QUÉ ESCONDE EL "PUDO HABER SIDO PEOR" Y CÓMO ACOMPAÑAR SIN MOTIVAR.
Utilizada como forma de consuelo, la frase enmascara una falsa aceptación, advierte el psicólogo Flavio Calvo.
Un robo del que se sale ileso; un accidente que podría haber sido una tragedia pero no lo fue; un evento agudo de salud superado: solo algunas de las a menudo llamadas "desgracias con suerte" que suelen ir acompañadas del clásico "pudo haber sido peor".
El psicólogo Flavio Clavo incluye a esa dentro del ranking de frases de positividad tóxica más utilizadas.
Según el terapeuta, "lleva consigo un doble mensaje tan potente, que quien la escucha muchas veces se ve obligado a asentirla y creerla, porque parte de esta frase es verdadera".
El problema radica en que "por otro lado le genera más ira y malhumor, porque es una frase que obliga a aceptar".
VALORAR LO QUE NO SE PERDIÓ Y TAMBIÉN EL DOLOR
El "pudo haber sido peor", dice Calvo, contiene una intención positiva, que es la de agradecer y valorar lo que no se perdió.
"De todas maneras, muchas veces funciona de manera negativa ya que se minimiza el dolor de la pérdida, no permitiendo que se exprese el enojo o tristeza reales, teniendo que taparlos con una capa de falsa aceptación", advierte.
Y añade: "Claro que pudo haber sido peor, pero pudo haber sido mejor", algo que suele pensar el destinatario del consuelo.
"Ese es el gran problema de esta frase ya que no le da valor la emoción del otro, a esa tristeza y enojo que siente frente a la pérdida. En estas situaciones es sano poder expresar los dolores, pero socialmente se exige una aceptación rápida y sin procesos", analiza Calvo.
LA URGENCIA DE LA ACEPTACIÓN
¿Por qué se exige esta aceptación rápida?
"No tanto para que el otro esté bien, sino porque quien escucha a la persona que tuvo el problema, se siente obligado a dar una respuesta de consuelo, a motivar, a querer sostener en el dolor, pero al mismo tiempo con la falta de herramientas necesarias para hacerlo", responde el profesional.
Para Calvo, socialmente existe una presión para encontrar "una respuesta, un por qué y una arista positiva a todo lo que ocurre".
Sin embargo, afirma, "no es posible conocer los aspectos positivos de un problema si primero no se expresan y elaboran los negativos".
ACOMPAÑAR SIN MOTIVAR
En ese sentido, considera que "es mucho más sano escuchar sin hablar, acompañar sin motivar, estar presente sin decir qué hacer, que querer solucionarle todo a la otra persona con frases que se sueltan para no quedar con la papa caliente en las manos".
Con el objetivo implícito de que la otra persona no se vaya con la sensación de que no recibió ayuda, "se sacan de la manga lo que se cree que son ases, y no son más que un cuatro de copas: 'pudo haber sido peor', 'todo va a salir bien', 'lo que sucede conviene' y todo el repertorio de frases falsamente positivas."
Calvo explica que la positividad tóxica en estos casos consiste en negar la parte traumática de un evento, "cuando el trauma es real y sentido por la persona, buscando establecer una desconexión de la realidad".
CONSECUENCIAS DE LA POSITIVIDAD TÓXICA
El psicólogo advierte que la positividad tóxica produce serias consecuencias a largo plazo, porque anima a las personas a "guardarse" los problemas.
"Sentirse escuchado por otros y que se les dé valor a las emociones es uno de los antídotos más eficaces contra la depresión y la ansiedad", sostiene.
"El aislamiento, por otro lado, empeora los problemas emocionales. Generalmente, negar ciertos estados de ánimo provoca mucha más ansiedad, estrés y emociones inadecuadas."
"Lo que la boca calla, muchas veces se habla a través del síntoma, entonces cuando no se le permite al otro expresar su problema, y se le tapa la boca con un 'pudo haber sido peor' ¿se le da una solución o se acrecienta el problema?, se pregunta el terapeuta.
Por eso destaca que es importante que quien se siente mal y manifiesta su dolor, "pueda defenderse de esta positividad tóxica y poner un límite al impedimento de expresarse".
POSITIVIDAD TÓXICA: CÓMO RESPONDER
"Cuando alguien llegue con un 'pudo haber sido peor' es saludable responder un 'sí, pero pudo haber sido mejor y ahora necesito expresar el dolor por mi pérdida' o un 'entiendo que creas eso, pero yo que viví la experiencia necesito liberar mis emociones'", propone Calvo.
"No hay porque callarse una emoción para agradar al otro, es mucho más importante poder pensar y expresar las propias necesidades frente a un trauma, que aceptar del otro frases que en el fondo enferman", concluye.
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