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http://materialpsicologia.files.wordpress.com/2010/01/erich-fromm-el-arte-de-amar.pdfEL ARTE DE AMAR (Erich Fromm)
Además de dar, el amor implica cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento.
AMOR= la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos.
RESPETO= respicere (mirar). La capacidad de ver a una persona tal cual es (consciente de su individualidad única). Preocuparse por que la otra persona crezca y se desarrolle tal como es. Ausencia de explotación. Acepto tal cual es, no como yo quiero que sea. El respeto sólo es posible si he alcanzado independencia y sobre la libertad (nunca la dominación).
El conocimiento en el amor, sólo es posible cuando puedo trascender la preocupación por mí mismo, y ver a la otra persona en sus propios términos.
En el acto de amar, de entregarse, de penetrar en el otro, me encuentro a mí mismo, me descubro, nos descubrimos a ambos.
Tengo que conocer a la otra persona y a mí mismo objetivamente para poder ver su realidad o para dejar las ilusiones, mi imagen irracionalmente deformada de ella. Sólo así conozco en el acto de amar.
El amor no es esencialmente una relación con una persona específica; es una actitud, una orientación del carácter que determina el tipo de relación de una persona con el mundo como totalidad, no con un “objeto amoroso”.
Si amo realmente a una persona, amo a todas las personas, amo al mundo, a la vida. El amor sólo comienza a desarrollarse cuando amamos a quienes no necesitamos para nuestros fines personales.
La mayoría de las madres son capaces de dar “leche” pero no “miel”. Para ello, además de “buena madre”, debe ser también feliz. El amor de la madre a la vida es tan contagioso como su ansiedad.
La atracción sexual crea, por un momento, la ilusión de la unión, pero sin amor tal “unión” deja a los desconocidos tan separados como antes.
El AMOR EROTICO es exclusivo, pero ama en la otra persona a toda la humanidad, a todo lo que vive. Exclusivo porque puedo fundirme plena e intensamente con una sola persona. Tiene una premisa: Amar desde la esencia del SER (y vivenciar a la otra persona en la esencia de su ser). Un factor importante del Amor erótico= la voluntad. En la medida en que todos somos uno, podemos amar a todos de la misma manera, en el sentido del amor fraternal. Pero en la medida en que todos también somos diferentes, el amor erótico requiere ciertos elementos específicos y altamente individuales que existen entre algunos seres, pero no entre todos.
Si es una virtud amar al prójimo como a UNO mismo, debe serlo también que me ame a mí mismo, puesto que yo también soy un ser humano. El amor a sí mismo está inseparablemente ligado al amor a cualquier otro ser.
Si un individuo es capaz de amar productivamente, también se ama a sí mismo, si sólo ama a los demás, no puede amar en absoluto.
El egoísmo y el amor a sí mismo, lejos de ser idénticos, son realmente opuestos. Las personas egoístas son incapaces de amar a los demás, pero tampoco pueden amarse a sí mismas. Para comprender el egoísmo, tomemos el caso de una madre sobreprotectora: Sus cuidados exagerados no obedecen a un amor excesivo al niño, sino a que debe compensar su total incapacidad de amarlo. No hay nada que lleve más a un niño a la experiencia de lo que son la felicidad, el amor y la alegría, que el amor de una madre que se ama a sí misma.
¿Cómo puede Dios tener un nombre si no es ni una persona ni una cosa? Cuanto más sé lo que Dios no es, mayor es mi conocimiento de Dios.
Lo más importante es la forma correcta de vivir. Toda la vida, cada acción, banal o importante, se dedica al conocimiento de Dios, no por medio del pensamiento correcto sino de la acción correcta.
Las relaciones humanas son esencialmente las de autómatas enajenados, en las que cada uno basa su seguridad en mantenerse cerca del rebaño y en no diferir en el pensamiento, sentimiento o acción. La estricta rutina del trabajo burocratizado y mecánico, ayuda a la gente a no tomar conciencia de sus deseos humanos más fundamentales, del anhelo de trascendencia y unidad. Si la rutina no basta, la industria del entretenimiento ayuda a través de la diversión, consumición y satisfacción de comprar cosas nuevas y cambiarlas por otras. “Bien alimentado, bien vestido, sexualmente satisfecho y no obstante, sin YO, sin contacto alguno salvo el más superficial con sus semejantes (“Un Mundo Feliz”- Huxley).
En el amor, los autómatas no pueden amar, pueden intercambiar su “bagaje” de personalidad y confiar en que la transacción sea equitativa: Una relación bien aceitada entre dos personas que siguen siendo extrañas toda su vida, que nunca logran una “relación central”, sino que se tratan con cortesía y se esfuerzan por hacer que el otro se sienta mejor.
Lo importante es encontrar un refugio de la sensación de soledad, que de otro modo sería intolerable (se confunde egoísmo con amor e intimidad).
El amor no es el resultado de la satisfacción sexual adecuada; la felicidad sexual es el resultado del amor.
La gratificación completa de todas las necesidades instintivas no sólo no constituye la base de la felicidad, sino que ni siquiera garantiza la salud mental.
El amor como satisfacción sexual recíproca, y el amor como “trabajo en equipo” y como un refugio a la soledad, constituyen las dos formas “normales” de la desintegración del amor socialmente determinado
AMOR NEUROTICO= Uno o los dos “amantes”, han permanecido ligados a la figura de un progenitor y transfieren los sentimientos, expectativas y temores que una vez tuvieron frente al padre/madre, a la persona amada en la vida adulta (es una criatura desde el punto de vista afectivo). En los más leves, el conflicto se limita a la esfera de las relaciones personales íntimas. Es frecuente en hombres que en su desarrollo emocional, han permanecido fijados a una relación infantil con la madre. Quieren la protección, el amor, el calor, el cuidado y la admiración de la madre, el amor incondicional. Todo lo que no corresponda a la actitud de la madre amante hacia un hijo encantador, se toma como prueba de falta de amor. ¿Cuántas parejas comprometidas o recién casadas sueñan con una dicha amorosa que se hará realidad en el futuro, pese a que en el momento en que viven han comenzado ya a aburrirse mutuamente? El hombre moderno vive en el pasado o en el futuro, pero no en el presente.
Cuando una persona siente que no ha podido dar sentido a su propia vida, trata de dárselo en función de la vida de sus hijos, pero está destinada a fracasar consigo misma y sus hijos.
El amor no significa ausencia de conflicto. Los conflictos reales entre dos personas, los que no sirven para ocultar o proyectar, sino que se experimentan en un nivel profundo de la realidad interior a la que pertenecen, NO son destructivos. Contribuyen a aclarar, producen una catarsis de la que ambas personas emergen con más conocimiento y más fuerza.
El amor sólo es posible cuando dos personas se comunican entre sí desde el centro de sus existencias (cuando cada uno se experimenta a sí mismo desde el centro de su existencia). Experimentando en esa forma, el amor es un desafío constante, no un lugar de reposo, sino un moverse, crecer, trabajar juntos. Son el uno con el otro al ser UNO consigo mismo y NO al huir de sí mismos. Sólo hay una prueba de la presencia de amor: La hondura de la relación, la vitalidad y la fuerza de cada una de las personas implicadas; por tales frutos se reconoce el amor.
Amar es una experiencia personal que solo podemos tener para y por nosotros mismos.
La práctica de cualquier arte requiere:
Disciplina en toda la vida.
Concentración (para estar a solas con nosotros mismos).
Paciencia: El hombre moderno piensa que pierde algo (tiempo) cuando no actúa con rapidez; sin embargo no sabe qué hacer con el tiempo que gana (sólo matarlo).
Preocupación por el dominio del arte: Quién aspire a convertirse en un maestro debe comenzar por practicar la disciplina, la concentración y la paciencia a través de todas las fases de su vida.
Disciplina: Es esencial que no se practique como una regla impuesta desde afuera, sino que se convierta en una expresión de la propia voluntad, se sienta agradable. Lo que es bueno para el hombre (cuerpo y alma) también debe ser agradable, aunque al comienzo haya que superar algunas exigencias.
Concentración: Aprender a estar solo con uno mismo sin leer, escuchar radio, fumar o beber. Poder estar solo con uno mismo. Si estoy ligado a otra persona porque no puedo pararme sobre mis propios pies, ella puede ser algo así como un salvavidas, pero no hay amor en tal relación. La capacidad de estar solo es la condición indispensable para la capacidad de amar. Además, concentrarse en todo lo que uno hace. Entregarse completamente a la actividad. Requiere evitar las conversaciones triviales, no genuinas. Evitar las malas compañías, gente viciosa y destructiva, zombies (seres cuya alma está muerta). Concentrarse en la relación con otros significa fundamentalmente poder escuchar. Actividad realizada concentrado= efecto estimulante. Actividad no concentrado= somnolencia y difícil conciliar el sueño al final del día. Vivir plenamente el presente (aquí y ahora) y no pensar en la tarea siguiente.
Paciencia: Todo tiene su momento. Mirar a un niño que aprende a caminar: se cae y se vuelve a levantar, ¡sigue ensayando y mejorando hasta que ¡lo logra!.
Ser sensible a uno mismo: Tener conciencia. Por ejemplo: de sensación de cansancio o depresión y en lugar de entregarse a ella, preguntarse: ¿Qué ocurre? ¿Por qué estoy deprimido? Igual cuando estoy enojado. Tener conciencia y no racionalizarlos, estar atentos a nuestra voz interior.
Cualidades para la capacidad de amar:
Superación del propio narcisismo: El polo opuesto es la objetividad. Capacidad de ver a la gente y las cosas tal como son y separar esa imagen objetiva de la imagen formada por los propios deseos y temores (Siempre vemos las cosas del exterior según como estamos interiormente). El amor depende de la ausencia relativa del narcisismo, requiere el desarrollo de humildad, objetividad y razón. Ser objetivo en todas las situaciones y hacerme sensible frente a la situación a la que no soy objetivo. Debo tratar de ver la diferencia entre mi imagen de una persona y de su conducta (independientemente de mis intereses, necesidades y temores). Debo abarcar a todos los que están en contacto conmigo. La capacidad de amar depende de nuestra capacidad de crecer, de desarrollar una orientación productiva en nuestra relación con el mundo y nosotros mismos. La práctica de amar requiere la práctica de la fe:
Fe racional: Creencia en una persona o idea, una convicción arraigada en la propia experiencia mental o afectiva. Cualidad de certeza y firmeza que poseen nuestras convicciones. Fe en la razón y en las visiones de la verdad. Arraigada en la propia experiencia, en la confianza, en el poder del pensamiento, observación y juicio.
Fe irracional: Aceptación de algo como verdadero solo porque así lo afirma una autoridad o la mayoría.
Tener fe en otra persona= Estar seguro de la confianza e inmutabilidad de sus actitudes fundamentales, de esencia de su personalidad, de su amor. No hablo de que no pueda modificar sus opiniones, sino a que sus motivaciones básicas son siempre las mismas. Sólo la persona que tiene fe en sí misma puede ser fiel a los demás, pues solo ella puede estar segura de que será en el futuro igual a lo que es hoy. La fe en uno mismo es una condición de nuestra capacidad de prometer, una de las condiciones de la existencia humana.
En relación con el amor, importa tener fe en el propio amor; en su capacidad de producir amor en los demás y en su confianza. Fe en las potencialidades de los otros. La fe en los demás culmina en la fe en la humanidad: las potencialidades del hombre son tales, que dadas las condiciones apropiadas, podrá construir un orden social gobernado por los principios de igualdad, justicia y amor.
La base de la fe racional es la productividad, vivir productivamente. No hay una fe racional en el poder, hay una sumisión a él o al deseo de conservarlo. La fe y el poder se excluyen mutuamente. Tener fe requiere coraje, correr el riesgo, aceptar incluso el dolor y la desilusión. Quien insiste en la seguridad y tranquilidad como condiciones primarias de la vida, no puede tener fe: quien se encierra en un sistema de defensa donde la distancia y la posesión constituyen los medios que dan seguridad, se convierte en un prisionero. Ser amado y amar, requiere coraje, la valentía de atribuir a ciertos valores fundamental importancia.
Criar a un niño requiere fe, para comenzar cualquier tarea, para mantener la propia opinión sobre una persona, aunque la opinión pública o algunos hechos imprevistos parezcan invalidarla, mantener las propias convicciones aunque éstas no sean populares: todo eso requiere fe y coraje. Tomar las dificultades, los reveses y penas de la vida como un desafío cuya superación nos hace más fuertes y no como un injusto castigo que no tendríamos que recibir nosotros, requiere fe y coraje.
Mientras tememos conscientemente no ser amados, el temor real, aunque habitualmente inconsciente, es el de amar. Amar significa comprometerse sin garantías, entregarse totalmente con la esperanza de producir amor en la persona amada. Es un acto de fe.
Actitud indispensable: La actividad interior. Si amo estoy en un constante estado de preocupación activa por la persona amada, pero no solo por ella. No podré relacionarme activamente si soy perezoso, sin un constante estado de consciencia, alerta y actividad. Evitar la pereza interior. La capacidad de amar exige un estado de intensidad, de estar despierto, de acrecentar vitalidad. Si no se es productivo en otros aspectos, tampoco se es productivo en el amor.
Amor hacia todos. Amar al prójimo, sentirse responsable por él y UNO con él. El principio sobre el que se basa la sociedad capitalista y el principio del amor son incompatibles. La gente capaz de amar en el sistema actual, constituye por fuerza la excepción. Nuestra sociedad necesita cambios importantes y radicales. La sociedad está regida por una burocracia administrativa, por políticos profesionales, los individuos motivados por sugestiones colectivas (producir y consumir más). El hombre es un autómata. Si quiere ser capaz de amar debe colocarse en su lugar supremo. La máquina económica debe servirlo, en lugar de estar él a su servicio. Debe compartir la experiencia, el trabajo, en vez de sus beneficios. Hablar del amor no es predicar, significa hablar de la necesidad fundamental y real de todo ser humano. Analizar la naturaleza del amor es tener fe en la posibilidad del amor como un fenómeno social y no solo excepcional e individual, tener fe racional basada en la comprensión de la naturaleza misma del hombre.
