Piensa… recuerda… revisa en tu pasado, y en tu presente, y averigua si encuentras, más o menos vivas o latentes, alguna de estas ideas o conclusiones:
NO SIRVO
SOY TORPE
SOY UN INÚTIL
ME EQUIVOCO A MENUDO
NO ESTOY CAPACITADO
NO MEREZCO
ES COMO SI NO EXISTIERA
NO ME HACEN CASO
A NADIE LE IMPORTO
VALGO MUY POCO
Si encuentras alguna –aún es peor si encuentras varias-, has de saber que el nivel de tu Autoestima está por debajo de lo correcto.
Sé honrado contigo: no trates de alterar los resultados, ni los niegues.
Te pasa lo mismo que le pasa al noventa y cinco por ciento del mundo.
Descubrirlo, y reconocerlo, conlleva un disgusto.
Disgusto que has de cambiar, inmediatamente, por una alegría de la mayor intensidad que consigas.
Deberías alegrarte si acabas de reconocer y admitir que algo en tu Autoestima no está del modo adecuado porque es el primer paso para ponerte a arreglarlo.
Para tomar la decisión de ir a la peluquería, primero has de reconocer que tu pelo no está bien del todo y que se podría mejorar.
Pues con esto, igual.
Ya has reconocido que tienes el pelo mal -¡qué rabia!-, pero lo vas a remediar en la peluquería -¡qué bien!-.
¿Y tu Autoestima?
¿La vas a arreglar?
En esta web tienes información suficiente como para comenzar a conocer los motivos (Lee todo lo que encuentres sobre Autoestima y sobre Análisis Transaccional)
Y que sea eso el motivo para ponerte en marcha en la hermosa tarea de deshacerte de ese que no eres tú.
Y una sugerencia: no lo aplaces.
Mientras antes comiences, antes empezarás a disfrutar la maravilla y la paz de aceptarte, quererte y hacer de ti un Ser Humano digno.