DEPRESIÓN: LA ENFERMEDAD SILENCIOSA.
La sensación de sentirse triste, decaído emocionalmente, y perder interés en las cosas que antes disfrutaba es lo que se llama depresión.
Se debe saber que la depresión es una enfermedad como puede ser la diabetes o la artritis, y no es sólo una sensación de tristeza o de desánimo.
Esta enfermedad progresa cada día afectando los pensamientos, sentimientos, salud física, y su forma de comportarse.
La depresión no es culpa de la persona que la padece, como tampoco es una debilidad de la personalidad. Es una enfermedad medica-psicológica que es muy frecuente y puede afectar a cualquier persona.
CAUSAS
La depresión puede ser el resultado de muchas razones y hay diferentes teorías:
Historia personal.
La herencia genética.
Secundaria a otras enfermedades.
Ciertos medicamentos.
El uso de drogas o alcohol.
Otros problemas mentales (psiquiátricos).
A veces, una situación emocionalmente mala (pérdida de un familiar, o un problema de trabajo), pueden desencadenar la depresión o provocar que el paciente no se pueda recuperar completamente, pero en otras ocasiones se presenta incluso cuando todo parece estar bien. Entre el diez y quince por ciento de las depresiones son provocadas por un problema médico (enfermedad del tiroides, el cáncer, o enfermedades neurológicas) o por medicamentos. Una vez que se da tratamiento psicoterapéutico y, de ser necesario, se complementa con medicación adecuada, la depresión se puede controlar.
SÍNTOMAS
Las personas que padecen de depresión tienen ciertos síntomas característicos que les afectan casi todos los días por lo menos por un periodo de dos semanas.
De estos síntomas los más característicos son:
Perder interés en las cosas que antes disfrutaba.
Sentirse triste o decaído emocionalmente.
Sensaciones de fin de mundo y futuro inexistente.
La Depresión es un estado emocional de abatimiento, tristeza, sentimiento de indignidad, de culpa.
La misma lleva al que la siente, a la soledad, la pérdida de motivación, el retraso motor y la fatiga. Puede llegar incluso a convertirse en un trastorno psicótico donde el individuo se queda completamente incapacitado para actuar en forma normal en su vida de relación.
Las personas deprimidas se consideran desgraciadas, frustradas, humilladas, rechazadas o castigadas. Miran el futuro sin esperanza.
Los informes de los individuos deprimidos mostraron:
Una consideración negativa de sí mismo. La persona deprimida muestra una marcada tendencia a considerarse como deficiente, inadecuada e inútil y atribuye sus experiencias desagradables a un defecto físico, moral o mental. Tiende a rechazarse a sí misma, ya que cree que los demás la rechazarán.
Una consideración negativa del mundo. Se siente derrotado socialmente. Considera al mundo como haciéndole enormes exigencias y presentándole obstáculos que se interfieren con el logro de los objetivos de su vida.
Una consideración negativa del futuro. Ve el futuro desde una perspectiva negativa y le da vueltas y más vueltas a una serie de expectativas negativas. El deprimido prevé que sus problemas y experiencias comunes continuarán indefinidamente y que se le amontonarán otros mucho peores en su vida.
Y se asocian a los síntomas secundarios:
Sentir que no tiene energía, cansado, o al contrario, sentirse inquieto y sin poder quedarse tranquilo.
Sentir como que no vale nada o sentirse culpable.
Que le aumente o disminuya el apetito o el peso.
Tener pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
Tener problemas para concentrarse, pensar, recordar, o tomar decisiones.
No poder dormir, o dormir demasiado.
ACTITUD FRENTE A LA DEPRESIÓN
El desconocimiento de la depresión como enfermedad con todos sus posibles síntomas lleva a las personas a culparse a sí mismas por los síntomas, y no saben que existen tratamientos para la enfermedad. Por ello si se presentan algunos síntomas de la depresión debe de ponerse en contacto con su médico de familia, u otras organizaciones de salud.
Por lo general lo que sucede entonces es que:
Se tratara de determinar si existe una razón física que provoque la depresión.
Se proporcionara tratamiento contra la depresión.
Se recomendara al paciente a un especialista de salud mental para que se realicen más evaluaciones y tratamientos.
El tratamiento contra la depresión ayuda a reducir la preocupación de su enfermedad, y hace desaparecer todos los síntomas de la depresión permitiendo que reanude su vida normal. El tratamiento precoz es más eficaz y mientras más tiempo pase antes de iniciarlo más difícil será superar la depresión. El tratamiento puede notarse en algunas semanas, aunque a veces el correcto tratamiento no es el primero y será necesario cambiar el mismo hasta dar con el ideal para cada caso.
TRATAMIENTO
Los principales tratamientos contra la depresión son los siguientes:
La psicoterapia (hablar con un terapeuta especializado en estos problemas)
Una combinación de los medicamentos antidepresivos y la psicoterapia.
Existe un tratamiento adecuado para cada uno de los tipos de depresión y será su terapeuta el que diagnostique el tipo de depresión que padece y comience el tratamiento más adecuado en su caso.
El tratamiento para la depresión generalmente es de dos pasos, el primero es intensivo para hacer que los síntomas de la depresión desaparezcan, y el segundo es de continuación del tratamiento, incluso después de que se encuentre bien, es importante porque impide que la depresión regrese.
LO QUÉ LA FAMILIA PUEDE HACER PARA AYUDAR:
1-. Considere la depresión como una enfermedad. Es tan real y tan invalidante como la cardiopatía o una neumonía. Es también una enfermedad muy tratable.
2-. Pase tiempo con la persona si él o ella lo necesitan o lo desea.
3-. Evite hablar solamente de la depresión y de sus síntomas. Hable de otras personas, del tiempo, de deportes o de las noticias. Si la persona deprimida quiere hablar de su depresión, déjela. Si usted ve sus criterios como no auténticamente deprimidos, dígale que difiere con su punto de vista. Si la discusión se dificulta demasiado o persiste por mucho tiempo, cambie de tema.
4-. Pídale a la persona deprimida que ayude con las tareas que están dentro de sus capacidades y que le permitirán sentirse útil.
5-. Acompañe a la persona deprimida a hacer ejercicios sencillos, caminar por ejemplo.
6-. Deje a la persona deprimida estar sola si lo desea. Solo si usted cree que él (ella) sea suicida debe insistir en que no esté solo(a).
Si usted cree que la persona es suicida, o si ésta declara que lo es, pregúntele acerca de ello en detalle, inquiriendo acerca de sus sentimientos, planes, y un acceso a un medio para el suicidio. Si usted siente que hay un riesgo, contacte al terapeuta de la persona y quédese con ella.
7-. No responda a la irritabilidad con mal genio o discusiones. La irritabilidad forma parte de la depresión y responde mejor a una revocación breve por su parte.
8-. No espere que la persona deprimida haga mucho. La depresión es una enfermedad real y severa. No puede esperarse que las personas que están sufriendo de ella hagan tanto como lo que podían cuando sanas.
9-. Siga con su propia vida. Estará en mucha mejor condición para ayudar si permanece físicamente y emocionalmente saludable. Asegúrese de tener tiempo para salir y hacer las cosas que usted goza.
10-. Converse con otros que puedan ayudarle a hacer frente a esta situación: amigos, familia o un terapeuta. Así como las personas deprimidas necesitan hablar de sus sentimientos, las familias necesitan hablar de los problemas de vivir con alguien que está deprimido(a). Muchas personas encuentran consuelo en los grupos de ayuda propia para la personalidad que constan de amigos y miembros de familia de personas deprimidas que se reúnen para apoyar y educarse los unos a los otros.
11-. No se sorprenda o se desaliente si llegan a ver algunos contratiempos. Habrá días buenos y días malos a través de la recuperación de la depresión así como los hay en la recuperación de cualquier otra enfermedad grave.