EL TANTRA
(Isabel López)
Mi búsqueda me llevó al Tantra a los dieciocho años, cuando estudiando filosofía y orientalística me encontré con un libro del místico contemporáneo Osho y dejé todo para estar cerca de ese hombre que me enseñó a morir, y aun así estar dichosamente viva disfrutando de la vida en todas sus dimensiones.
Tantra no es una filosofía, ni una doctrina, ni un manual para ser un buen amante, no es intelectual, ni le importa el porqué de las cosas, ni cómo definir la verdad. Tantra es una revolución interna, es despojarse de todas las creencias, moralidades, conceptos de la mente, para crear el espacio interno que uno precisa para concebir la verdad infinita y atemporal.
La palabra Tantra significa técnica. Tantra no le da importancia al porqué de las cosas, es la mente que se conforma con intelectualizar la vida y encontrar explicaciones para ella. Tantra no busca entender la verdad sino cómo convertirse en la verdad. Y para que eso suceda propone la experiencia directa a través de ciertas técnicas que requieren la disponibilidad de uno a pasar por una total transformación.
Cuando llegué al "Gatesless Gate" (El portal sin puerta) como se llamaba la entrada del Ashram de Osho en Poona, supe que había valido la pena dejar la universidad y haber desafiado la estructura de toda mi familia para llegar a ese lugar. Fue una época dura para mí y los míos porque el concepto de Búsqueda, aquí en occidente, sólo estaba asociado al camino que propone la iglesia, y todo lo demás era interpretado como un escape o una secta que me había comido el coco.
Hasta unos años más tarde no pude disfrutar del apoyo y de la comprensión de los míos por el camino que había elegido y del que todos nos hemos beneficiado desde entonces. En ese momento Osho había osado desenterrar el "Libro de los Secretos" para hacernos comprender la naturaleza humana y cómo ésta se mueve en constante dualidad: hombre-mujer, sexo-muerte, luz-oscuridad, quietud-movimiento, etc.
El Libro de los Secretos es una conversación entre Shiva y su consorte Shakti o Devi, que en profunda unión amorosa, sentados en postura yab-yum, le pregunta: "amado mío, ¿qué es el amor?" Y Shiva no contesta la pregunta sino que empieza a dar técnicas que permiten la experiencia directa del amor, la muerte y la consciencia, en vez de una intelectualización mental.
Así surge el Vigyan Bhairav Tantra que contiene ciento doce técnicas de meditación para trascender la mente, para iluminarse, para convertirse en la verdad, trascender la muerte, vivir en amor o como uno lo quiera llamar. De estas ciento doce técnicas solamente hay seis o siete que hablan directamente del acto sexual. Por lo tanto sería muy pobre quedarse solamente fascinados con el aspecto sexual del Tantra, que lo único que propone es incluir todos los paisajes de la naturaleza humana como puertas hacia la Gran Experiencia.
El "Libro de los Secretos" o Vigyan Bhairav Tantra contiene los sutras más antiguos de Shiva, que aunque tienen más de cinco mil años podemos considerarlos métodos profundamente innovadores y revolucionarios, que no están atados al tiempo y son de gran utilidad para cualquiera que esté dispuesto a practicarlos y dejarse transformar por ellos.
La palabra Vigyan significa consciencia, Bhairav significa el estado más allá de la consciencia, y Tantra significa método o técnica: la técnica que te lleva más allá de la consciencia, la técnica que te lleva a trascender la dualidad...
Ahora hace exactamente 20 años que emprendí este viaje y hace diez que por primera vez dentro de mí se produjo la experiencia de trascendencia de la dualidad: la mente se para y por primera vez conscientemente ERES, PURA E INDIVIDIDA CONSCIENCIA, consciente de sí misma.
Es como si Dios se conociera a sí mismo. Desde ese momento en el que la mente se tambalea y acontece lo que realmente es, todo se convierte en Tantra, que también significa el tejido, el tejido de la vida que lo une todo y que mágicamente cobra tantas formas distintas y se manifiesta con esa creatividad infinita.
Desde luego el Tantra desafía los tabúes y credos impuestos por cualquier religión. Y los grandes místicos de la tradición tántrica fueron constantemente perseguidos y condenados. Aunque el Tantra es una rebelión contra preceptos morales y represivos, no enseña ni el libertinaje ni la pornografía, sino la inteligente observación del ser humano con todas sus contradicciones y la aceptación de que el cuerpo es tan divino como el alma, porque todo proviene de la misma fuente.
Uno de los místicos Tántricos más conocidos fue Saraha, del cual conocemos "el Canto de Mahamudra" (el canto del gran orgasmo cósmico). Saraha, un monje filósofo y erudito, soñó un día que se le aparecía una mujer que le dijo: "Tira todas las escrituras y ve a la plaza del mercado." Lo hizo y en la plaza del mercado se encontró con una mujer Tántrica iluminada que tensaba un arco, e inmediatamente reconoció en ella el absoluto y eterno presente. Se convirtió en el consorte de esa mujer y juntos se fueron a vivir al crematorio. Bailaban y cantaban tanto que cuando la gente iba triste a despedir a sus muertos se contagiaban de tanto éxtasis y se iluminaban.
Tuve la suerte de escuchar a Osho desenterrar a Saraha y comentar sus enseñanzas, que son como un manantial de agua fresca para un buscador joven y lleno de energía vital que intuye que Dios nada tiene que ver con las escrituras sino con la capacidad de vivir la vida con la totalidad y la pasión y compasión que se merece.
Así pues para encontrar a Dios no hay que prescindir del sexo, ni de la celebración, ni hay que renunciar a la vida. Ese fue por aquel entonces mi gran descubrimiento, sentada a los pies de Osho, que con tanta paciencia, coraje, ternura y silencio, a través de sus charlas sobre Tantra, revelaba los secretos que todos tenemos dentro esperando a ser desenterrados.
Dios es, la dicha es, el éxtasis es y está en Todo. Sólo se precisan dos ingredientes para CONOCER EL EXTASIS y para entender lo que es Tantra. Y son: PRESENCIA y AMOR.
No son ingredientes que abunden mucho en nuestra forma de haber aprendido a ser humanos. La mayoría de nosotros hemos aprendido a vivir en la mente, a identificarnos con lo que pensamos, es decir la mente se ha convertido en la jefa en vez de ser una sierva. Debido a ello nunca estamos viviendo con absoluta intensidad este momento presente en el que tu consciencia mora en el cuerpo que está viviendo la experiencia de estar aquí. Y por eso tampoco el corazón se puede abrir, puesto que el corazón sólo puede abrirse cuando la consciencia está presente para darse cuenta del milagro que es estar vivo.
Hagas lo que hagas, mora en tu cuerpo, como templo de la vida que pulsa en ti. Respétalo y ámalo desde adentro, olvidándote de todos los condicionamientos impuestos. Sé consciente de tus sentimientos y emociones en todo momento, aprende a aceptarlos, a comprenderlos y a expresarlos desde el corazón, con sinceridad. Sé verdadero en todo momento y aprende a rendirte al Amor.
Estate presente, aprende a disciplinar tu mente para que poco a poco se rinda al aquí y ahora y se vaya silenciando. Así que no "Pienses, luego Existas," sino que existas y de vez en cuando uses tu mente creativamente.
Hace diez años, cuando volví de India toda llena de la verdad y del entusiasmo de compartirla, empezó un largo camino en el que a momentos me sentí como si fuera de otro planeta. Nadie sabía lo que era Tantra y los pocos que habían escuchado la palabra solamente la asociaban a posturas sexuales y prácticas libidinosas. Entendí que la fascinación que tenemos con el sexo en nuestra sociedad se debe a que a pesar de que nos hemos "liberado" nadie estaba realmente contento con su vida sexual. Todo el mundo quiere algo más.
¡Pues si, hay más! Cuando no nos empeñamos en hacer del sexo una carrera para llegar a algún sitio, o una lucha de poder en la cual nos responsabilizamos el uno al otro por conseguir algo, o algo que es feo y sucio, o morboso y pornográfico, si no que aprendemos a llevar consciencia y amor a ese acto, como a todo, nos damos cuenta de que es una puerta hacia un profundo éxtasis que está esperando a ser despertado.
El placer de una sexualidad de entretenimiento es el diez por ciento de nuestra capacidad de generar placer y amor. Los Tántricos descubrieron que en la unión de las polaridades principales que son: masculino-femenino, hombre-mujer, comienza, después de una fusión relajada de por lo menos treinta minutos, a circular energía entre los genitales y el corazón de ambos amantes. Y si se continúa esta unión, tiene el potencial de culminar en una comunión de éxtasis en cuerpo y alma.
El orgasmo genital es sólo un pequeño comienzo con el que hemos aprendido a conformarnos porque nos han privado de observar y aceptar nuestra sexualidad y de compartir amistosamente. ¡Tenemos tantos condicionamientos sexuales que revisar! Una parte del Tantra nos enseña a contener, relajando la energía sexual que genera el estímulo erótico y que se concentra en la parte genital, y darnos el tiempo de que esta energía crezca y se redistribuya por todo el cuerpo hasta llenar todas las glándulas y órganos vitales. Cuando esto sucede se experimenta como un baile de todas tus células, una celebración extática y serena que te enseña el estado de consciencia que conoce su Unidad con todo, MAHAMUDRA, el orgasmo cósmico.
Para experimentar esto, en el camino del Tantra aprendemos a liberar nuestros cuerpos de tensiones y del pasado. Aprendemos a observar nuestras heridas emocionales, a limpiarlas y a tomar responsabilidad de ellas para así abrir el camino hacia nuestro corazón y permitirnos confiar y expandirnos en amor. Aprendemos a observar a la mente para que se rinda a vivir el ahora, y a ser creativa en su funcionamiento dejando de repetir pautas y sistemas de creencia obsoletos y dañinos. De esta forma permitimos que la energía vital fluya libremente por todo el cuerpo.
No voy a describir rituales tántricos, ni detalles que pueden parecer muy resultones, porque de eso ya se encargan los que están poniendo el Tantra de moda. A mi me gustaría compartir la esencia del Tantra, que entendáis que no importa lo que uno hace sino que sea capaz de hacerlo con presencia y amor, y que cuando sepas vivir con coraje tu verdad, podrás tirar todas las escrituras, leyes y preceptos, porque Dios vivirá y amará en ti, y dejarás de perseguir hasta al éxtasis, porque te habrás convertido en él.