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 ¿Y QUÉ IMPORTA LO QUE DIGAN LOS DEMÁS?



Abril 07, 2021, 06:56:58 am
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Desconectado Francisco de Sales

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¿Y QUÉ IMPORTA LO QUE DIGAN LOS DEMÁS?
« en: Abril 07, 2021, 06:56:58 am »
¿Y QUÉ IMPORTA LO QUE DIGAN LOS DEMÁS?


En mi opinión, le damos una excesiva importancia al concepto, a la idea, a la imagen que los demás tengan de nosotros, y nos importa demasiado que no digan sólo cosas halagadoras o positivas y que, en cambio, sí hablen de las cosas en las que no quedamos muy bien.

Eso de darles tanto poder a los otros es contraproducente. Es un error. Dejar en sus manos, o sea en su buena o en su mala voluntad, el hecho de que podamos estar bien y a gusto con nosotros, o mal y hundidos, es un error.

Y más error aún es creerse todo lo que los demás digan de nosotros. Es cierto que en algún caso pueden estar en lo cierto con lo que digan, pero no hay que olvidar que lo que hacen es emitir una opinión sin conocernos del todo y sólo a la vista de algún hecho concreto de nuestra vida que han podido ver, pero tal  vez no son o no quieren ser conscientes de que nuestras circunstancias y nuestras vivencias son totalmente distintas de las suyas, por lo tanto no somos como ellos. Pero es que tampoco tenemos por qué ser como ellos. O sea que no hay que dar por buena su opinión porque también puede estar equivocada.

Por otra parte, en ocasiones los otros nos juzgan y nos condenan desde su modo de ser, nos critican porque no pensamos igual que ellos ni actuamos igual que lo harían ellos; pretenden imponernos su forma de ser y ven nuestras cosas sin respetar que nosotros somos distintos.

En otras ocasiones, cuando emiten su juicio lo que pretenden claramente es ofendernos menospreciándonos y demostrando su aparente, solo aparente, superioridad sobre nosotros. Todo lo anterior resta credibilidad a lo que nos digan.

Hay que tener en cuenta y valorar que a veces nos dicen algo que nos resulta doliente con la intención de que nos sirva como acicate, como una provocación para activarnos y que reaccionemos, pero lo que consiguen es… el efecto contrario. A veces lo hacen con buena intención, pero lo hacen erróneamente, y nos dejan y nos quedamos en el dolor innecesariamente.

Conviene escuchar las opiniones que emiten los otros, pero con objetividad. Sin permitir que nos hundan directamente. Comprobando si lo que dicen es verdadero, o si es una mentira, o si un piropo que no es cierto pero ha sido dicho con la intención de quedar bien y halagarnos, o si es algo dicho con la malvada y consciente intención de hacernos daño.

Con objetividad y con honestidad: así hay que ver y valorar lo que nos digan acerca de nosotros.

A partir de la escucha objetiva de lo que digan es cuando uno puede hacer algo con esa opinión. Por ejemplo, darse cuenta de que tienen razón en lo que están diciendo en cuyo caso no hay otra opción que aceptarlo porque es cierto, es la realidad. Y si es algo que no nos gusta, lo que tenemos que hacer es modificarlo para mejorarlo o solucionarlo. Si es algo que nos gusta, potenciarlo. Si no es cierto, ¡olvidarlo!... y restarle toda la credibilidad con lo cual ya no debería ser ofensivo. Y si es algo en lo que no tienen razón, pues borrarlo de la memoria sin darle importancia y sin permitir que nos deje huella.

Ten en cuenta que al opinar de ti algunos ni siquiera dicen la verdad, sino que claramente su intención es ofensiva, lo que pretenden es hacerte daño, herirte, dejarte mal. Hay maldad en su intención y no verdad. Si alguien pretende agraviarte, dejarte mal, y tú te quedas mal… ¡estás colaborando con él para que consiga su objetivo! Escúchate a ti y confía más en ti y en tu propio sentimiento.

La realidad es que la única opinión que nos debería servir es la nuestra propia, y que ésta ha ser ecuánime, verdadera y real y no emitida desde la euforia ni desde el pesimismo.

Tiene mucha razón esa frase que dice: “Hay una cosa que ni siquiera el mismo Dios ha sido capaz de conseguir: gustarle a todo el mundo. No quieras conseguirlo tú, porque es imposible”.

Te tienes que gustar a ti, agradarte a ti, convencerte a ti. El autoconcepto es la opinión que uno tiene de sí mismo. La Autoestima es cuánto se ama o se acepta o se valora uno mismo. Eso es en lo que tenemos que apreciar y reforzar, porque si estamos pendientes de la valoración y aceptación de los otros será imposible alcanzar una estabilidad personal asentada y cierta.

Si los otros dicen cosas buenas de ti y tú no las sientes así, no sirven de nada. Por la misma regla, lo que digan mal de ti si no lo sientes dentro de ti como algo verdadero, no debería afectarte.

Lo que sirve es que tú llegues a un estado de relación contigo que sea tan equilibrado, tan firme, tan real, que nada negativo que provenga del exterior te pueda afectar.

Si eres honrado y eres consciente de las virtudes y cualidades que has desarrollado bien -y si además las usas- y al mismo tiempo eres consciente de tus fallos y limitaciones -y tratas de corregirlos-, tendrás una idea clara y equilibrada de tu realidad personal de tal modo que no te afectará lo que opinen o piensen o digan los otros.

No les des poder. Tú no eres lo que digan los demás.

Estará muy bien que trabajes en hacer de ti una persona de la cual te sientas satisfecho, al margen de lo que piensen o digan los demás.

Permíteme que repita la frase, pero es muy clarificadora : “Hay una cosa que ni siquiera el mismo Dios ha sido capaz de conseguir: gustarle a todo el mundo. No quieras conseguirlo tú, porque es imposible”.

Te dejo con tus reflexiones…
« Última modificación: Julio 12, 2023, 06:47:26 am por Francisco de Sales »

 

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