CÓMO MEJORAR LA RELACIÓN CON MI MADRE.
Por Maite Nicuesa
La relación madre e hijo es especial pero, también, puede ser compleja en algunos momentos. Lo importante es que observes la fuerza del amor como un ingrediente vital para fortalecer este vínculo. La relación entre madre e hijo también evoluciona constantemente a partir de la edad. Cuando eres adulto, te posicionas ante tus padres de un modo distinto a cuando eras niño. Sin embargo, al tener una buena relación con tu madre también mejoras de forma notable tu propio nivel de felicidad.
No interpretes tu vida únicamente de forma individual. Cuando tu relación con tu madre pasa por un buen momento, tu estado de ánimo también es más alegre. "¿Cómo mejorar la relación con mi madre?", si te haces esta pregunta, solo tienes que seguir leyendo este artículo de Psicología-Online en el que te daremos los mejores consejos para solventar dicha situación.
ENCUENTRA PUNTOS EN COMÚN CON TU MADRE
Para poder mejorar la relación con tu madre es recomendable que, más allá de las diferencias, busques algún interés común con tu madre. Por ejemplo, si a ambos os encanta el cine, podéis concretar un día de la semana para ir a ver un nuevo estreno. Si os encanta viajar, podéis establecer la tradición de familiar de hacer un viaje al año juntos para dedicar un tiempo a esta relación afectiva.
Más allá de tu relación general y grupal con todo el sistema familiar, focaliza tu atención en este vínculo para mejorarlo dedicando tiempo a tu madre. No existe otro modo de mejorar la relación. Por ello, a partir del realismo de tu agenda profesional, encuentra instantes para tu vida personal.
Aquí te damos algunos consejos que te ayudarán a mejorar la relación con tu madre:
• Tal vez, no vivas en la misma ciudad que tu madre. En ese caso, confía en que también puedes hacer algo para mejorar el lazo emocional. Por ejemplo, llámale por teléfono en más ocasiones para saber qué tal está y contarle algunas de tus novedades.
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• Ten detalles con ella. Por ejemplo, sorpréndele con un ramo de flores un día cualquiera, acompáñale a hacer algunos recados, préstale un libro que te ha encantado para que lo lea. En definitiva, demuestra de forma objetiva que tu madre forma parte de tu vida. No te conformes con saber que ya lo sabe. No lo des por supuesto. Expresa el afecto a través de un "te quiero".
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• El tiempo es necesario en cualquier tipo de relación. Pero en este caso todavía lo es más dada la distancia generacional. Por esta razón, valora el regalo de tener a tu madre presente en tu vida y crea nuevas experiencias comunes que serán tus recuerdos futuros.
Gracias a esta distancia generacional, este vínculo también es tan interesante ya que puedes aprender constantemente anécdotas que desconoces. Por ejemplo, puedes mostrar tu curiosidad positiva por descubrir detalles de la infancia de tu madre. A ella le gustará hablarte de aquel tiempo en el que tú no estabas presente.
LÍMITES PARA MEJORAR LA RELACIÓN CON TU MADRE
No cometas el error de creer que tu madre puede interpretar todo aquello que quieres o esperas en cada momento por el simple hecho de que es tu madre. La sabiduría maternal no alcanza este don. Por tanto, expresa aquello que sea importante para ti. Por ejemplo, establece límites, plantea demandas específicas y, por supuesto, escucha también a aquello que tu madre tiene que decirte.
Por ejemplo, si tu madre tiende a sobreprotegerte y te llama constantemente por teléfono, entonces, tendrás que priorizar la comunicación en torno a esta cuestión para hacerle entender que no es necesario que te llame con tanta frecuencia. Si eres tú quien sueles adoptar una actitud de sobreprotección hacia ella, entonces, intenta modificar este comportamiento. Identifica en qué punto en concreto te gustaría que evolucionase esta relación, qué límite observas de forma recurrente entre vosotros.
La comunicación con tu madre es importante porque, de este modo, ambos podéis entenderos mejor desde vuestras respectivas posiciones vitales en cada edad y en cada circunstancia.
TU MADRE ES PERFECTA CON SUS IMPERFECCIONES
Es natural que cuando observes la historia de tu vida en común con tu madre, haya algún aspecto que te hubiese gustado que fuese de otra manera. Sin embargo, comprende que tu madre no es perfecta, al igual que tú comete errores y tiene defectos. El amor que siente por ti sí es perfecto en términos de paciencia, generosidad y verdad.
A lo largo de tu vida vas a conocer a muchas personas, sin embargo, pocas serán tan significativas como tu propia madre que está presente a lo largo de toda tu vida, incluso, más allá de su ausencia. Su influencia de amor, educación y valores es una raíz de autoestima para ti.
Intenta poner en práctica virtudes que ella cuida cuando se dirige a ti: paciencia, amabilidad, aceptación y respeto. Pero, además, intenta comprender también las circunstancias que afectan a tu madre como a cualquier ser humano. Por ejemplo, las preocupaciones, el estrés, el cansancio, los miedos y las decepciones.
En definitiva, cultiva el vínculo con tu madre desde el realismo de saber que al igual que tú también se siente afectada por cuestiones externas. Y aunque la generosidad es la cualidad que define a la experiencia de la maternidad, recuerda que debe existir un equilibrio entre dar y recibir. Es decir, tú también puedes ser un apoyo importante para tu madre en todo momento.
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