Hay que saber reconocer y distinguir a la felicidad,
ya que a veces es muy discreta y pretende pasar desapercibida.
Hay que saber entender la felicidad: a veces no es una risa descarada,
ni se manifiesta ostentosamente, pero si prestamos atención y miramos en nuestro interior, sabremos que eso que parece una paz discreta, una sensación de hacer bien las cosas en la vida, una calma... eso es la felicidad.