LA FÁBULA DEL YO MISMO
Como yo, a lo mejor lo has escuchado alguna vez, al intentar convencer a un amigo o conocido, de que la seducción es una disciplina susceptible de estudio y en la que se puede mejorar, o en cualquier otra faceta de la vida al intentar mostrar que otra opción mejor es posible.
Puede incluso que lo hayas sentido en tus propias carnes. Estoy hablando, cómo no, de ese sentimiento de apego a un sistema de creencias que nos hace infelices, a una personalidad que no nos aporta todo aquello que esperamos de la vida, pero que sin embargo, nos ha acompañado durante tanto tiempo, sentimos tan nuestra que nos lleva a pronunciar el típico; “ES QUE NO QUIERO DEJAR DE SER YO MISMO”.
Puede, que hayas dejado pasar esta cancioncita varias veces sin darle mayor importancia, pues es uno de los objetivos de esta entrada que te pares y recapacites un poco en ella. Por que… ¿tiene sentido? En serio… ¿TIENE REALMENTE SENTIDO?
Empecemos, por si te sirven de ayuda, con algunas de mis reflexiones. Si ese eres tú realmente ¿Cómo puedes tener miedo a perderte? En serio, plantéatelo un par de minutos.
Si dejases de ser tú mismo, ¿quién serías? ¿Cómo se hace para no ser tú mismo?
Si no eres tú, si es que es tu personalidad, y claro, como es tuya no la quieres perder. Entonces ¿quién es tu personalidad? ¿Tu personalidad y tú no sois el mismo?… y si tú eres alguna especie de ente superior, con tu personalidad como subordinada, es decir, que esta es tuya ¿Cuándo la has adquirido? ¿Estás seguro que es algo innato?, porque si es así, tampoco deberías temer a perderlo, y si es algo aprendido…
Ah! aquí quería llegar. Si es algo aprendido, ¿Quién ha decidido lo que aprender? ¿Realmente has sido tú? Y aunque fuera así, llega el momento de que te hagas la gran pregunta.
Es posible que en el pasado te fuera útil para algo, pero a día de hoy ¿qué te aporta? ¿Te acerca o te aleja del éxito que deseas con el sexo opuesto? ¿Es un trampolín o una barrera para que te sientas realizado completamente con tu vida?
Si, si… lo se, ahora mismo ya no estás muy seguro de nada. Sin embargo, no es una cuestión lógica, es más fuerte que todo eso. Es un sentimiento, es ese miedo a lo desconocido, es ese miedo a perder tu verdadera identidad, tu verdadero yo ¿no?
Déjame que te cuente algo, ese no eres tú… cuántas veces me habrás escuchado hablar de él y mira tú por donde aquí se nos vuelve a colar. Estoy hablando de ese, que cuando lo mezclamos con seducción, realización y felicidad, siempre parece que esta ahí para frenarnos, para que no consigamos lo que merecemos de la vida.
Cómo no, estoy hablando otra vez del EGO.
Sí, amigo, no eres tú.
Ese que tiene miedo a perder lo que ha conseguido durante todo este tiempo, a perder todo el terreno que le ha ganado a tu YO verdadero.
Porqué él, si se siente frágil, sabe que el día que se descubra su pastel, el día que veas que no lo necesitas, él desaparece. Por eso su mejor herramienta es el miedo, sabe que para subsistir debe cortarte las alas, hacerte creer que solo, sin él, no eres nadie. Al hablar de EGO, también podríamos decir tu amigo Pepe (o tu mente).
Pues entérate amigo, yo también quiero que seas tu mismo.
Pero no lo que has estado pensado durante toda tu vida que eras tú mismo, no.
Quiero que empieces a ser tu YO de verdad.
Así que si estas decidido a no cambiar cambia tu respuesta, de:
“NO QUIERO DEJAR DE SER YO MISMO” por:
“NO QUIERO DEJAR DE SER MI EGO, PREFIERO SEGUIR NO SIENDO YO MISMO”
Un abrazo.
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