6 SEÑALES DE DEPENDENCIA EMOCIONAL EN LA AMISTAD: ¿CÓMO AFRONTARLO?
¿Crees que puedes tener una relación de dependencia emocional en una amistad? ¿Cómo podemos identificar que estamos empezando a depender emocionalmente de alguien? Descubre las señales.
No todas las amistades son saludables. De hecho, una característica común de las amistades tóxicas o poco saludables es la codependencia. Entonces, ¿cómo podemos identificar la dependencia emocional en una amistad y qué podemos hacer para mejorar este vínculo emocional?
¿QUÉ ES LA DEPENDENCIA EMOCIONAL EN UNA AMISTAD?
Aunque tener amistades cercanas es importante, cuando un vínculo emocional con un amigo es de codependencia, es decir, cuando se empieza a depender emocionalmente de alguien donde los límites se han desvanecido por completo. Los límites son esenciales para cualquier relación, sea de amistad, amor y familiar.
De este modo, cuando existe una dependencia emocional en la amistad, las personas de la relación acaben compartiendo desde las opiniones, las necesidades, las decisiones relevantes e incluso los sentimientos. Aunque es saludable tener el apoyo emocional de tus amistades, cuando se convierte en una dependencia, se trata de un comportamiento negativo para las dos partes del vínculo.
Normalmente, cuando se empieza a depender emocionalmente de alguien, sobre todo en una amistad, muchas veces existe una dinámica de poder desequilibrada, es decir, siempre hay una persona que da más y otra que siempre recibe.
¿CÓMO SABER SI TENGO UNA DEPENDENCIA EMOCIONAL EN UNA AMISTAD?
Dentro de una relación de amistad, si el vínculo emocional que existe es de dependencia, existen una serie de señales que nos pueden ayudar a identificar estas actitudes poco saludables.
1. Siempre requiere tu apoyo: Es normal y saludable que las personas necesiten el apoyo de sus amistades cuando viven una situación difícil. Pero cuando se requiere constantemente del apoyo de un amigo/a, es probable que sea una señal de que estamos ante una amistad poco sana, ya que existe una codependencia.
2. Existe un agotamiento mental: Cuando en una amistad una de las dos partes siempre ‘da’ más a la otra, suele existir cierto agotamiento emocional. Esto sucede porque las personas que suelen tener tendencia a la codependencia emocional les gusta sentirse necesitadas o ‘buenas personas’ dentro de una relación.
3. Poner las necesidades de un amigo/a antes que las tuyas: Este es uno de los signos más evidentes de que una relación de amistad es codependiente. Al depender emocionalmente de alguien, los límites del vínculo emocional acaban difuminándose, lo que implica que las necesidades de una persona se anulen.
4. Se comparten emociones, sentimientos y/u opiniones: Las amistades tóxicas con una codependencia suelen compartir muchas de las opiniones, emociones e incluso sentimientos. Es decir, aunque parezca una empatía extrema, cuando esto parece estar dictado por la otra persona, puede ser una señal de codependencia emocional.
5. Dificultad para expresarse: Las amistades con un vínculo emocional dependiente pueden experimentar muchas dificultades para poder expresar necesidades, elecciones u opiniones propias, especialmente si estas son diferentes a la otra persona. De esta forma, cuando existe una dependencia emocional en una amistad, una de las partes puede hasta sentirse culpable ante ello.
6. Existen celos: Los amigos/as con una codependencia pueden sentirse celosos/as cuando alguien se acerca a la persona en cuestión. Esto sucede por qué las amistades con dependencia emocional pueden creer que el vínculo puede estar amenazado por otra persona.
Estas son algunas de las señales que podrían indicar que estamos ante una dependencia emocional en una amistad. Si consideras que este puede ser tu caso, es importante que des algunos pasos para cambiar este vínculo emocional.
¿QUÉ HACER SI EMPIEZAS A DEPENDER EMOCIONALMENTE DE ALGUIEN?
Ante una relación de amistad codependiente, puedes seguir los siguientes consejos:
• Averigua cómo surgió la dependencia: Si has empezado a darte cuenta de que tienes una relación de amistad tóxica, el primer paso es ver de dónde surge el problema. En muchos casos este tipo de comportamientos suelen ser un hábito muy arraigado de nuestra infancia, es decir, que puede tener sus raíces en la dinámica familiar que tuvimos.
• Empieza a ponerte a ti primero/a: Establecer límites es una actitud que requiere de práctica. Por lo tanto, quizá para empezar a tener una amistad más sana sea relevante identificar nuestras propias necesidades y deseos y comunicárselos a la persona, así como priorizarlos.
• Prepárate para un cambio importante: Aunque tú te hayas dado cuenta de que tu vínculo emocional con la persona no es del todo ‘sano’, quizá la otra parte no tenga la misma impresión. En estos casos, las amistades como estas pueden no ser sostenibles si ambos individuos no se comprometen a comprender las necesidades y los límites del otro.
• Aprende a cuidarte: Una amistad sana no requiere que una persona esté permanentemente solucionando los problemas de los demás. En lugar de depender demasiado de un amigo/a, puedes practicar los límites asumiendo más responsabilidades para tus necesidades.
A diferencia de las amistades que son codependientes, las sanas suelen tener límites fuertes y establecidos. De esta forma, cada persona es consciente de sus necesidades y deseos, es decir, es libre de vivir su propia vida sin miedo a lo que dirán o harán sus seres queridos. En el caso que no puedas solucionar por ti mismo este tipo de vínculo emocional dependiente de los demás, es recomendable contar con la ayuda de un profesional de la salud mental.
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