¿CUÁLES SON MIS SUEÑOS?
En mi opinión, la mayoría de las personas se quedan en blanco cuando se hacen esta pregunta porque no saben qué responder. Y es una lástima, porque si uno se mantuviera en la espera y la profundización, hasta que aparezcan las respuestas, es muy posible que su vida diese un gran cambio y que se llegaran a cumplir esos sueños que en este momento desatiende o desconoce.
Hay cosas que no hacemos porque no sabemos que queremos hacerlas y cuando algo no se sabe la única forma de saberlo es… preguntar. En este caso, preguntarse.
Hay preguntas que solo son para valientes y para conscientes y esta es una de ellas. Y es necesario atreverse con esta. La calidad y el rumbo de la vida futura puede depender de saber responderla, y además hay que encontrar todas las respuestas posibles; hay que ser atrevido y darse permiso para tener sueños que sean realistas y no acaben convirtiéndose en pesadillas o en frustraciones.
Escribiré en todo momento sueños no refiriéndome a las ganas de dormir ni a lo que uno cree vivir mientras duerme, sino al hecho de anhelar algo con firmeza. Uso la palabra sueños porque parece que es más asequible para el entendimiento común, pero en realidad es más realista tener objetivos y tener propósitos que tener solo sueños, ya que a estos les damos un margen de imposibilidad, porque parece que pueden estar muy alejados de la realidad, en el mundo de lo utópico e imposible. Los objetivos y propósitos, si es que son razonables y son posibles de realizar –como tienen que ser-, son más realistas, están más asentados y están encaminados a convertirse en posibles.
“Un sueño sólo es un sueño mientras no te pongas a trabajar para convertirlo en realidad”. Esta parece que sólo es una de esas frases motivadoras que dicen que si la repites una y otra vez se hace realidad. Yo no creo en eso, pero sí veo que tiene la capacidad de hacernos comprender que hay algunas cosas que solamente son imposibles hasta que se realizan y entonces dejan de serlo.
“A toda realidad le precede un sueño. Hay que soñar e imaginar”. Otra frase interesante. Los sueños no se convierten en realidad si previamente no han sido sueños.
Richard Bach –mitad realista y mitad muy optimista- decía que “Nunca se te da un sueño sin que también se te dé el poder de hacerlo realidad. Sin embargo, tendrás que esforzarte.” Es imprescindible que haya objetividad y una buena base de realismo en los sueños para que tengan posibilidades de convertirse en realidad. Perseguir un sueño imposible es correr alocadamente hacia un abismo. “Hay algunos sueños que sí son imposibles de alcanzar: los que no se persiguen”.
Parece ser que el mundo y la vida están encaminados a tener sueños, primero, para convertirlos en realidad después. Y esto es una responsabilidad personal de cada uno: soñar/anhelar y convertir en realidad esos sueños/anhelos. Y no hay que dudarlo: hacerlo es uno de los propósitos de vida más auténticos, porque cuando los cumplimos nos sentimos pletóricos, entusiasmados, plenos.
Así que pregúntate… ¿cuáles son mis anhelos?, ¿cuáles mis deseos?, ¿hacia dónde quiero que me lleven mis pasos?, ¿qué me gustaría hacer si pudiera?, ¿qué es lo que REALMENTE quiero?
Estas preguntas necesitan respuestas. Y es una excelente inversión dedicar el tiempo que sea necesario para descubrir las respuestas actuales y luego revisarlas a menudo para encontrar nuevas respuestas actualizadas.
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