TESTAMENTO APENADO.
Ando en manos de unas divagancias
-que no divagaciones-
que me hacen malversar mi vida
en ocupaciones innecesarias
que se convierten en despilfarros.
Por tantas desatenciones se escapa mi vida
que me voy quedando en nada.
No tengo recuerdos espectaculares
-ni siquiera especiales-
y son más los días que se fueron vacíos
que los que se fueron vividos.
Me doy cuenta hoy
-a mis muchos años-
cuando ya está tabicada
la puerta que da acceso al pasado.
Francisco de Sales
(Más poesías y relatos en
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