Buscandome

Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión

 


Traductor Google

 CÓMO RELACIONARSE BIEN CON LOS PROPIOS ERRORES



Septiembre 24, 2020, 06:14:34 am
Leído 609 veces

Desconectado Francisco de Sales

  • Administrator
  • *****

  • 7321
    Mensajes

  • Karma: 8

CÓMO RELACIONARSE BIEN CON LOS PROPIOS ERRORES
« en: Septiembre 24, 2020, 06:14:34 am »
CÓMO RELACIONARSE BIEN CON LOS PROPIOS ERRORES


En mi opinión, todos tenemos errores acumulados que venimos arrastrando y, generalmente, no sabemos cómo relacionarnos con ellos para que no nos hagan más daño del que ya nos han hecho.

Para cambiar la actitud hacia ellos y no dejar que nos sigan mortificando es conveniente realizar una serie de pasos.

El primero, sin duda, es que exista una verdadera voluntad de reconciliación con uno mismo. Que uno se dé cuenta de que no tiene ninguna utilidad positiva seguir en una actitud de recriminación y lucha constante. Que es mejor dejar de martirizarse por aquel error –o por aquellos errores- y que lo mejor es seguir el camino sin que ese peso siga aplastándonos. Es evidente que por este motivo uno se siente mal consigo mismo, que está muy enfadado, pero quedarse estancado en eso no resuelve nada y sí perjudica, por tanto se impone, como primer paso, la reconciliación.
(Este artículo titulado RECONCILIARSE CON LOS YOES DEL PASADO te puede ser interesante: http://buscandome.es/index.php/topic,16763.msg19386.html#msg19386

Se va a necesitar, porque es imprescindible, mucho Amor Propio y del bueno, del que es sincero y nace del corazón, porque sin ese ingrediente esto no funciona. No vale hacerlo a regañadientes y sin ganas. No sirve decir “me perdono” si no es cierto.

Hay que animarse a profundizar en los errores y ver qué hay que no queda a la vista, ver cómo uno se siente de verdad y por qué, y no es una tarea agradable porque es poner ante uno mismo los defectos e imperfecciones propios, la parte menos vistosa de la cual no puede presumir porque es, precisamente, lo contrario a la imagen que uno quiere dar de sí mismo y quiere tener de sí mismo.

Hay que ser valiente para hacerlo (y después reconocerse el mérito de haberlo hecho) y por eso lo habitual es buscar y encontrar cualquier excusa para salirse de ese ejercicio que tanto remueve y duele. Para evitar eso es conveniente que una parte de sí mismo –la más cariñosa- se quede fuera del proceso animando a seguir, diciendo “sigue, que yo te acojo cuando termines con esto y te voy a querer igual”, “sigue, que es por tu bien”, “no te preocupes, sigue tranquilo, yo estoy contigo”.

Cuando uno sana su pasado y sus actos menos buenos, lo que busca es la Paz consigo mismo. “La vida es conciliar contradicciones”, dice Guy Braekman. Somos correctos o buenos en algunos aspectos y menos perfectos en otros y con todo ello tenemos que construir una persona más o menos equilibrada que luche por minimizar sus imperfecciones y por realzar sus cualidades. Esa es la tarea que lleva hacia la Paz.

Hay que recordar que a la hora de revisar los errores es imprescindible la objetividad. Comprender las circunstancias personales de cuando se hicieron, por qué se hicieron, y es importante darse cuenta de eso porque comprenderlo puede desdramatizar todo el hecho. Hay que entender que fue un yo del pasado y eso nos des-culpabiliza bastante. ¿En el día de hoy y a la vista de los resultados volverías a hacer lo mismo? La respuesta seguramente será “NO”. Responder “NO” es una forma de reconocer que fue otro y no el que uno es ahora.

Y conviene también que además del “yo animador” y del “yo objetivo” esté también el “yo defensor” que nos recuerde una verdad… “Entonces no sabía… no podía…no me enseñaron…”.

El hecho ya es irremediable, aunque fuera más o menos grave. Es mejor no incrementar la gravedad sufriendo por ello. Hay que seguir adelante y es mejor seguir sin una pesada cruz que entorpecerá el resto del camino.

No alimentes el penar por los errores. No insistas en mantenerlos vivos. Si te han afectado ya has aprendido la lección. Si te arrepientes, ya has cumplido la condena. Ya no es necesario seguir insistiendo. El que más se ama es el que es capaz de perdonarse.

Reconocer el error, sí. Mantenerse en el pesar por el error, no.

Al final, quedará un sano orgullo por haber sido valiente y haber reconocido la imperfección –que es humana y no sólo personal-. Y eso se merece un abrazo, un reconocimiento  por el esfuerzo realizado y por la buena voluntad que uno tiene por mejorar.

No me canso de repetirlo: es imprescindible que la relación con uno mismo sea de una comprensión y aceptación ilimitadas. La convivencia con uno mismo no se debe convertir en una lucha continua. Los boicoteadores internos, los desprecios, los menosprecios, y todo lo que sea auto-destructivo deben ser erradicados totalmente. Ser Uno Mismo ha de convertirse en un acto continuo de Amor Propio.

Ten mucho cuidado con no magnificar los errores, ten respeto por ti mismo, ten amor hacia ti. Comprende y perdona.

Te dejo con tus reflexiones…


 

TinyPortal 1.6.5 © 2005-2020