CAPÍTULO 158 - CREER QUE LA RELACIÓN SE SOSTIENE SOBRE UNO SOLO QUE AME.
-CUANDO LA PAREJA ESTÁ DESCOMPENSADA-
Este es el capítulo 158 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER
Un sistema que se basa en que sólo uno de los dos sea el amado y que sea solo el otro quien ama, sin recibir lo recíproco, no va a soportar mucho tiempo sin sufrir un desgarro definitivo.
Si uno da y da y da, pero no recibe, se quedará vacío.
Si uno no recibe no puede rellenar su almacén de amor; esto hay que tenerlo muy claro: no es inagotable y puede llegar a extinguirse.
El compromiso inicial fue que ambos aportarían su parte de amor, así que de nada sirve que uno de ellos haya decidido tirar la toalla –o se haya acomodado- y dejar de contribuir al crecimiento, o por lo menos al mantenimiento, y no se resuelve con que el otro, o la otra, ponga todo el interés que se necesita, toda la voluntad que se necesita, todas las soluciones que se necesitan, o todo el amor que se necesita.
Por otra parte, creer que uno será capaz de soportarlo todo y de aportarlo todo es una tarea de una magnitud insoportable, y es colaborar en acrecentar la injusticia que está cometiendo el otro, y no llega siquiera a ser un arreglo provisional, sino que se queda en mentira provisional con visos de mentira definitiva.
Aquí no vale la operación matemática romántica de que uno más uno son uno. Uno más uno son dos, y los dos son imprescindibles cuando se trata de amor.
Algunas mujeres, cuando ven que la relación hace aguas, se sienten en la responsabilidad de ponerla a salvo y convertirse en heroína inquebrantable e indestructible, en benefactora de una causa perdida, en mártir con aura de santa, o en víctima sumisa de un error que sólo se repara pagando una culpa, y tal vez ninguna de esas cosas sea la adecuada –aunque es cierto que cada uno hará lo que crea que tenga que hacer, y que las normas racionales se desintegran al contacto directo con los sentimientos-, pero conviene tenerlo presente.
Si no se está recibiendo lo que corresponde en la relación, hay un derecho a exigirlo, preferiblemente en una conversación sincera en la que ambos muestren su situación y sus sentimientos. No es correcto que uno se tenga que conformar con dar sin recibir y no es correcto que otro se dedique sólo a recibir y no aporte.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- Hablar, hablar, hablar. Cualquier cosa que haga tambalear la relación o que incomode a uno de los dos miembros hay que hablarla.
- El primero que se dé cuenta de que algo no va bien en la relación que lo diga, que no se lo calle, que no espere a que el otro se dé cuenta y diga algo, que no se quede quieto esperando a ver si se arregla solo.
- La pareja son dos. La aportación a la relación también es cosa de dos.
Francisco de Sales