PREGUNTAS PARA PREGUNTARTE
Segunda parte
“No busques las respuestas que no estés preparado para vivir. Si buscas respuestas estate preparado para aceptar su realidad y posteriormente tomar las decisiones adecuadas.”
¿QUÉ ES LO QUE REALMENTE QUIERO?
Esta es la pregunta más difícil de contestar que he encontrado en el Proceso de Desarrollo Personal. La pregunta tiene que incluir sin falta lo de REALMENTE, porque si no lleva ese matiz es muy fácil de responder con respuestas inapropiadas en este caso: tener más dinero, encontrar un buen esposo/esposa, una casa grande, etc. Eso es lo que quiere el ego, pero esta pregunta se hace desde el Ser Esencial, desde el alma, y requiere una respuesta en sintonía con la pregunta. Luego, aparte, uno también se puede preguntar por las cosas materiales que quiere pero en este momento hay que referirse a lo que se quiere de verdad y para la persona que somos. Nos resultará muy útil reflexionar acerca de los valores, de las prioridades, de los deseos, de lo que nos provoca bienestar interior y un sentimiento trascendental, y sobre los talentos con los que uno ha nacido. La introspección y la atención conscientes nos pueden aportar más pistas. Y no hay que cansarse de insistir en esta pregunta, una y otra vez, sin darla nunca por definitivamente respondida y concluida. Cada respuesta correcta que encontremos dejará una marca muy positiva en nuestra vida.
¿QUÉ DEBERÍA HACER EN MÁS CANTIDAD Y MÁS A MENUDO?
Ya sé que no es algo que me pasa sólo a mí eso de darse cuenta de estar haciendo algo que satisface plenamente, que hace feliz, que implanta una sonrisa en la boca y una satisfacción en el alma, y que de pronto algo en la conciencia diga “debería hacer esto más a menudo, debería repetirlo más”. Y lo mismo puede ser cuando estás muy a gusto con una compañía que cuando te has parado a ver una puesta de sol. Hay muchas cosas que nos dan algún tipo de placer y es como si nosotros mismos, con nuestra desatención personal, no las disfrutásemos más a menudo. Hablo con personas que me dicen que se aburren. Yo no recuerdo ningún momento de aburrimiento en mi vida. Hay muchas cosas que me gusta hacer, incluso tengo una carpeta con este título escrito en la portada: COSAS PARA HACER CUANDO NO TENGO GANAS DE HACER NADA y si en algún momento me quedo parado, y no es por decisión propia porque me he concedido un descanso, acudo a la carpeta y selecciono entre todas esas cosas que sé que me van a aportar algún tipo de placer o bienestar, y si no hago alguna de ellas siempre me queda la opción de usar la mente y los recuerdos para crear momentos mágicos o recrear bellezas del pasado. Aquí tienes una pequeña muestra:
https://buscandome.es/index.php?page=39¿QUÉ SENTIDO QUIERO DARLE A MI VIDA?
Quien se enfrenta a esta pregunta se enfrenta a una de las más profundas y universales. Esto de nacer sin una hoja de ruta claramente definida y explicada, y esto de tener que aprender de experiencias ajenas y de errores propios, hace que nos sintamos indefensos y casi inútiles ante el control de nuestra vida. Opino que la vida, por sí misma, no tiene un sentido idéntico para todos o el que tiene es muy generalizado: vivir. Y la vida es algo muy personal que requiere toda la atención necesaria para encontrar y darle ese sentido. Es uno mismo el responsable. Si uno quiere saber de sí mismo tiene que hacerse preguntas: es el único modo que existe. Una pregunta va a llevar a muchas otras preguntas, eso siempre es así, pero se puede empezar por aclararse con los valores propios, las pasiones, lo que de verdad le importa a uno, lo que le hace sentirse vivo. Uno tiene la maravillosa posibilidad de decidir qué sentido darle, hacia dónde encarrilarla, qué poner en ella y qué no permitir. “Sentido” es sentimiento, es la capacidad de sentir y de entender, es la inteligencia o conocimiento con que se ejecutan las cosas, es la razón de ser, la finalidad, y también la dirección en que se va. Todo eso engloba la palabra. Así que cuando hablamos de darle un sentido a nuestra vida necesitamos revisar todos esos aspectos. Hay algo que es muy importante: el sentido que le demos a nuestra vida para que al final de ella nos sintamos satisfechos y en paz, o que suframos por su derroche y pérdida, depende del sentido que le demos, así que todo lo que dediquemos a responder a esta pregunta y a realizarlo después es la mejor inversión que podemos hacer en nosotros.
¿A QUÉ ESTOY DESTINADO?
Esta pregunta, que parece tan filosófica o tan espiritual, tan etérea y sin una respuesta rotunda e indiscutible, es una licencia que nos tenemos que permitir para dedicar un tiempo a que algo dentro de nosotros, que podemos llamar sabiduría o intuición, haga una aportación distinta, algo que no podemos afirmar pero que tampoco podemos negar. No encontraremos una respuesta irrefutable, pero puede que algo se remueva en el interior pidiendo permiso para realizar esa parte, tal vez ancestral, inconsciente, que también forma parte de nosotros. Y no hay que pensar en un destino determinista y fatalista, sino un destino en el que la espiritualidad tiene que estar innegable y presente. Esta pregunta también se merece una reflexión.
Si no leíste la primera parte, puedes encontrarla en este enlace:
https://buscandome.es/index.php/topic,23322.0.html