NO SOY FELIZ PERO QUIERO MANTENER LA RELACIÓN POR MIS HIJOS ¿QUÉ HAGO?
Paula Parra Maté
Muchas parejas no son felices y solo quieren seguir con su relación por el bienestar de sus hijos, algo que no es del todo cierto ya que, estos solo crecerán en un ambiente de conflictos que les afectará a su desarrollo emocional.
¿POR QUÉ CUESTA TANTO TOMAR LA DECISIÓN DE ROMPER LA RELACIÓN?
Aunque suene muy obvio, puede ser por varias razones:
• El amor no desaparece de un día para otro: aunque una pareja lleve una temporada mala,siempre queda algo, ya sea por el tiempo que lleváis juntos o por todo lo que habéis compartido.
• No todo está mal: cuando una pareja lleva mal un tiempo, no significa que todo sea malo, también hay momentos buenos que aportan un rayo de sol en medio de la tormenta. Algo que hace que no sepamos qué hacer.
• El proyecto de familia: cuando una pareja lleva tiempo saliendo, lo más probable es que empiecen a plantear un futuro juntos: comprarse una casa, tener hijos, etc. Cuando este plan que teníamos no se cumple, nos sentimos fracasados y tristes.
• Los hijos: este es uno de los grandes problemas por excelencia. Muchas personas tienden a seguir con su pareja y sacrificar su felicidad por la simple razón de tener hijos. Se cuestionan si merecen romper.
Y de eso mismo vamos a hablar hoy en este artículo.
NO DEJAR LA RELACIÓN POR LOS HIJOS
Hay parejas que llevan mal mucho tiempo y quieren romper, pero como tienen hijos no lo hacen. La típica frase de “Si no tuviéramos hijos, yo ya habría dejado a mi pareja” es más común de lo que parece.
Si es cierto que los padres tienen un objetivo y es cuidar y hacer que sus hijos sean felices. Cuando una pareja se plantea separarse aparece el miedo y la ansiedad por la separación y por cómo les va a afectar a los hijos.
Para los niños lo ideal no es que sus padres vivan juntos, sino que estén ahí siempre para cuidarles y estén sanos y felices. Sin embargo, si una pareja que está mal no se separa por los hijos, eso no va a pasar. Van a tener que vivir en una familia en la que sus padres discuten todos los días, no hay muestras de afecto y cada uno va por su lado, pero viviendo en la misma casa.
Hay que darse cuenta de que esto no les hará felices a ellos, y mucho menos a ti. Para ellos no es algo fácil, pero si se gestiona bien no tiene por qué dejarles trauma más allá del malestar inicial por el cambio de su vida cotidiana.
Para que eso pase, los padres tienen que tener un comportamiento ejemplar. Con comportamiento ejemplar nos referimos a que no valen esas cosas de usarlos como arma o moneda de cambio. Los adultos son los responsables, no los hijos. Ellos solo se merecen lo mejor, es decir, vivir en un ambiente sano y feliz.
RAZONES POR LAS QUE NO DEBES ESTAR CON TU PAREJA SOLO POR LOS NIÑOS
Hay que dejar claro que los hijos no pueden ser el motivo de permanecer juntos en una relación. Si una pareja está junta es porque se complementan y son felices juntos, no por terceras personas. Como ya he mencionado, si los hijos crecen en un entorno de conflictos y discusiones puede tener consecuencias. Lo que necesitan es cariño y estabilidad ya sea estando juntos o separados.
Si ya no hay amor en la pareja y la relación se ha vuelto tóxica es imposible seguir juntos por los hijos. Solamente una cuarta parte de las relaciones permanecen juntas por los hijos, aunque solo se consideren padres y nada más. Otros muchos se tratan como amigos, algo que les hace infelices y por consecuencia, esa infelicidad se la traspasan a los hijos. Hay algunas que piensan en tener hijos para solucionar sus problemas, algo totalmente equivocado ya que, traer otro ser al mundo solo hará tener más responsabilidades y si la pareja está rota, será un gran problema en el futuro.
Estar con tu pareja solamente por “el bien de los hijos” hace más daño que bien. Según los estudios, 1 de cada 4 parejas permanecen juntas por los hijos, sin embargo, 8 de cada 10 se arrepiente de hacerlo. Esto deja claro que seguir en una relación solo por tus hijos es mala idea.
PROBLEMAS EN EL FUTURO
Como ya hemos mencionado, estar en una relación en la que en realidad no se quiere estar tiene unos efectos negativos. Ya no solo el que los niños crezcan en un ambiente de discusiones y además tú no seas feliz, también cabe la posibilidad de que cuando los hijos crezcan se den cuenta de la realidad en la que viven y lo que ocurre con sus padres.
Las parejas infelices pueden enmascarar los problemas de relación de pareja y se van de vacaciones en familia discutiendo en otra habitación sin que los niños lo vean, pero se siente en el ambiente. Además, puede haber problemas que afecten al desarrollo emocional de los hijos.
• Los hijos sufren: a pesar de intentar tapar lo que pasa, no se puede.
• Aprenden lo que ven: los niños suelen hacer lo que hacen sus padres, por lo que, sí ha crecido en un ambiente en el que dos personas no se quieren, pero lo han sacrificado todo por ellos, cuando tengan pareja harán lo mismo.
• Malas conductas: crecer en una casa llena de conflictos afectará al desarrollo emocional de los hijos.
• Culpabilidad: cuando los padres están juntos solo por sus hijos, estos se dan cuenta de que son infelices por ellos y entonces se sienten culpables.
• Tristeza: tras la situación, los hijos estarán tristes y esto afectará a distintos ámbitos de su vida.
• No serán felices
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¿ROMPER O NO CON MI PAREJA?
Si no eres feliz, lo más recomendable y justo es romper con tu pareja. A parte de por tu felicidad, también porque como padre o madre tienes una responsabilidad, la de hacer feliz a tu hijo y que se desarrolle de forma correcta.
Fingir que sois una pareja feliz cuando en realidad no lo sois no es buena idea, y poner fecha a la separación definitiva por ‘el bien de los hijos’ tampoco. Poner fin a una relación en la que ha habido tanto afecto es muy difícil.
Si crees que tu relación merece la pena y que puede ser satisfactorio dar un último esfuerzo, podéis acudir a un profesional, un terapeuta de pareja que os pueda ayudar.
Si ya lo habéis intentado antes por vuestra cuenta lo más probable es que no haya funcionado porque no teníais las herramientas necesarias, algo que sí puede ofreceros un experto.
La terapia de pareja tiene bastante éxito ya que no es “hablar con un amigo”, se trata de aplicar técnicas que funcionan para resolver los conflictos o cambiar las dinámicas de pareja.
Si es cierto, que a veces se llega a la consulta y finalmente la conclusión es que la relación se ha acabado y no hay nada más que hacer. Si ocurre esto no es nada malo, ya que al haber puesto interés en arreglarlo hace que la separación no sea tan dolorosa ni para los hijos, ni para vosotros.
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