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 NO ME SEPARO POR MIS HIJOS.



Agosto 21, 2023, 06:44:29 am
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Desconectado Irene Zambrano

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NO ME SEPARO POR MIS HIJOS.
« en: Agosto 21, 2023, 06:44:29 am »
NO ME SEPARO POR MIS HIJOS
by Maribel Gámez
Experta en Psicología Infantil y Juvenil.

“No me separo por los niños”, es una frase habitual que seguro hemos escuchado en alguna ocasión. Cuando una pareja está rota seguir unida por los buenoshijos solo lleva a empeorar las cosas a todos los miembros de la familia en general y a los pequeños en particular. Hoy Maribel Gámez, colaboradora y psicóloga infantil, aborda este complicado tema. ¡Esperamos que os sirva de ayuda!
*Sigue a Maribel en su página web: www.otrapsicologa.com. En ella encontraréis diferentes temas que os pueden ayudar.
Cuando la frase “me quiero separar” pasa por la cabeza, no surge de la nada. En ese momento, si se echa la vista atrás, han tenido lugar muchas situaciones que han desembocado en una sensación general de estar harta, enfadada, frustrada, herida, decepcionada, triste. Y también muchos intentos infructuosos de que todo funcione, de que vuelva a ser como antes. Sin éxito. Si no, la idea de separarse no tendría sentido. Y en ese momento la tiene. Lo que antes era una ilusión se ha convertido en un problema.
Cuando sientes que has encontrado una persona con la que quieres compartir tu vida y tener hijos apuestas por construir un camino personal, de pareja y emocional con la idea de que dure mucho. Que dure para siempre. Y te esfuerzas por que las cosas vayan bien. ¡No tiras la toalla a la primera dificultad que te encuentras! Pero por mucho que una le ponga empeño, a veces las cosas no van bien. No he usado la palabra “apostar” por casualidad. En las apuestas una puede ganar. Y también perder. Y eso es porque no depende enteramente de una persona y sus ganas de que vaya bien, sino de dos.
Llegados a este punto, tenemos claro que lo mejor es separarse, que como pareja ya no funcionáis. Y es justo en este momento cuando aparece una frase demoledora que he oído muchas veces y que tiene un trasfondo que merece la pena que pensemos juntas.

“NO ME SEPARO POR MIS HIJOS”

Quiero hablaros de las consecuencias que tiene para un niño vivir y crecer en un hogar donde los adultos no quieren estar juntos, donde los conflictos son constantes y/o la convivencia rota.
Para los niños sus padres son el centro del mundo, su principal fuente de aprendizaje. Depende de cómo se comporten los adultos ellos se responderán a estas preguntas:
•   ¿Qué es la familia?
•   ¿Cómo se convive con los demás?
•   ¿Cómo funciona una pareja?
•   ¿Cómo se solucionan conflictos?
•   ¿Cómo son las muestras de afecto en la familia y en la pareja?
•   En general ¿la vida es un lugar conflictivo lleno de sufrimiento o está por el contrario plagado de afecto, experimentación y disfrute?
•   ¿Cómo debo vivir mi vida?
•   
HOGARES DONDE LAS PELEAS SON CONSTANTES O “EL NIÑO NO SE ENTERA PORQUE NOS ESCONDEMOS PARA DISCUTIR”

me refiero a este tipo de ambiente hablo de hogares donde hay gritos, reproches, malas formas de comunicarse con el otro, a veces hay insultos o en otras ocasiones se pasa a las manos también. Y los niños lo presencian, lo escuchan desde otra habitación….

Cómo se siente el pequeño
vive con miedo a que se produzca el siguiente conflicto que no sabe cuando será. Cuanto más pequeño es más le asustan los gritos de sus padres. Se siente desprotegido ya que si sus padres están descontrolados, discutiendo, no puede acudir a ellos en busca de consejo, ayuda o simplemente para hablar. Realiza intentos para que los padres se lleven bien, para que no discutan. A veces no cuenta sus problemas por miedo a provocar más conflictos, también puede haber llamadas de atención para que se fijen en él porque quizá así las discusiones cesen. Tiene dificultades para expresar su rabia o su miedo. No tiene los recursos que tiene un adulto para gestionar las emociones que está sintiendo. Está solos sin poder hablar de lo que vive en casa.

¿Qué aprende un niño que crece en un hogar así?
•   Que la vida es un conflicto constante.
•   Que la vida es, sobre todo, sufrimiento.
•   Entenderse con los demás parece ser imposible ya que mis padres no se escuchan, no llegan a acuerdos.
•   Los problemas no se resuelven, porque vuelven a surgir los mismos una y otra vez con mucha intensidad.
•   Gritar, reprochar, insultar, despreciar o incluso pegar es un recurso válido para tratar con los demás cuando tengo un problema. Si mis padres lo hacen es que será así como se manejan los conflictos.
•   Aunque no seas feliz con otra persona, separarse no es una opción. Las relaciones personales son así, hay que aguantar, porque aunque busques otras parejas da igual, no es que con tu pareja te lleves mal, es que las relaciones de pareja son así.
•   Ya cuando han crecido, en la adolescencia, sienten ganas de irse de casa en cuanto pueden, de buscar lugares tranquilos, silenciosos lejos del hogar. Pueden tener miedo a las relaciones de pareja o de intimidad. Si han aprendido que las relaciones son tan problemáticas, pueden preferir no embarcarse en ellas. No quieren volver a sufrir.
•   
AMBIENTES DONDE NO HAY AMOR O “EL NIÑO NO SUFRE PORQUE NO NOS PELEAMOS”

En este caso la pareja permanece unida pero cada uno hace su vida. Muchas veces estas relaciones son así después de haber pasado por largos periodos de conflicto. Al final se decide vivir juntos más como compañeros de piso que como pareja. Compañeros de piso que no se llevan bien. Viven juntos en el mismo techo y poco más. Muchas veces duermen en habitaciones diferentes o pasan noches fuera, por separado. Muchas parejas piensan que este tipo de hogar no hace daño al niño. Creen que si no hay conflicto no hay sufrimiento. No hay muestras de afecto ni de cariño entre los padres, no se hacen planes juntos en pareja y cuando se hacen en familia están incómodos, deseando que terminen. Ve a sus padres tristes, derrotados, sin ganas de estar en casa. Tratan al otro cónyuge como a un extraño. Eso afecta al tiempo que se pasa con el pequeño. Y a su calidad.

¿Qué siente el niño?
•   Tristeza por ver a sus padres sentirse mal, sentimientos de culpa ¿Qué puedo hacer para que se lleven mejor? Intentos de aumentar el tiempo que están juntos en familia. Frustración si no lo consigue porque percibe que ellos no están bien (no se tocan, no se miran, no se ríen, no comparten nada).

¿Que aprende el niño?
•   Sobre todo comportamientos relacionados con el afecto y el cuidado del otro. Aprende que en pareja no se expresa afecto: papá y mamá no se tocan, no se miran, no se abrazan, no se cuidan. Incluso a veces no se respetan (no se saludan, son indiferentes al dolor del otro, etc.)
•   Aprende que se puede vivir ignorando al otro, metiéndote en tu propio mundo.
•   Se crea un vacío en el aprendizaje. No tengo la oportunidad de ver cómo mis padres se desenvuelven en el día a día. No sabré cómo convivir cuando sea adulto. Haré una vida independiente, quizá solitaria.
•   Los conflictos se resuelven evitando el problema, mirando para otro lado.
•   No se lucha por buscar maneras de ser feliz. Hay que aguantar situaciones de gran malestar indefinidamente o para siempre.
•   
EL MITO DEL TRAUMA INFANTIL Y LA SEPARACIÓN

¿Qué puede ganar un niño si sus padres se separan?

Está muy extendida la idea de que si los padres se separan eso va a provocar un trauma inevitable en el niño. Sin embargo, eso depende de cómo se haga, de como se gestione ese proceso, como todos los momentos importantes en la vida. Pueden gestionarse bien y no provocar problemas en el niño, o mal y sí hacerlo. Pero una pregunta que debemos formularnos es: ¿y es que someterle a una infancia entre gritos y conflictos constantes acaso no le hace sufrir? ¿Y la falta de amor y afecto? ¿Todo va bien solo por el hecho de que mamá y papá estén juntos? La clave es cómo estar juntos, la forma de convivir en pareja es de lo que el niño aprende.
Esta evidente que el momento de la separación va a ser duro para todo el mundo y no podemos esperar que el niño no sienta dolor o frustración o deseos de que las cosas fueran diferentes. Ojalá las cosas fueran diferentes, eso también lo desean los adultos. Pero si no pueden serlo, hay que comenzar un camino para aceptar que no es posible. No con esa persona. Con esa nueva vida, un niño puede ganar tranquilidad. Es una posibilidad abierta para ser feliz, para disfrutar de modelos que le ayuden a vivir las relaciones con los demás de una manera respetuosa y cariñosa, con habilidades para resolver los problemas que se va a encontrar. Si no lo hacemos, le negamos esa posibilidad. Si las parejas se reconstruyen más adelante, además puede tener dos familias que le quieran con locura, y eso es una suerte. Lo que los niños aprenden si se hace una separación adecuada es que, aunque duela, hay que tomar decisiones difíciles en la vida y volver a empezar. Porque al final el objetivo en la vida es ser feliz rodeándote de gente que te quiere y te cuida y no aguantar indefinidamente situaciones que provocan dolor y sufrimiento y que no van a cambiar.
Con la separación aprenden también que en las relaciones personales las cosas a veces funcionan y a veces no, pero que lo importante es ponerse de acuerdo y encontrar la manera de ser feliz. Y a veces esa manera es separándose.
Una de las mayores responsabilidades que tenemos los adultos para con los hijos es darles unos modelos adecuados para que sepan enfrentarse a la vida. Hay que ser sincera con una misma, sobre todo en los momentos difíciles. Separarse no es sencillo. Pero una excusa no puede ser el bienestar de los hijos porque ya hemos visto lo que aprenden cuando viven con dos personas que no se quieren o no se tratan bien. Necesitan otra cosa para crecer y vivir felices. Ya que les hemos traído hasta aquí les debemos eso.

https://clubdemalasmadres.com/separo-buenoshijos/


 

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