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 LIMPIA TU INTERIOR



Febrero 01, 2013, 06:22:53 am
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LIMPIA TU INTERIOR
« en: Febrero 01, 2013, 06:22:53 am »
LO POSITIVO TE PURIFICA: ¡LIMPIA TU INTERIOR!



Los pensamientos negativos; las palabras feas; las malas ideas u opiniones que tenemos sobre alguien o sobre nosotros mismos; ensucian las relaciones sociales y sobre todo, nos ensucian a nosotros. Hablar de alguien sin que esté presente, a no ser que sea par hablar bien, siempre provoca un acontecimiento nocivo para ese alguien; para quien nos escucha; o para nosotros mismos.

Las palabras son poderosas, pues provocan que los que nos escuchan, se hagan también su propia opinión, a menudo basándose en la que han oído. A veces olvidamos que para casi cualquier acontecimiento, siempre hay dos versiones diferentes y antes de hablar de alguien, sería bueno conocer ambas perspectivas. No obstante, lo mejor y más ecológico, es hablar siempre bien de las personas, y si no nos sale de dentro, podemos limitarnos a contar las cosas como creemos que ocurrieron, pero sin críticas ni detracción, intentando no desprestigiar a quien no está delante.

Ni que decir tiene que es importante hacer lo mismo cuando la persona está presente. Las discusiones suelen provocar un absurdo desgaste de energías, además de malos sentimientos como rabia, ira, irritación, frustración, etc. Es mejor hablar adecuadamente con todo el mundo y esto implica: respetar los turnos al hablar; no gritar; no agredir verbalmente; tener paciencia; y limitarse a exponer los hechos como los vemos; pero teniendo en cuenta que lo más probable es que el otro, los vea de forma diferente.

Aunque todo esto, no siempre es fácil, pues muchos se empeñan en llevarnos a su terreno, a que entremos en su juego de desprestigio mutuo y de agresiones verbales recíprocas. Lo complicado es mantenerse firmes en nostros mismos, en nuestra actitud y comportamientos respetuosos, pues las emociones nos asaltan y a veces nos dan ganas de mandar lejos a más de uno. Ocurre. Pero el esfuerzo, merece la pena. Porque el resultado es seguir siendo uno mismo, respetuoso, amable, lógico, racional, comprensivo, empático, sabio, y sobre todo, humano. Si por el contrario, aceptamos el juego que nos proponen, nos convertimos en quienes no somos. Nos convertimos en ellos, en los que actúan como no nos gusta actuar. Dejamos de ser seres auténticos para transformarnos en una extensión de la ira de los demás. Y eso, es perder completamente la partida.

Es cierto que las personas positivas parecen vivir más limpiamente que las negativas. Pero como ninguno somos negativos ni positivos al cien por cien, basta con que nos esforcemos en intentar ver siempre el lado bueno de las cosas y de las personas, para limpiar nuestro entorno. El optimismo provoca felicidad en los optimistas, pero también en quienes no lo son, pues la energía que emite una persona positiva es tan fuerte y llega tan lejos, que es inevitable que salpique a los que están a su alrededor, por muy negativos que sean. Transmitir nuestra manera positiva de vivir y de ser, es hacer un bien en general, social y universalmente. Cuando hablamos bien de las personas; cuando intentamos entenderles mejor; cuando les decimos lo bueno que vemos en ellos; y cuando nos negamos a dejarnos llevar por su ira y frustración; estamos mejorando la auto estima de esa persona y por tanto, estamos ayudándola a ser quien desea ser.

No es fácil el camino en el desarrollo y la evolución. Y cualquier frase negativa, puede desencadenar sentimientos de temor irreparables. Franz Kafka decía que la mayoría de los seres humanos no son malos, sino que se vuelven malos y culpables porque hablan y actúan sin imaginar el efecto de sus propias palabras y actos. La alegría que emanan los que se esfuerzan en ser positivos, no solo la transmiten a los demás, sino que también la reciben de vuelta con un valor acrecentado.

“El hombre nuevo no es sino el hombre viejo situado en condiciones nuevas”, Bertold Bretch.

 Dedicado a todos los que, durante varios meses, me habéis regalado vuestros comentarios positivos y amables en esta columna semanal.


 Mar Cantero Sánchez

Escritora, coach y asesora literaria
www.marcanterosanchez.com

 

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