Cada vez que eres capaz de sentir, de mirar hacia tu yo interior, te das cuenta que siempre puedes ir más allá de lo que se ve, pues dentro de ti hay un movimiento que te hace ser diferente y afrontar las cosas de tal manera que coges confianza y no reniegas de ti misma.
Cada vez que eres capaz de salir de tu caparazón, empiezas a apreciar el valor de todo lo que te rodea, y así puedes dar un sentido distinto a lo que acontece, pues la fuerza surge de lo más profundo, sin importarte ni cómo, ni dónde, ni cuándo, pero sí que tienes lo suficiente para ello.
Cada vez que eres capaz de encontrar ese camino después de la tormenta, te das cuenta que las mayores dificultades están en tu forma de captar, de sentir, de expresar y de querer salir hacia afuera para no dejar nada dentro, que pueda herir más de la cuenta.
Cada vez que eres capaz de expresar, de actuar, de ser coherente con tu forma, siempre te dará igual el qué dirán o no, si te valoran o no, porque haciendo esto te haces responsables de tus actos; no necesitas justificar cada paso, serás consciente de que siempre tendrás equivocaciones, pero también sabrás que puedes recular o tener la oportunidad de recompensar.
Cada vez que eres capaz de no obcecarte en cerrar todas las puertas que vas encontrando, por tus miedos, por tu falta de comprensión ante las situaciones, conseguirás avanzar, evolucionar y aprender cada día algo nuevo que te impulse a no perder el rumbo de tu vida.
Cada vez que eres capaz de sonreír aun con el corazón sangrando, te darás cuenta que en la vida no hay nada fácil, pero siempre se puede hacer mejor y sobre todo abrir perspectivas, pues tu luz se irradiara no solo hacia ti, que ya es mucho, sino a los que te rodean, y con ello poder gritar que merece la pena intentarlo siempre.
Y hay tantos “cada vez”, hay tantas dudas, hay tanto que expresar, sentir, decir que no se terminaría nunca… pero también es cierto que si esto no existiera la vida dejaría de ser vida y se convertiría en un sin sentido.
Y hoy lo hemos hecho, lo hemos intentado, hemos contemplado un día más todas las capacidades que tenemos y eso es lo que nos ha hecho ser como somos.
EstheR., sé feliz.
Esther Sánchez Orantos
