Cúrame, Señor.
Cúrame el cuerpo,
cúrame el corazón,
cúrame el alma.
Dame la vida, la vida en abundancia.
Te lo pido por la intercesión
de María Santísima, tu madre,
la virgen de los dolores,
que se postró a los pies de la cruz;
que fue la primera en contemplar tus llagas santas
y que nos diste por madre.
Tú, que cargaste sobre ti nuestros dolores
y por tus llagas santas hemos sido curados.
Hoy, Señor, te muestro con fe todos mis males
y te pido que me cures por completo.
Te ruego, por la gloria del Padre del cielo,
que cures también a los enfermos de mi familia
y a mis amigos.
Permite que crezcan en la fe,
en la esperanza,
y que recobren la salud por la gloria de tu nombre.
De las Plegarias del padre Emiliano Tardif