CAPÍTULO 35 - LA EXCESIVA PERMISIVIDAD
- LO QUE NO ES APROPIADO -
Este es el capítulo 35 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.
Atención a los límites. Ya sabes que es importante poner límites.
A veces, en la educación de los hijos se comete el error de darles todo lo que piden y con ello se les hace creer que son los reyes, y que todos están a sus órdenes y hacen lo a que ellos se les antoje. Cuando salen a la calle, a la vida, y ven que el resto de la humanidad no atiende a sus caprichos, y no los cumplen, caen en depresión.
En la relación puede suceder algo parecido.
Si desde el principio no se dialogan y acuerdan unos límites, puede que en algún momento para uno sea normal convertir en un derecho lo que en realidad es un acto de amabilidad del otro y no una obligación, y que para cuando uno lo quiera remediar ya no tenga remedio.
Está bien que todos tengamos derechos, pero también está bien cumplir los compromisos y las obligaciones y respetar los derechos de los otros.
Está bien tener caprichos y disfrutes, pero no está tan bien si sólo lo puede hacer uno mientras que el otro no puede acceder a ello.
La pareja aporta muchos beneficios, pero también requiere –en justa correspondencia para que haya equilibrio- alguna renuncia.
La libertad personal no se puede coartar, ni siquiera en el ámbito de la pareja, pero es cierto que esa libertad no puede llegar a convertirse en libertinaje, y que no es correcto que uno quiera llevar la misma vida que antes de emparejarse a costa de no dedicar a la relación toda la atención que merece. No es correcto disfrutar de todas las ventajas de la relación, que son muchas, y no aceptar ninguna de las lógicas renuncias, que son inevitables.
La excesiva permisividad, justificada “porque es un hombre y todos los hombres son así…”, “porque a este no hay quien lo ate…”, “ella aún es muy joven, pero ya sentará cabeza…”, o cualquier otra justificación que se les parezca son un atentado contra la relación.
Y quien consienta todo puede ser responsable del fin de la relación.
Francisco de Sales