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 LA REENCARNACIÓN - 1ª parte



Diciembre 10, 2012, 05:19:05 pm
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LA REENCARNACIÓN - 1ª parte
« en: Diciembre 10, 2012, 05:19:05 pm »
CURIOSIDAD:
Una vez escuché contar, a una persona que me merece confianza, que había contabilizadas más de 1.500 personas que afirmaban haber sido San Pedro en una reencarnación anterior.
De la Virgen María, había más de 10.000 registradas. Personas que dijeran que en otra encarnación habían sido asesinos, ladrones, malvados, o personajes de mal corazón, no había ninguno contabilizado.



Si uno no recuerda la anterior encarnación–si la hubo- ¿Realmente importa que haya otras después?


Tengo mil teorías para convencer a cualquiera de que sí las hay, y otras mil teorías para convencer de lo contrario.
Es lo que tienen las palabras, que se pueden decir las que se quieran decir, y es lo que tienen las cosas que no se pueden ver, medir o demostrar, que se pueden decir las que se quieran decir.

Dios sería un Dios injusto si algunos seres nacieran y muriesen poco después de hambre o de una enfermedad, como les pasa a tantos niños; sería injusto si a algunas personas les diese una vida llena de amor y, a otros, llena de sufrimiento; sería injusto si diese a unos riquezas y, a otros, en cambio, una vida de miseria y privaciones.


Quizás, la explicación la tendríamos que buscar en la creencia del "inconsciente colectivo" de nuestra humanidad. Carl Gustav Jung, eminente psicoanalista y discípulo de Freud, fue el precursor de esta teoría, hoy compartida por muchos estudiosos de la mente humana.

El inconsciente colectivo sería una especie de archivo o almacén gigantesco donde se almacenarían todas las vivencias de la humanidad, pasadas, presentes y futuras, dentro de un alma común o colectiva.

De allí, podríamos extraer información de situaciones vividas por otras personas, ya fallecidas, que las asumiríamos como propias, aunque en realidad no nos pertenecerían.

Los denominados “archivos akáshicos” serían algo parecido: la memoria y sabiduría registradas en el éter, de todo lo que aconteció, acontece y acontecerá en el universo, en concordancia con la teoría cuántica, que sostiene que pasado, presente y futuro, suceden al mismo tiempo.

Ahí están los hechos, a favor y en contra.

Por regla general, las religiones judeo-cristianas no admiten la reencarnación, mientras que sí creen en ella las religiones orientales, como el hinduismo y el budismo.

También la defienden la mayoría de escuelas filosóficas esotéricas, como los gnósticos, teósofos y rosacruces, aunque con matices algo diferentes.

La reencarnación, en cualquier caso, es una creencia bella y esperanzadora.

Nos consuela ante la aterradora perspectiva de desaparecer definitivamente después de la muerte.

Personalmente, y si me lo permiten, creo que vivir una sola vida sería algo injusto para muchas personas, mientras que si consideramos la reencarnación como algo real, tendríamos la posibilidad de, paulatinamente y a través de diferentes existencias, ir puliendo y perfeccionándonos, aunque no como persona sino como Ser o como espíritu.

Lo que viene a continuación es un texto relacionado con este asunto. No me pertenece, y por eso no estoy ni a favor ni en contra en todos los casos.

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La reencarnación, en cambio, es un precioso privilegio que certifica la Misericordia del Padre. Muchas almas, de hecho, se aferran a la Tierra con la esperanza de poder renacer en nuestro planeta. Sólo pasando a través de muchas existencias podemos madurar en la realización de los valores del alma, y la raza humana puede mejorar en conjunto. Cada uno de nosotros tiene un sitio en el gran Corazón del Universo.

-“NO CREEMOS QUE HAYA NADA MÁS, SIMPLEMENTE DESAPARECEMOS”.

Esta es la teoría mantenida principalmente por muchos  científicos, o por la mayoría de los científicos, por lo menos a la hora de mantener una conversación sobre teorías del  Universo, del Hombre, etc. y del convencimiento personal en esas teorías.
La imposibilidad actual de demostrar la  continuidad de la Vida después de la Muerte, y la teoría de la entropía que postula en pocas palabras el envejecimiento y continua degradación del Universo en formas más simples  (cabe resaltar que se considera la materia como una forma compleja.) son el fundamento critico contra la doctrina de la Reencarnación.
-La siguiente postura ante el hecho de la Muerte, esto es, la creencia de un Cielo y quizás de un Infierno, no fue defendida por nadie en el debate, ni siquiera en contra de la teoría de la  Reencarnación y por ser ampliamente conocida ya que es el fundamento de muchas religiones no necesita de muchas explicaciones. Básicamente se refiere a la creencia en un Ser Trascendental, y el Hombre como creación de ese Ser, si cumple adecuadamente  las "leyes" obtiene la Felicidad y Dicha Eterna en un Paraíso. En caso contrario será castigado a una Condenación Eterna llena de sufrimientos y penurias en el Infierno. Sólo hay una oportunidad, una vida.
La tercera y última postura defendida por los  Reencarnacionistas, y que no es tan  ajena a nuestra cultura como pudiera pensarse, ya que además de ser una creencia enraizada en las religiones hinduistas y budistas, se pueden hallar vislumbres de ella en los Celtas (Galos y Druidas de Bretaña), en los Griegos (Platonismo, Orfismo, los Pitagórico, Sócrates, Pindaro, Empédocles - los Misterios Griegos), influyendo en ciertas sectas judías antiguas (esenios, fariseos), en los Indios Norteamericanos del Noroeste, incluso en la Primitiva iglesia cristiana (Orígenes) y en el gnosticismo, prohibida posteriormente en el Segundo Concilio  de Constantinopla en el 553 d.C., cada una de ellas con sus  propias variantes y diferencias en los detalles que no en lo esencial, tiene una visión del Universo como una Totalidad.
 
He decidido por lo tanto, antes de responder en forma genérica con algunos conceptos sobre el tema del retorno a la vida, mostrar estos tres artículos de Internet, uno en contra y dos a favor de la reencarnación con el fin que cada lector valore diferentes escuelas de pensamiento sobre un asunto polémico y no siempre explicado o con serios argumentos criticado o aceptado.  En lo personal responderé con algunos juicios y opiniones insertos a continuación en este breve escrito y como desarrollo del mismo, lo haré sobre una Enseñanza que considero notable, la que se me fijó en la mente cuando siendo muy joven un día vi en un kiosco de diarios esa palabra mágica que la desconocía: REENCARNACIÓN, palabra que me dejó pensativo, inquieto, y cambió el sentido de mi vida.
Concepto que si no lo aceptara o desconociera, me haría ver a la vida como un chiste cruel o una macabra broma. Me explico:
D  E  S  A  R  R  O  L  L  O
Veamos ahora los pilares que para mí validan la enseñanza de la reencarnación:
Supongamos que ingresamos a la secreta cámara del Conocimiento. Varios libros se presentan ante nosotros. Cerramos los ojos y algunas páginas nos son mostradas:
Llegó la hora que comprendan que nada de lo negativo sucedido en el plano de la vida tridimensional vibra en el nivel sutil de la realidad del alma, realidad que en la Tierra os permite ser. Por lo tanto nada que tú hagas en lo físico te puede eternamente condenar y afectar al infinito y eterno espíritu que es lo que cada uno de ustedes son.
Todo lo positivo logrado en la encarnación vibra en la sutil realidad del alma y la ayuda a crecer. Cada vida es un curso en la Escuela del Saber. Cada curso os hace crecer y nuevos atributos latentes del alma lograr manifestar y con ello cumplir la misión de cada encarnación.
Quien comprende las Sagradas Leyes que nos rigen, acepta el karma y sabe que la maldad es un aspecto transitorio de la bondad que es lo permanente, y que vida tras vida, mediante la evolución, se retorna a Dios; que no hay personas superiores ni inferiores, pues todos son hermanos y como espíritus, hijos de Dios, siendo en la Tierra algunos almas encarnadas más evolucionadas que otras, ya que la Tierra es una Escuela del desarrollo con diferentes cursos.
No es culpable el ser humano en su ignorancia de su actuar ignorante. No es culpa del destino ni del azar nacer como se nace, ni ser quien se es. El universo es regido por Sabias Leyes a las que el hombre no escapa. Todo tiene su justa razón de ser. No debes dañar a otros, pero a su vez no debes aceptar ser dañado por otros.
Cada alma está dotada de latentes atributos que necesita manifestar. Nada es al azar, todo tiene su razón de ser. Cada alma recibe, para cumplir su misión, un programa cósmico computacional que permite escoger el óvulo y espermatozoide adecuado al código genético que su cuerpo necesitará junto con el medio ambiente apropiado que lo rodeará. Cada vida es un conjunto de peldaños a escalar, por ahora en la tercera dimensión, pronto para muchos en la cuarta dimensión.
Triste vida actual la de aquel que por dogma acepta que esta es su única oportunidad para ser salvo o eterno condenado. Que mal dejan al PADRE quienes así piensan. DIOS es sólo Amor, Comprensión y Perdón para con todos sus hijos por igual en todas las dimensiones y los universos, y vosotros hijos de DIOS sois.
Tras ver esto, y escuchar, puedo comenzar a escribir ahora tranquilo las siguientes cuartillas. Lo hago con la sana intención de que a más de uno su contenido lo obligue a pensar y en lo posible discernir. Mostraré conceptos que pueden fortalecer en algunos la tesis sobre la realidad de la reencarnación. Sin embargo lo único válido es aquello que libremente cada uno llegue a pensar o creer.
Como dijo Ramakrishna: "Quien está todo el tiempo golpeándose el pecho y repitiendo: Yo pecador. Como un pecador vivirá y morirá".
Quien vive bajo el temor del castigo eterno por los hechos o falta de hechos de ésta la única vida u oportunidad, será aparentemente bueno, justo y noble por temor al castigo y no por real evolución, o sutilización de su vibrato mental, que es como naturalmente debe algún día en todos llegar a ser.
Tendrá la máscara de bondad, justicia y nobleza, pero el "aura" o energía radiante que nos rodea, mostrará la auténtica vibración que no se puede ocultar, y esa realidad podrá manifestar otra cosa sobre aquella persona.
Mal puede decir con orgullo una persona que es un casto varón, si jamás en su monacal vida ha tenido la posibilidad de superar la tentación de una agraciada y sensual mujer.
Hace años, fue puesto en libertad un presidiario que había pasado en la cárcel la tercera parte de su vida, a pesar de alegar siempre inocencia, estaba condenado a cadena perpetua.
Transcurrieron 20 años y en su lecho de muerte el verdadero criminal confesó su crimen, siendo entonces liberado el inocente.
Un pastor evangélico que ayudaba espiritualmente a los presos excarcelados, se encontró con el liberado e intentó darle apoyo y consuelo, volviéndole al cristianismo.
Sin lograr una favorable respuesta del taciturno y silencioso hombre, le pone la mano en su espalda diciéndole que fuera paciente y fuerte, que tuviera confianza en la voluntad de Dios y en la promesa de Cristo.
Reacciona entonces el ex-presidiario y respondió: "¿Os atrevéis a decirme que es la voluntad de Dios la que me ha enviado a la cárcel? Si Dios es justicia y amor, ¿por qué no me ha salvado? ¿Qué hice para merecer tales sufrimientos? Yo era honrado y trabajaba para mi familia a la que amaba. Y luego me arrojaron al infierno por un crimen que no he cometido. ¿Es, pues, la voluntad de Dios la que quizás ha hecho morir de hambre a mi mujer y a mis hijos? ¿Dónde están ahora? Nada sé de ellos desde hace muchos años. Estarán en la miseria, muertos o quizás peor todavía. Miradme, soy una ruina, un desecho, arrojado sobre el estiércol de vuestra civilización. ¿Y me decís que todo esto es la voluntad de Dios?".
El pastor se fue desolado, pues no tenía argumentos para convencer a ese desventurado de que Dios es bueno.
Ignoraba ese pastor las Sagradas Leyes de Evolución, Reencarnación y Karma o de causa y efecto, que hace que mucho de lo que seamos en la presente vida, y nos suceda en ella, tenga directa relación con hechos de la anterior que ahora corresponde ajustar, de acuerdo con la voluntaria decisión del alma antes de encarnar y que el velo del nacimiento nos ha hecho olvidar, ajuste que viene interrelacionado con el de otros encarnados, por lo general del grupo familiar, sin desconocer con ello la importancia de nuestro libre albedrío o libre capacidad de decidir cómo actuar.
Esas Leyes Universales nos convencen, no tan sólo que Dios es Bueno, sino que nos AMA.
La densa sombra del olvido postnatal de la realidad prenatal, es necesaria en nuestro actual nivel evolutivo. Pocos serían capaces de soportar los recuerdos de conductas tenidas en pasadas vidas. Esos recuerdos en nada nos ayudarían y un estorbo evolutivo, por ahora ellos serían.

 

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