EL MEJOR CAMINO PARA TRANSFORMARTE
¿Mediante la repetición de palabras a ti mismo es como puedes cambiar tu vida y personalidad?
No.
Es con una combinación de diálogo con tu ser, integridad contigo mismo y suprimir tus pensamientos para que veas al mundo como es
El dialogo interno es la base de tu personalidad y tus actos.
Esta afirmación la he escuchado innumerables veces y leído otras tantas, pero algo dentro de mí me decía que eso no era todo.
Faltaba una esencia en esos mensajes.
Y encontré la respuesta.
El camino más seguro para transformarte es ser.
O sea, dialogar con tus sentimientos y definirlos.
El tener una base emocional es la forma más segura de cambiar tu vida, tus acciones y tu destino.
He leído que repitiéndole palabras a tu inconsciente es el mejor camino. Que engañes a tu inconsciente y que por la repetición, te transformarías.
No estoy de acuerdo por una poderosa razón: lo que deseas, debe estar en lo más profundo de tu alma.
Tienes que empezar por el primer valor que le va a dar coherencia a tu vida, y que es la integridad.
La integridad es mágica: te da seguridad automática, autodominio y una feroz confianza en ti mismo. Te hace audaz e invencible.
Aprende a decir la verdad siempre, en todo lo que hagas, y te quitarás el terrible peso de tener que enmascarar las cosas.
El ser más importante eres tú. Si ha alguien no debes mentirle, es a ti mismo.
Comprendo que puedas tener dudas acerca de ti mismo. Pero auto-engañarte es como tomarte pastillas contra la tos, siendo que tienes pulmonía.
No debes atacar los síntomas, sino las causas.
Debes buscar en tu corazón y tú ser las respuestas. Y las recibirás.
Otra cosa que enseñaban los antiguos chamanes mexicanos es que el hombre con su diálogo interno se cierra a las posibilidades del universo.
Que como su diálogo interno siempre es el mismo, siempre repite las mismas decisiones a lo largo de su vida, y evita su crecimiento.
Estos sabios mexicanos también decían que debes aprender a detener tu diálogo interno, esforzándote en detener tus pensamientos, para que el universo y sus inmensas posibilidades se desenmascaren y se rindan a tus pies.
Yo lo he practicado y es interesante la diferencia.
Tomas decisiones mas rápida y eficazmente, y te haces más receptivo para ayudar y servir a otras personas justo en el momento en que éstas lo necesitan.
Esto último es lo que más me ha impresionado de esta práctica de detener el diálogo interno. Y da mucha seguridad y serenidad.
Mi sugerencia es que, mediante la oración, pidas al Dios en quién tu creas que te oriente y proteja en tu camino, y a la vez dialogues con tu ser. En la mañana.
Y cuando inicies tus actividades diarias, detengas tu diálogo interno.
Edgar