
Son un duro enemigo y esto hay que saberlo de antemano.
Son irrazonables, también hay que saberlo, y por muchas palabras y explicaciones que usemos no van a querer escucharnos.
Nos tendremos que poner el traje de caballero y la armadura, y empuñar la espada invicta. Nos enzarzaremos en mil lides, y de algunas saldremos dañados; de otras, más fuertes; de otras, vencedores y con el orgullo rebosante.
No va a ser fácil, y no es que pretenda asustar, pero no avisártelo sería engañarte.
Lo que se debe hacer es conocer los miedos, no negarlos, saber sus puntos débiles, que los tienen, cómo tratarlos, dónde se alojan, cuándo no son reales…
Lo que no se debe hacer es luchar contra el miedo, porque no se puede luchar contra algo que no existe (aunque sí se padezca) y el miedo no tiene existencia real.

La única forma de eliminar el miedo es hacer desaparecer la causa que lo produce. Y esto significa desarrollar el Yo Experiencia del todo.
La solución está en obligarse a expresar todo lo que queda dentro pendiente, obligar a salir todo lo que está destinado a salir, en dar paso a la vida, dejar libre la circulación, y no retener nada de lo que por su naturaleza es dinámico.


SOLUCIONES O SUGERENCIAS

Uso correcto de la mente:
Reflexión y persuasión.
Transmutación de las emociones.
Explorar el inconsciente y sacar lo oscuro a la luz.

No solucionan, pero son otras alternativas:
Actividades físicas y deportivas.
Humor.
Dirigir la imaginación a otros puntos.
Cultivas emociones positivas y dinámicas.
Sugestiones y afirmaciones.


POR SI NO LO SABES

Cuidado con el miedo llevado hasta un extremo descabellado, ya que se convierte en fobia (temor irracional compulsivo). Y es un asunto grave.

De un modo más o menos directo, los miedos nos proporcionan una parte de estos asuntos:

Complejo de inferioridad – cuando procedo por debajo de mi Yo Idea, de lo que mi Yo Idea exige de mí en el mundo. Es una insuficiencia en el modo de vivir respecto a la idea o el ideal que he formado de mí mismo.

Timidez – incapacidad para participar en la vida social, aunque se desee hacer y se sepa cómo.

Inseguridad – falta de conocimiento pleno y poca confianza en sí mismo.

Angustia – se produce cuando las circunstancias externas o propias se oponen a la realización del Yo Idea. En este caso se desarrolla una actitud de hostilidad contra el ambiente o contra sí mismo.

Ansiedad – es un componente de la angustia. Se aflige el ánimo y produce un malestar físico que no consiste en un dolor.

Depresión – por la incapacidad que se siente de no poder vencerlos y por sentir su trágica influencia.

Tristeza – compasión y pena por uno mismo.

Apatía – los miedos paralizan y quitan las ganas de seguir.

Tensión – no se vive tranquilamente.

Contradicción interior – uno no quiere tener miedos pero los tiene.
Pesimismo – uno piensa que nunca les va a vencer.


DESDE UN PUNTO DE VISTA MÁS ESPIRITUAL

Los miedos están basados en parte en la ignorancia y el error.

MIEDO A LA MUERTE – la muerte no existe. Cuando muere el cuerpo pasamos a una vida mejor. Y cuando estemos muertos nada de lo que nos importa ahora nos importará.

MIEDO A LA SOLEDAD – se resuelve fomentando la comunicación con Dios, con la Vida, con el Sí Mismo, con el Amor Espiritual, y con los amigos. La soledad no está cargada de pesimismo como queremos pintarla: en todo momento formamos parte de la comunidad que es la Humanidad, y de lo Supremo.

MIEDO AL FRACASO – es necesario reconocer nuestra naturaleza espiritual, y confiar en nuestros poderes latentes.

MIEDO A LO DESCONOCIDO Y AL FUTURO – evitar la tendencia a pintar el futuro de negro, que nunca llega a ser tan negro. Con los pensamientos negativos, y las pre-ocupaciones, por la fuerza de la capacidad creadora de la mente podemos propiciar que acaben sucediendo los más funestos pensamientos.
Promover la fe en que lo Superior nos cuidará para que no tengamos que soportar cosas realmente graves, y en nuestras capacidades para resolver lo que suceda, sea lo que sea.
Desarrollar la sabiduría, que es capaz de separar lo que son sólo supersticiones, prejuicios, pensamientos negativos, pesimismo… de la realidad, que nunca es tan mala como se imagina.
   

POR SI NO LO SABES

¿Dónde vive el miedo?
En la mente.
Por eso, vuelve a ser otra de esas irrealidades en las que creemos firmemente. Es una sólo una emoción que podemos controlar; es una barrera que debemos conocer para que no nos detenga.
SÓLO HAY QUE TENER MIEDO A NUESTRO PROPIO MIEDO.
El miedo no es más que una idea de negación que se expresa a través de lo emocional, porque hay una pérdida de confianza en nuestros propios recursos para afrontar situaciones concretas que percibimos como peligrosas contra nuestras normas o nuestra integridad.
Cuando en el miedo existe una relación con nuestro cuerpo se puede asociar al dolor y hasta podría ser razonable: miedo a accidentes, a violencia física, a maltratos, a violaciones…


TRABAJA TÚ

¿A qué tienes miedo?
¿Por qué?
¿Es un miedo real o imaginario?
¿Realmente tienes miedo o te han hecho creer que tienes que tener miedo?
¿De qué te sirve?
¿Te paraliza y te estanca?
¿Te ayuda en tu evolución personal o espiritual?
¿Estarías mejor sin ese miedo?
¿Comprendes su inutilidad y que es un freno?
¿Puedes deshacerte de él?


RESUMIENDO

Este es un asunto serio. Aunque teóricamente se pueden desmontar los miedos, y mediante la lógica descubrir que no tienen el poder que les otorgas, la verdad es que afectan, y mucho.
Si no eres capaz de resolverlos, te recomiendo que te pongas en manos de un especialista que te pueda ayudar a resolverlos, porque te van a atenazar y frenar en el Desarrollo Personal y Espiritual en el que estás, donde el crecimiento y el optimismo han de ser el tono habitual.


Francisco de Sales



 

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