LA VIDA NO ES UN DRAMA…
¡¡ ES UNA EXPERIENCIA !!
A la vida no se viene a sufrir: se viene a vivir.
“Cuánto penar para morirse uno…”, esto escribió Miguel Hernández.
Pero a la vida, en cambio, hay que engalanarla con música de risa y con colores de esperanza, con guirnaldas de felicidad, y con el brillo de una mirada en paz.
Vivir mal es un error y un delito mientras exista la posibilidad de poner en nuestra vida –aún en las vidas más duras y menos amables-, momentos de armonía y vida, sonrisas y buenas palabras, y unos ojos que apetezcan ver una y otra vez, en el espejo que es la propia alma.
No somos víctimas de nuestra vida y de las circunstancias, sino sus desatentos gobernantes.
Vivir no es equivalente a soportar estoicamente, sino decidir y actuar. Actuar con las herramientas que tenga cada uno, pero haciendo todo lo posible para procurarse más y mejores.
Y no rendirse antes de intentarlo.
Por respeto a Uno Mismo, y por amor propio.